El Škoda Octavia Green E Line es un vehículo experimental de propulsión eléctrica desarrollado tomando como base un Octavia Combi. Hay diez unidades de prueba que circulan desde finales de 2011 por República Checa.
Tiene un motor eléctrico de 85 kW (115 CV) que da un par de 270 Nm que se alimenta de la energía almacenada en una batería de iones de litio. Alcanza 135 Km/h de velocidad máxima de acelera de 0 a 100 km/h en 12 segundos. La autonomía puede llegar a 150 kilómetros.
La batería que suministra energía al motor eléctrico está formada por 180 celdas individuales. Tiene una capacidad de 26,5 kWh y pesa unos 315 kg. Va ubicada bajo el piso, de la zona central del coche hasta el maletero (imagen). Se recarga conectándola a la red eléctrica y parcialmente en las deceleraciones. Conectando el coche a la red eléctrica, en una toma convencional, son necesarias ocho horas. En una red trifásica (400 V) el tiempo de recarga se reduce a dos horas.
Tiene un sistema de bloqueo que evita que el enchufe pueda desconectarse durante el proceso de recarga. Cuando se acciona el mando a distancia para abrir las puertas, el enchufe se libera durante 30 segundos; si no se retira del coche durante ese tiempo, se bloquea automáticamente y el proceso de carga continúa.
El Octavia Green E Line mantiene las cinco plazas del Octavia Combi. El conductor puede consultar el consumo de energía, el estado de carga de la batería y la autonomía restante en el cuadro de instrumentos y la pantalla de la consola (imagen).