El habitáculo tiene un diseño agradable, moderno, en el que llama la atención la pantalla de la consola (imagen). Está colocada, al contrario de lo que es habitual, con en lado más largo en vertical. Desde ella se maneja todo lo relacionado con el sistema multimedia (equipo de sonido, teléfono y navegador) y multitud de cosas más, como el climatizador, los masajes de los asientos delanteros o todo aquello que es configurable en el coche (que son muchas cosas y que depende de la cantidad de equipamiento de la unidad en particular). En esta, esta y esta imagen se pueden ver algunas de las funciones que se pueden controlar.
Esta pantalla, al estar colocada en la parte superior de la consola, se consulta con facilidad. Además, responde a las órdenes que se hacen con los dedos sin más que rozar ligeramente su superficie. En este sentido, es posiblemente la mejor pantalla que actualmente tiene Renault.
Renault ha integrado en esa pantalla la práctica totalidad de las funciones, excepto algunas del sistema de climatización (para ello hay unos botones físicos imagen) y del sistema de sonido (que se controlan desde unos mandos ubicados en la columna de la dirección (imagen). Si se desea controlar alguna de las funciones que no sean las anteriormente descritas, como por ejemplo elegir una presintonía, es necesario mirar la pantalla e incluso realizar varios pasos previos para llegar al menú que se desea. Hay cosas especialmente difíciles de hacer mientras se conduce, y que por lo tanto es mejor no hacerlas, como cambiar manualmente la frecuencia de la radio, ya que hay que deslizar el dedo sobre un dial que aparece en la pantalla. Para este tipo de cosas son preferibles botones o ruletas tradicionales.
El Espace 2015 tiene cinco plazas y, opcionalmente, siete. Las de la segunda fila (imagen) están compuestas por tres asientos de idéntico tamaño (43 cm de ancho), se pueden desplazar longitudinalmente 15 cm y tienen anclajes Isofix y Top Tether.
En esta fila hay 92 cm desde la banqueta hasta el techo, suficiente para que pasajeros de algo más de metro noventa de estatura quepan sin que la cabeza les golpee contra el techo; pero no sobra nada de sitio. Si está instalado el techo panorámico, se pierden cinco centímetros, con lo que difícilmente entrarán personas de más de 1,85 metros sin rozar con el techo (siempre y cuando vayan bien sentadas, es decir, con la cadera pegada al respaldo).
La posibilidad de colocar cada asiento a diferente nivel (gracias al desplazamiento longitudinal) viene bien para evitar que choquen los hombros de los ocupantes, algo que es fácil que suceda si éstos son corpulentos puesto que la anchura entre puertas no es grande (hay 146 centímetros, por 152 que tiene un Ford S-MAX).
En la segunda fila de asientos hay salidas de ventilación en los laterales de la carrocería (imagen) y bajo los asientos delanteros; no así en la prolongación de la consola que hay entre las plazas delanteras, donde se encuentra el mando para variar el caudal del aire, además de una toma de corriente de 12V y otras dos de tipo USB (imagen).
Los asientos opcionales que conforman la tercera fila (imagen) son también individuales y no tienen ajustes. Para que sus ocupantes tengan un mínimo de espacio para las piernas, es necesario adelantar algo los de la fila inmediatamente anterior. No hay anclajes isofix, pero sí luces de lectura, dos salidas de aire (que parecen pensadas para evitar que se empañen las ventanillas más que para proporcionar confort climático a los últimos ocupantes) y reposabrazos mullidos en los laterales. Como habitualmente ocurre en los modelos de la competencia, estos asientos van muy cerca del suelo, lo que obliga a sus ocupantes a llevar las rodillas muy elevadas respecto al cuerpo.
Cada uno de los asientos de la segunda y tercera fila se pueden plegar cómodamente pulsado un botón que hay en el maletero (hay uno por asiento, además de uno para todos, imagen) o desde uno de los menús de la pantalla del salpicadero. Para colocar los asientos en su posición de servicio, hay que hacerlo necesariamente a mano, pero no es una tarea complicada ni que requiera mucha fuerza. En general todas las operaciones que se pueden hacer con cada uno de los asientos se realizan sin mucho esfuerzo. Ninguno se puede sacar del interior, a diferencia de lo que ocurría en el anterior Espace.
La postura de conducción es ligeramente más erguida que la de un turismo. La visibilidad hacia delante es muy buena puesto que los montantes del parabrisas son muy estrechos. No hay demasiados huecos alrededor para vaciarse los bolsillos o dejar cosas de mediano tamaño. Algunos de los sitios previstos para dejar cosas no quedan a mano, es el caso de los que hay bajo la consola (imagen), puesto que para llegar a él hay que forzar la posición del brazo. Este espacio es más pequeño en las versiones con cambio manual que en las automáticas.
El cuadro de instrumentos es una pantalla con distintas posibilidades de visualización (ejemplos). Opcionalmente el Espace puede tener un sistema que proyecta algunas informaciones (velocidad, indicaciones del navegador y otras advertencias) sobre una lámina de plástico que hay sobre el salpicadero (imagen). Su función es disminuir el tiempo que se desvía la vista de la carretera al consultar esos datos (la pantalla táctil de la consola consigue exactamente lo contrario) y evitar los cambios continuos de enfoque.
La palanca del cambio automático (imagen) se maneja desplazándola con pequeños toques, tras lo que retrocede automáticamente al punto inicial. Donde cae el dedo pulgar, que es donde normalmente está el botón de desbloqueo de la palanca en los cambios automáticos, hay un botón que selecciona la posición P, que deja bloqueada la transmisión. No pocas veces hemos pulsado ese botón sin querer cuando queríamos maniobrar, por lo que en vez de seleccionar el avance (D) o el retroceso (R), el coche quedaba frenado. Con la práctica, hemos asimilado el movimiento correcto.
La guantera (imagen) es un cajón que se abre como el de un armario (horizontalmente) tras pulsar un botón. Si el copiloto lleva las rodillas cerca del salpicadero, no podrá abrirla. Tiene 12 litros de capacidad, está iluminada y climatizada.
El Espace de cinco plazas tiene un maletero de 680 litros de capacidad, que puede aumentarse hasta 785 litros si se adelantan al máximo los asientos de la segunda fila. El Espace de siete plazas, cuando solo se utilizan las cinco de las dos primeras filas, tiene 614 y 719 en cada configuración; si se usan las tres filas de asientos, el volumen es 247 litros. El maletero disponible cuando hay siete plazas es mayor que el de un S-MAX. Por ejemplo en esta foto se ve que un carrito infantil cabe mejor el Renault (imagen) que en el Ford (imagen).
El equipaje queda oculto por una cortina enrollable. Si se adelantan los asientos de la segunda fila, no hay nada que cubra el espacio desde ellos hasta el carrete donde se enrolla la cortina. Tampoco hay anclajes en el techo para colocar verticalmente una red que separe la zona de carga del habitáculo si se desea utilizar el espacio de carga hasta el techo.
La rueda de repuesto, en caso de tenerla (es opcional), es más pequeña que el resto y va colocada en el exterior, por debajo del maletero. En nuestra unidad de pruebas, el doble fondo del maletero estaba ocupado por el amplificador del sistema de sonido (imagen) y las herramientas están en un cajón que hay bajo la superficie donde los ocupantes de la segunda fila apoyan los pies (imagen).