Es una variante del Ibiza 1.4 TDI de 80 CV, con cambios mecánicos que reducen el consumo de 4,7 a 3,8 l/100 km; las emisiones de CO2 pasan de 127 a 99 g/km (ficha comparativa). Esta versión se convierte, por una décima, en el modelo de sus características que menos gasta (relación de modelos, ordenada por consumo)
Está a la venta desde mediados de octubre, con carrocería de tres y de cinco puertas puertas. Cuesta 13.144 €, 1.000 € más que el 1.4 TDI 80 CV con equipamiento Reference. El equipamiento no es igual; el Ecomotive tiene un filtro de partículas en el escape, no lleva rueda de repuesto, ni respaldo posterior dividido en dos. A partir de enero de 2008, ninguno de los dos modelos pagará impuesto de matriculación.
Lo más convincente del Ecomotive no es sólo que gaste y contamine menos, sino que las prestaciones o la estabilidad no están muy disminuidas por las modificaciones que se han hecho.
La reducción de consumo y emisiones se debe a cambios en la programación de motor, unos desarrollos de transmisión más largos, una reducción de la resistencia aerodinámica, una disminución de peso, unas ruedas de menor resistencia a la rodadura y un filtro de partículas.
La modificación en la programación del motor no hace que el Ecomotive sea apreciablemente más lento. Los desarrollos de transmisión son más largos en todas las marchas, pero especialmente en la tres últimas (lleva una caja manual de cinco). Aunque el salto entre segunda y tercera aumenta, no es un problema grave porque la segunda velocidad de este Ibiza no es demasiado corta, es posible utilizarla en un margen de velocidad relativamente amplio (hasta unos 70 km/h). Un salto grande molesta sobre todo cuando la segunda resulta corta y la tercera, larga.
El desarrollo final es 51,7 km/h cada 1.000 rpm, algo muy favorable para viajes por carreteras amplias sin mucho desnivel. A 120 km/h en quinta, el motor del Ibiza va por encima de 2.800 rpm, el Ecomotive va a unas 2.300 rpm.
Las ruedas son más estrechas (165/70 14 en lugar de 195/55 15) y van hinchadas a una presión más alta (2,9 y 2,7 bar). Los neumáticos que lleva de serie son Dunlop SP10 A, de baja fricción. He conducido brevemente el Ibiza sobre una carretera húmeda y, al menos en esas condiciones, no parece que al coche le falte agarre lateral. La capacidad de tracción en esas condiciones sí puede ser insuficiente.
La reducción de la resistencia aerodinámica se debe a las ruedas, más estrechas y con tapacubos. El coeficiente de penetración Cx pasa de 0,31 a 0,30 y el factor de resistencia aerodinámica baja hasta 0,62 m².
La disminución de peso se debe principalmente a que lleva un equipo para reparar pinchazos en lugar de ruedas de repuesto, además de otras modificaciones como la ausencia del respaldo trasero dividido. La disminución más grande en términos relativos es la de resistencia a la rodadura: un 25 por ciento menos.
Entre las cosas que podría tener para gastar menos y no tiene están una caja de cambios de seis marchas (con una sexta más larga), un sistema de parada y arranque automáticos del motor y un indicador del momento óptimo para cambiar de marcha. De las tres, creo que esta última es la más favorable por su relación entre coste y beneficio.