Las impresiones y los datos que tenemos sobre el motor son los ya expresados en la prueba del 9-5, que reproduzco parcialmente.
Las prestaciones del 9-3 TiD son las que corresponden a un Diesel de 125 CV que no es ligero (1.510 kg). No da la sensación de ser un coche lento, pero los hay que, con una potencia semejante, son más rápidos. Entre ellos están los que tienen el motor Volkswagen TDI de 131 CV, o el Ford Mondeo con el motor TDci de la misma potencia.
Pero lo normal es que las berlinas Diesel de potencia real semejante a la del 9-3 tengan también unas prestaciones semejantes. Es el caso del Citroën C5 HDI de 133 CV, el Renault Laguna dCi de 120 CV y el Opel Vectra DTI, que lleva el motor de origen Isuzu que también tiene el 9-3.
Lo que le falta al motor del 9-3 es más fuerza a régimen muy bajo. Para arrancar en una rampa, por ejemplo, es preciso acelerar más que con otros coches. También es más fácil que se cale si el conductor no desembraga correctamente.
Para una circulación normal o normalmente rápida por carreteras de sentido único, no faltan más prestaciones.
En el recorrido por carretera de sentido único y rampas frecuentes no he necesitado forzar el motor para conseguir 150 km/h de media real (con cronómetro y teniendo en cuenta el error del cuentakilómetros). En esas condiciones, el consumo está por debajo de 8 l/100 km.
Aunque teóricamente larga (con relación a la velocidad máxima), la sexta velocidad es perfectamente aprovechable en esas condiciones de ciculacón. Incluso con el coche parcialmente cargado o en rampas, mantiene una cierta reserva de aceleración. Se puede ver en las mediciones de recuperación que la respuesta en sexta es buena.
Puede ir más rápido si se empieza a buscar un régimen alto y se acelera mucho con frecuencia. En todo caso, no es el coche para quien valore las prestaciones más por la sensación de aceleración que por la media real que puede dar en un viaje.
A diferencia de lo que observó mi compañero Enrique Calle durante la presentación de este modelo, no me parece que sea ruidoso. Tiene un claro sonido a Diesel, pero a un volumen que no es alto. Se puede viajar rápido sin tener que elevar la voz al conversar o llevar la música alta. No es de los más suaves, pero tampoco es el más áspero.