Hay dos cosas que hacen especialmente recomendable al Škoda Octavia Combi 2.0 TDI. La primera es que tiene más volumen de maletero que casi cualquier coche familiar. La segunda, los coches familiares que son más espaciosos para los ocupantes, normalmente, son más caros (como un Ford Mondeo Wagon o un Citroën C5 Break).
La excepción es el Fiat Stilo Multiwagon; es prácticamente idéntico por espacio y tiene un buen tamaño de maletero (aunque queda lejos del que tiene el Octavia Combi: 510 litros, frente a 580 l). Otro aspecto positivo, es que resulta mucho más económico que el Octavia. Cuesta 19.310 € con motor turbodiésel de 140 CV. El Octavia Combi 2.0 TDI 140 está a la venta por 24.800 €.
El Renault Laguna Grand Tour 2.2 dCi 150 CV Confort Expression tiene un precio ligermante más bajo (24.770 €), pero es mucho más pequeño y tiene menos maletero que el skoda. Hay otros coches familiares más caros y menos espaciosos que el Octavia Combi, como el Alfa Romeo 156, el Peugeot 407 SW o el Audi A4.
El Škoda Octavia Combi 2.0 TDI 140 CV es económico, pero no tiene un precio particularmente barato: un Mazda 6 Active CRTD 2.0 16V Wagon 136 CV es sólo unos 800 € más caro y un Peugoet 407 SW ST Comfort HDI 136 CV unos 1.000 € más caro (tabla comparativa de todos los precios).
Esto se debe a que esta versión sólo se vende con el nivel de equipamiento «Elegance», que es el más completo de la gama Octavia. Esta versión tiene de serie, entre otras cosas: seis airbags, climatizador de doble zona, control de estabilidad, llantas de aleación y control de velocidad de crucero.
Nuestra unidad de pruebas tenía los faros de xenón para luces cortas (700 €). Es una opción recomendable (salvo que no se circule de noche por carreteras no iluminadas) porque dan una haz largo y uniforme, que normalmente no se alcanza con una unos faros halógenos.
También tenía la suspensión deportiva con neumáticos 225/45 R17 (es un paquete de opciones que cuesta 485 €). Esta suspensión tiene dos inconvenientes: puede resultar excesivamente dura para quien valore la comodidad, y va asociada necesariamente a las ruedas opcionales más grandes (que pueden no ser del gusto de todo el mundo principalmente por que resultan caras de reponer). Lo positivo de esta opción es que hace al coche más estable en ciertas condiciones.
Las prestaciones que hemos obtenido con el Škoda Octavia Combi 2.0 TDI han sido prácticamente iguales a las que obtuvimos con la berlina de cinco puertas; las diferencias que hay son casi irrelevantes. Según datos facilitados por Škoda, el Combi no es más pesado (pesa 1.425 kilos, por 1.430 del cinco puertas).
Hemos medido la aceleración máxima cambiando a una marcha superior a 4.100 rpm y a 4.500 rpm. Ha sido más rápido de la primera manera; es decir, no tiene sentido apurar las marchas, hasta la zona roja del cuentarrevoluciones.
La unidad que hemos probado es la que tiene cambio manual de seis velocidades. Škoda ofrece para esta versión el excelente cambio DSG por 1.790 € más.