El Scout 2017 tiene los mismos cambios de aspecto y de equipamiento que Škoda ha realizado en toda la gama Octavia. Deriva del Octavia Combi —la versión con carrocería familiar del modelo— y se diferencia de él porque tiene una serie de modificaciones que le permiten avanzar fuera del asfalto con más garantías, como una suspensión distinta y unos neumáticos con más perfil que dejan la carrocería 30 milímetros más lejos del suelo o unos protectores de plástico en los bajos.
El precio de partida, 30 081 €, sitúa al Scout en un punto intermedio frente a sus principales rivales: un Subaru Outback cuesta solo un poco menos (29 150 euros), un Volkswagen Golf Alltrack es más caro (35 020 €) y un SEAT León ST X-Perience es notablemente más asequible (27 310 €). El Škoda es, seguido muy de cerca por el Volkswagen, el que tiene más capacidad de maletero. Ficha comparativa de los cuatro modelos citados. A igualdad de motor y caja de cambios, el Scout es unos 1900 euros más costoso que el Octavia Combi con tracción total, si bien su equipamiento de serie es más abundante (ficha comparativa).
La gama de motores es mucho más reducida que la del Octavia Combi: está compuesta por uno de gasolina —1.8 TSI de 179 CV— y dos Diesel —2.0 TDI de 150 CV y de 184 CV—. En España, el motor de 150 caballos va en combinación con un cambio de marchas manual de seis velocidades, y en los otros dos motores, con uno automático (DSG) de idéntico número de relaciones. Hasta la fecha, únicamente hemos probado el Scout con el motor Diesel de menor potencia —2.0 TDI 150 CV—, que tiene una buena relación entre prestaciones y consumo y un funcionamiento poco refinado (hay más información en el apartado de impresiones de conducción).
La tracción es en las cuatro ruedas en todas las versiones. El sistema que la gestiona reparte la fuerza que produce el motor entre el eje delantero y el trasero mediante un embrague multidisco de tipo Haldex. Normalmente el coche circula con tracción en las ruedas delanteras y el eje trasero se acopla electrónicamente cuando el sistema detecta una pérdida de tracción (información técnica de este sistema). Además, cada uno de los ejes tiene un diferencial autoblocante electrónico (permite que las ruedas que tienen adherencia puedan transmitir la fuerza al suelo y frena las que patinan o están en el aire).
Dinámicamente nos ha parecido un coche muy satisfactorio: no es demasiado ágil, pero sí cómodo y agradable de conducir y además reacciona con seguridad ante maniobras bruscas (vídeo). Su compra tiene sentido si se va a sacar partido a sus cualidades todoterreno, si no, un Škoda Octavia Combi 4x4 con el mismo motor es más barato y gasta menos; ficha comparativa. Gracias a su mayor altura libre al suelo, puede pasar por sitios por donde un turismo normal no podría, pero no tiene las capacidades para circular por caminos complicados de un todoterreno. La medida de serie de las ruedas son 225/50 R17; las que lleva un Octavia Combi a igualdad de motor y sistema de tracción tienen un diámetro inferior, pues son unas 225/45 R17.
El diseño y el espacio del habitáculo apenas cambian respeto al modelo precedente, y la capacidad del maletero se mantiene en 610 litros, que es mucho. Los sistemas de infoentretenimiento son nuevos: ahora tienen pantallas más grandes, con una resolución mayor y con más prestaciones (el más avanzado tiene una pantalla de 9,2 pulgadas y permite la instalación de una tarjeta telefónica para crear una red Wifi). Hay más detalles sobre el habitáculo en el apartado de impresiones del interior.
El Scout solo está disponible con un nivel de equipamiento, sin nombre comercial. Forman parte del equipamiento de serie, entre otros elementos, los faros de ledes para todas las funciones con iluminación adaptativa, el programador de velocidad, los asientos delanteros con calefacción, los pilotos de ledes, un sistema multimedia con pantalla táctil de ocho pulgadas y conexión Bluetooth o unas llantas de aleación de 17 pulgadas.
Opcionalmente hay varios sistemas de seguridad y ayuda a la conducción que antes no estaban disponibles: el asistente para maniobra con remolques —vídeo de este dispositivo en un Audi Q7— y de alerta de tráfico trasero cruzado —vídeo de este sistema en un Audi Q2—. Škoda dice que también ha mejorado el sistema de aparcamiento asistido para un mejor funcionamiento (aún no lo hemos probado).
Según nuestro comparador de seguros, asegurar a todo riesgo un Škoda Scout 2.0 TDI 150 CV tiene un coste anual mínimo de 336 euros. Es una póliza de la aseguradora Direct Seguros con una buena relación entre calidad y precio (7,87 puntos sobre 10 posibles). El tomador de este ejemplo es un hombre de 37 años que reside en Huesca, recorre unos 25 000 km al año, aparca en un garaje comunitario y está casado.