El Mégane eVision es un prototipo de SUV eléctrico de 4,21 metros de longitud, con cinco puertas, con el que Renault avanza una serie de novedades que introducirá en su gama de coches eléctricos, así como el aspecto en el que se podrá basar un futuro modelo de producción. La distancia entre ejes es de 2,70 metros que, en relación al tamaño de la carrocería, es más bien grande. La anchura es de 1,80 metros y la altura, de 1,50 m, por lo que las dimensiones, sin contar la batalla, son muy parecidas a las de un Nissan Juke.
La principal novedad del Mégane eVision es el estreno de una plataforma modular denominada CMF-EV (acrónimo de Common Module Family Electric Vehicle y desarrollada entre Renault y Nissan), así como el empleo de una batería de 60 kWh de capacidad excepcionalmente fina, y un sistema de impulsión de dimensiones muy compactas para mejorar la amplitud.
Tambien dispone de tecnología V2G, o vehicle-to-grid, que permite enchufar el vehículo aparcado en la vía pública a un punto de recarga de la red eléctrica (por ejemplo, una farola con cargador) y funcionar de manera bidireccional, bien cargando, bien transfiriendo parte de la carga de su batería a la propia red. La potencia máxima de carga que admite en corriente continua es de 130 kW y la tensión nominal del sistema eléctrico del coche es de 400 voltios.
El motor tiene 217 caballos y permite acelerar al Mégane eVision de 0 a 100 km/h «en menos de ocho segundos». No hay detalles sobre la autonomía, más allá de que en la nota de prensa dice que se podrá cubrir una distancia como de Londres a Newcastle (de unos 455 kilómetros) en el mismo tiempo que con un coche con motor de combustión, con paradas incluidas.
La plataforma servirá a Renault, Nissan y Mitsubishi para desarrollar turismos y SUV de diferentes longitudes, y permite usar baterías de distintos tamaños y potencias, en posición horizontal o vertical y cuya estructura portante es parte de la arquitectura de absorción de impactos del vehículo. El primer modelo en salir al mercado con la plataforma CMF-EV será uno basado en el Mégane eVision. Para que el salpicadero ocupe menos espacio, el módulo de aire acondicionado es más compacto que en los actuales modelos eléctricos de Renault. El motor de este prototipo está situado delante y la tracción es delantera, pero la plataforma está diseñada para alojar un segundo motor que mueva las ruedas traseras. También dice haber trabajado en mejorar la eficiencia del sistema de regeneración durante las frenadas (ERS, de Energy Recovery System), en la refrigeración de batería, motor y unidad de gestión, así como del habitáculo (que se climatiza obteniendo calor del circuito de refrigeración de la batería y el motor).
Renault dice que, pese a su relativamente pequeño tamaño en relación a los modelos eléctricos que presentan otras marcas, el habitáculo, del que no ha publicado fotos, es particularmente amplio. En todo caso, esta cualidad es común a otros coches eléctricos que se comparen con sus equivalentes de motor térmico, como el Volkswagen ID.3 en relación al Golf.
Las llantas son de 20 pulgadas de diámetro, con neumáticos 245/40 ZR 20. Renault dice que, al disponer de voladizos cortos gracias a que las ruedas están cerca de las esquinas, los modelos que empleen esta plataforma tendrán llantas de entre 18 y 20 pulgadas. En el diseño del coche cobran mucha importancia las luces, que tanto delante como detrás crean formas tridimensionales que engloban el logotipo de Renault y sirven para crear efectos luminosos particulares (a los que Renault, entre otros fabricantes, denominan «firma luminosa»). Algunas de estas, junto con otras funciones destinadas a mejorar la vida a bordo, están integradas en lo que Renault ha llamado ecosistema LIVINGTECH. Por ejemplo, la iluminación interior con saludo personalizable o una pantalla multimedia que permanece escondida cuando el coche está apagado y aparece al aproximarse para dar un mensaje de bienvenida. Los faros tienen iluminación de tipo LED Matrix (ledes dispuestos matricialmente). El Mégane eVision admitiría, si fuese un coche de producción, actualizaciones a través de red de datos.
Algunos elementos de la carrocería están destinados a favorecer la creación de una cortina de aire alrededor del coche para reducir la resistencia aerodinámica, como también lo hacen el alerón posterior o las manetas eléctricas de las puertas, que se esconden durante la marcha y aparecen cuando se aproxima el conductor o el copiloto. El color predominante es un gris denominado Slate Grey Matt, aunque algunas partes están pintadas en color dorado.
Renault ha empleado el mismo nombre de su berlina de tamaño medio, que fue lanzada en 1995, pero en el anagrama trasero del prototipo la E final de Mégane tiene un color dorado, para destacarla del resto de letras (que son grises) porque simboliza «cuán avanzada es esta tecnología». El prototipo Renault MORPHOZ fue, a su vez, adelanto del Mégane eVision.