Si en el 9-5 consideraba que la versión más recomendable para casi todos los públicos era el Vector, en el 9-3 no es así. El 9-3 Vector me parece un coche más rápido de reacciones y con menos movimiento de carrocería en curvas que el 9-3 Arc.
La estabilidad del Vector me parece buena, e incluso con cierto tacto «deportivo» que no tenía el Arc. En este sentido, no es como un Alfa Romeo 156, un Ford Mondeo o un Mazda6, pero sí me parece que tiene mejor tacto que un Audi A4 con suspensión normal, o que un Volkswagen Passat. Un Mercedes Clase C, que tiene una suspensión más blanda, va mejor por carreteras rápidas; en esas carreteras hace falta menos una gran rapidez de reacciones y más una capacidad para mantener la trayectoria.
Las reacciones del 9-3 Vector son las normales en este tipo de coche. Tiene buen agarre, tarda en subvirar y, cuando lo hace, siempre mantiene un cierto tacto de dirección (no se queda el volante muy «blando»). El control de estabilidad funciona aceptablemente en subviraje, aunque eso no quiere decir que se pueda entrar en cualquier curva a cualquier velocidad. Sólo sobrevira en condiciones desfavorables y, cuando lo hace y la adherencia es suficiente, el control de estabilidad lo sujeta bien.
Lo que pierde el 9-3 Vector con relación al Arc es la suavidad y el confort que tenía éste. Quien aprecie que el coche pase por los baches con la menor sacudida posible para los pasajeros, mejor que se decida por un Arc, porque el Vector es un coche más bien duro. Lo mejor, en todo caso, es probar las dos versiones antes de decidirse por una.
Una cosa a favor del Vector son los asientos (no entiendo porque sólo las versiones «deportivas» tienen buenos asientos). Aunque tampoco son el ideal de asiento, por la forma y por la tapicería, sujetan mucho mejor el cuerpo que los que lleva el Arc.
Los frenos funcionan bien y aguantan lo normal en coches de este tipo: más que suficiente para casi todo uso, algo menos de lo deseable en uso muy intenso, que muy raras veces se da.