Puertas laterales correderas
El SEAT Alhambra tiene dos puertas traseras correderas. A mi juicio ofrecen muchas más ventajas que inconvenientes. La mayor ventaja es que, como son muy largas y se abren mucho, dejan un acceso muy amplio al interior tanto a la segunda como a la tercera fila de asientos.
Otra posible ventaja es que facilitan el acceso y la salida en aparcamientos en batería estrechos, en comparación con unas puertas batientes. La mayor precaución que hay que tener con ellas, es que cuando están abiertas sobresalen lateralmente unos 20 cm de la carrocería, por lo tanto más que los espejos retrovisores. Los cristales de estas puertas no pueden bajar completamente, lo cual a mí me parece un inconveniente poco importante.
Es posible elegirlas con accionamiento eléctrico o manual. Las eléctricas son muy recomendables. El esfuerzo económico que suponen —1.000 €, menos de un 3% del precio total del coche—, me parece plenamente justificado por la comodidad que dan. La primera ventaja es que tienen un sistema que evita atrapamientos que las detiene cuando algo opone resistencia a su movimiento. Funcionan muy bien cuando se pone una mano o un brazo que interrumpe su movimiento, aunque no evitan algunos accidentes: según el manual, «la función antiaprisionamiento no impide que puedan quedar aprisionados dedos u otras partes del cuerpo contra el marco de la puerta».
La otra ventaja es que se puede parar su movimiento en cualquier parte intermedia de su recorrido y quedan frenadas incluso en pendiente. Las puertas de accionamiento manual sólo quedan enclavadas en su posición más abierta, sin ninguna posibilidad intermedia. Cuesta accionarlas en pendiente porque pesan mucho y ese problema se hace más patente porque en su parte interior no tienen un buen asa.
Las puertas eléctricas se pueden abrir desde el mando a distancia, desde dos botones al alcance de los ocupantes de la segunda fila o desde los mandos que hay en la consola al alcance de los ocupantes de las plazas delanteras.
Junto con las puertas laterales eléctricas viene el portón eléctrico. Su apertura se puede regular en distintos ángulos, lo que viene bien a las personas más bajas porque si está completamente abierto es dificil llegar al tirador.
Una diferencia que encuentro entre el Alhambra y la mayor parte de los monovolúmenes de este tamaño es que la posición de conducción es más baja de lo habitual. Otra es que el volante no quedan muy tendido. Los asientos son buenos y dan una correcta sujeción lateral.
En las plazas delanteras hay muchos huecos para depositar objetos. En opción se pueden añadir unos cajones debajo de los asientos delanteros que pueden ser muy útiles. Los materiales que recubren el interior y sus ajustes aparentemente son de gran calidad.
Tercera fila de asientos
El interior del Sharan es cómodo como vehículo de siete plazas. Las plazas que ofrecen menos confort son naturalmente las dos últimas, pero no me parece que presenten inconvenientes claros para que viajen bien dos adultos de hasta 1,75 m y también niños en sus sillitas (entre el grosor de la silla y que algunos niños tienen que llevar las piernas estiradas, ocupan más que un adulto), incluso aquellos que tienen que ir en sentido contrario a la marcha (imagen). Para que los que viajen atrás vayan con espacio suficiente para las piernas, hay que adelantar un poco los asientos de la fila anterior, que es posible hacerlo en cada uno por separado (imagen) y en un recorrido de hasta 16 cm.
La tercera fila de asientos del Alhambra tienen atenciones para sus ocupantes como salidas de ventilación (aunque no hay mandos para regular la temperatura ni la distribución del aire), reposabrazos o cajones con tapa para depositar objetos.
El acceso a la tercera fila es muy bueno (al menos para una persona que no tenga problemas de movilidad) porque a la amplitud que deja la puerta, se añade la facilidad con que se abaten los asientos de la segunda fila.
Los cinco asientos de la segunda y tercera fila tienen fijaciones Isofix para sillitas de niños. Sólo las plazas de la segunda pueden llevar integrados unos asientos especiales (imagen) para niños, que suplen en algunos casos (Grupos 2 y 3, por lo tanto no sirven para bebés) el uso de sillas infantiles. Si no son necesarios se recogen con gran facilidad y queda un asiento normal para adultos.
Segunda fila de asientos
Los tres asientos de la segunda fila son del mismo tamaño (imagen). Aunque el interior es ancho, para poder poner una plaza central normal SEAT ha tenido que acercar mucho las laterales hacia las puertas.
Caben tres adultos sin problemas, no viajan holgadamente porque la anchura entre puertas es 151 cm y la espalda de un adulto normal tiene unos 50 cm de ancho. Es decir, tres irán rozándose entre sí y prácticamente pegados a las puertas.
Aun con esa limitación de espacio a lo ancho, el Alhambra (y otros monovolúmenes del mismo tipo), es, por mucho, preferible para llevar a tres ocupantes que cualquier turismo con carrocería familiar por grande que sea (que suelen ser mucho más estrechos y tienen una plaza central incómoda). Ahora bien, me parecería un error adquirir un Alhambra para llevar ahí a sólo a dos ocupantes porque los asientos laterales no se pueden acercar hacia el centro cuando no se usa el central y no es posible tener un reposabrazos central.
Los asientos de la segunda y tercera fila se pueden plegar bajo el piso si no se necesitan (en el Alhambra anterior había que sacarlos del coche y guardarlos en algún lugar) y queda una superficie de carga completamente plana. Es una solución similar a la que ofrece el Ford Galaxy. A mi juicio es preferible esta opción que tener que sacarlos aún a costa de perder un poco de altura de carga, ya que normalmente son muy pesados.
La toma de corriente que puede tener de 230 V no es muy práctica porque sólo admite enchufes estrechos (imagen).
Espacio de carga
Cuando los asientos de la segunda y tercera fila están abatidos queda una superficie de carga completamente plana de 2,11 m de longitud con los asientos del conductor y acompañante completamente retrasados (imagen). Si se necesita transportar objetos más largos, es posible pedir una opción que permite abatir hacia delante el respaldo del acompañante, con lo que, según SEAT, queda 2,95 m de espacio libre (nuestra unidad de pruebas no tenía esta opción).
En configuración para cinco ocupantes la superficie de carga varía desde 1,19 m hasta 1,35 m (imagen) en función de la posición de la segunda fila de asientos
Con las siete plazas en posición de servicio, el maletero (imagen) tiene una superficie de carga de sólo 50 cm de larga, aunque es más bien profundo, 74 cm, porque no tiene rueda de repuesto. En su lugar lleva unos neumáticos antipinchazos fabricados por Continental denominados «ContiSeal». Son unos neumáticos convencionales a los que se ha añadido una capa de un producto muy viscoso por la cara interna de la banda de rodadura que impide la pérdida de aire siempre que el objeto punzante que se clave no sea grande. El sistema no protege de los cortes en los flancos, una avería frecuente especialmente en los neumáticos de perfil bajo.
Es posible aprovechar con seguridad toda la capacidad que ofrece el Alhambra porque hay anclajes para colocar redes que separan verticalmente la carga de los ocupantes. Esta red se puede colocar detrás de la primera y segunda fila de asientos. También hay varias argollas con pinta de ser muy sólidas distribuidas a lo largo de toda la superficie de carga. También es posible colocar esa misma red colgada en unos rieles en los laterales del maletero (imagen).
Por la boca del maletero se podría introducir hasta un objeto de hasta 1,20 m de ancho.