El Škoda Scout es un modelo basado en el Octavia Combi con tracción a las cuatro ruedas. Tiene una suspensión distinta que, junto con unos neumáticos de mayor perfil, deja la carrocería 3,1 centímetros más lejos del suelo —17,1 centímetros en total de altura libre— y que mejora su capacidad para circular por vías no asfaltadas. Por sus características, es una alternativa a modelos como el Audi A4 allroad, el Opel Insignia Country Tourer o el Subaru Outback.

Está a la venta desde 28 697 euros con un motor Diesel 2.0 TDI de 150 CV y desde 30 197 con uno de gasolina 1.8 TSI de 179 CV (todas las versiones y sus precios). A igualdad de motor y caja de cambios, el Scout es entre 1337 y 1637 euros más costoso que el Octavia Combi equivalente (ficha comparativa).

Frente a sus principales alternativas, el Scout se encuentra entre los modelos más asequibles. Así, un Scout 2.0 TDI de 150 CV cuesta prácticamente lo mismo que un Subaru Outback 2.0 TD de 150 CV, pero menos que un Opel Insignia Country Tourer 2.0 CDTi 170 CV o un Audi A4 allroad 2.0 TDI 150 CV (ficha comparativa). Un SEAT León X-PERIENCE 2.0 TDI 150 CV cuesta un poco menos, pero su carrocería es 14 centímetros más corta (ficha comparativa).

La gama de motores del Scout es más reducida que la del Octavia Combi. Solo hay uno de gasolina —1.8 TSI de 179 CV— y dos Diesel —2.0 TDI de 150 y 184 CV—. Los dos más potentes van unidos a una caja de cambios automática de doble embrague DSG con seis velocidades, mientras que el de 150 CV únicamente se puede elegir con una caja manual con idéntico número de relaciones.

Todos los Scout tienen Start&Stop y un sistema de tracción total conectable automáticamente a través de un embrague multidisco Haldex de quinta generación (el mismo que pueden llevar algunas versiones del Octavia Combi, del SEAT León ST o del Volkswagen Golf). Este embrague acopla automáticamente las ruedas traseras a las delanteras cuando la centralita de control detecta pérdidas de tracción (más información técnica sobre este sistema de tracción). No tiene un control de descenso de pendientes, elemento del que sí disponen modelos como el Volkswagen Golf Alltrack o algunas versiones del Subaru Outback.

Hemos probado detenidamente la versión Diesel 2.0 TDI de 150 CV. Proporciona unas prestaciones adecuadas para circular con agilidad por todo tipo de vías y su consumo de combustible puede llegar a ser bajo, pero tiene un funcionamiento poco refinado y es ruidoso en algunas circunstancias. La suspensión tiene un ajuste blando y los movimientos laterales de la carrocería pueden llegar a ser amplios al circular por carreteras con curvas, pero ofrece un confort muy elevado a los ocupantes porque absorbe muy bien las irregularidades del asfalto. No es un vehículo todoterreno, sin embargo, al estar ligeramente sobreelevado se desenvuelve bien por caminos con firme poco regular (más información en impresiones de conducción).

El habitáculo, salvo por pequeños detalles decorativos y de equipamiento, es idéntico al del Škoda Octavia Combi, por lo que todo lo que decimos en la prueba del Combi con relación al interior es válido también para el Scout. El salpicadero se puede elegir en color negro y también en una combinación de negro y marrón. Los asientos vienen equipados de serie con tapicería de tela marrón, pero opcionalmente se puede elegir una de cuero y Alcantara en color negro o marrón. Otros detalles que diferencian al Scout del Octavia Combi son las inserciones con el nombre Scout situadas en el volante, en los umbrales de las puertas, en el pomo de la palanca de cambios y en los asientos (fotos de detalles del interior en el blog Teletransporte).

Por espacio para los pasajeros, se sitúa en una zona media frente a sus competidores (tabla comparativa de mediciones interiores). Su maletero, en cambio, con una capacidad de 610 litros, es el segundo más grande de entre todos los vehículos familiares que miden entre 4,6 y 4,8 metros de longitud y tienen tracción total, únicamente superado por el del Volkswagen Passat Variant (listado comparativo). El portón posterior tiene de serie un sistema apertura y cierre eléctricos.

En el exterior se diferencia del Octavia Combi porque la distancia libre hasta el suelo es superior, porque los paragolpes tienen un diseño distinto y por unas protecciones de plástico negro sin pintar situadas en algunos puntos la carrocería —pasos de rueda, paragolpes y parte inferior de las puertas—. Además, incluye una serie de cubiertas de plástico para proteger los bajos ante posibles golpes o roces contra piedras. 

Solo está disponible con un nivel de equipamiento, sin nombre comercial. Son de serie elementos como el control de distancia de aparcamiento trasero, el ordenador de viaje, los reposacabezas delanteros activos, el climatizador automático, la conexión Bluetooth para el teléfono móvil o la conexión automática de los limpiaparabrisas. También incluye de serie algunos elementos prácticos que Škoda denomina «Symply Clever» y que son opcionales en el Octavia Combi, como por ejemplo una papelera (imagen), un rascador para el hielo (imagen) o un compartimento para dejar un chaleco reflectante situado bajo el asiento del conductor.

Al igual que en el Octavia Combi, el Scout puede tener algunos elementos de ayuda a la conducción relacionados con la seguridad, como por ejemplo el sistema de frenada preventiva —capaz de evitar una colisión o sus consecuencias—, el de detección de fatiga, un capó activo que minimiza los daños sobre peatones en caso de atropello o un asistente de estacionamiento automático.

El primer Škoda Scout apareció en el año 2008 (más información) y fue ligeramente renovado en 2010 (más información). Ambos estaban disponibles con un motor de gasolina de 160 CV y con uno Diesel de 140 CV.

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