El Porsche 911 Carrera T ha sido desarrollado a partir del 911 Carrera. Por tanto tiene el motor menos potente de la gama —de 385 caballos— y tracción trasera. El Carrera T es el resultado de sumar y restar: Porsche ha añadido equipamiento que mejora el rendimiento en conducción deportiva y ha elimnado otros elementos para reducir el peso. Cuesta 153 350 euros, tanto con transmisión automática de doble embrague PDK como con una manual de siete relaciones.
La del 911 no es la única versión T en la gama Porsche, también existen el 718 Cayman T y 718 Boxster T y el Macan T. La letra T —que proviene de Touring— describe a los modelos que ofrecen una experiencia de conducción pura según Porsche. Estoy de acuerdo, quien pague los 12 111 € que cuesta de más respecto el 911 Carrera tendrá a cambio un 911 que transmite un extra de emociones.
Cuando he conducido muy rápido un coche eléctrico por una carretera de montaña he acabado echando en falta dos sensaciones: el ruido y las vibraciones que produce un motor de combustión (es en la única situación). Este 911 Carrera T es la antítesis a eso: el motor se oye y se siente desde el momento en el que se gira el mando que le da vida (ese que está a la izquierda del volante siguiendo la tradición de Porsche; imagen). Aún más que otros 911, porque precisamente una de las diferencias del Carrera T es que hay menos materiales de aislamiento.
A cambio se pierde confort, tanto a la hora de viajar —que sea más ruidoso acaba pasado factura cuando se lleva ya unos cuantos kilómetros en él— como en el día a día, especialmente si se usa en ciudad donde la suspensión rebajada 10 mm tiene una repercusión clara en el confort. El 911 Carrera T es un coche con el que conviene esquivar las tapas de alcantarilla mal enrasadas y con el que hay que pasar muy despacio los pasos de peatones sobreelevados para evitar que coincida el movimiento vertical de las ruedas delanteras y traseras. Aquí están las impresiones de conducción, donde también hablamos de las prestaciones.
Por fuera es un coche discreto, al menos todo lo discreto que puede ser un 911. Esta versión T se distingue del resto por algunas molduras y detalles en color gris (como la carcasa de los espejos retrovisores) o por los adhesivos «911 Carrera T» que hay en las puertas (imagen). En el interior hay molduras decorativas en negro brillo y mate.
¿Qué cambia en el Carrera T?
En lugar de la suspensión de serie de un 911 Carrera, el T lleva la deportiva con amortiguadores de dureza variable (PASM), que reduce la altura de la carrocería en 10 mm. También tiene un diferencial autoblocante, el sistema Porsche Torque Vectoring (frena selectivamente las ruedas posteriores para mejorar la agilidad en curva) y el paquete Sports Chrono. Otros elementos de equipamiento son el escape deportivo, el volante deportivo GT (imagen) y los asientos SportPlus con reglajes eléctricos (imagen).
Se puede montar dirección en las ruedas traseras, un elemento que no está disponible para el 911 Carrera, pero sí para el Carrera S. No he conducido el mismo 911 con este sistema y sin él, pero aunque solo sea por la ventaja que da al maniobrar, recomiendaría instalarla (cuesta 2566 €). Del Carrera S también derivan las llantas, de 20 pulgadas las delanteras y 21 las traseras, con neumáticos 245/35 y 305/30 respectivamente.
En la información que proporciona Porsche sobre el Carrera T dice lo siguiente: «Además de eliminar los asientos traseros y reducir el aislamiento, el peso se reduce aún más al aligerar los cristales y la batería». Creo que cualquiera al leer eso interpreta que el Carrera T pesa menos que un Carrera, pero no es así. A igualdad de cambio de marchas —ambos con el PDK— pesan exactamente lo mismo, 1580 kg. Lo que Porsche parece querer decir, de manera un tanto confusa, es que ha compensado los kilos del equipamiento extra con esas medidas. Lo que sí es cierto es que la versión con cambio manual es el 911 más ligero porque pesa 35 kilogramos menos que el automático.
Los asientos traseros que ha quitado Porsche del equipamiento de serie (imagen) se pueden volver a poner sin coste.
Equipamiento
El equipamiento de serie del 911 Carrera T es básico pero no escaso. Tiene elevalunas eléctricos, cierre centralizado, faros de ledes y un sistema multimedia con navegador y asistente de voz desde el que se maneja un equipo de sonido sencillo con ocho altavoces. El único sistema de asistencia al conductor es un programador de velocidad. No voy a negar el plus de seguridad que suponen los asistentes, pero reconozco haber disfrutado durante unos días de un coche sin pitidos, luces ni correcciones del volante inesperados.
Porsche permite ampliar ese listado con multitud de elementos como dos tipos faros —adaptativos (1127 €) o matriciales (3312 €)—, dos techos abribles —metálico o de cristal, 1996 o 2566 €—, un techo de carbono (4059 €) o dos equipos de sonido —BOSE de 1615 € y Burmester de 5254 €—. La escasez de asistentes tiene solución también: el programador de velocidad se puede mejorar con uno activo (1941 €) y se puede añadir el mantenimiento en el carril (1208 €), la visión nocturna (2661 €), la detección de vehículos en el ángulo muerto (937 €) o, por ejemplo, un sistema de aparcamiento remoto (4432 €).
También hay opciones pensadas para facilitar el uso del 911 Carrera T, como el sistema de entrada y arranque sin llave (624 €), un sistema hidráulico que eleva 40 mm en eje delantero para que sea más difícil que roce en algunos garajes (2756 €), el eje trasero direccional (2556 €) o un depósito de combustible de 90 litros en vez de 60 con el que se pueden conseguir autonomías de 1000 kilómetros durante los viajes a ritmo normal.