Este Porsche 911 Carrera GTS 2015 es una versión con 430 CV del 911 (prueba del Porsche 911 Carrera) que sustituye a la de la misma denominación de la generación anterior (información del 911 Carrera GTS 2011). Las siglas GTS —de Gran Turismo Sport— definen, según Porsche, «máquinas de conducción exclusivas, pasionales y deportivas» (y yo apunto: tienen razón). Dentro de la gama 911 quedan situadas entre los Carrera S (de 400 CV) y los Turbo (521 CV) tanto por la potencia como por el precio.
La versión GTS está disponible con cualquiera de las tres carrocerías del 911: cupé, descapotable y Targa. Las dos primeras con cambio manual o automático «PDK» (ambas de siete velocidades) y con tracción en las ruedas traseras o total (fichas técnicas del cupé y del descapotable). El Targa GTS lo está con los dos tipos de cambio y únicamente con tracción total (fichas técnicas). Desde la parte posterior del 911 es posible distinguir el tipo de tracción por el logotipo y, además, porque las de tracción total tienen una tira de plástico roja que une los pilotos que, en el caso de las de tracción trasera, es reemplazada por una rejilla negra.
El Carrera GTS está disponible desde 135 339, el Carrera GTS Cabriolet desde 149 865 y el Carrera 4 GTS Targa con cambio manual estará disponible por 158 010 € (ficha comparativa de las tres versiones más asequibles con cada carrocería). La diferencia de precio respecto a las versiones Carrera S es de unos 31 500 €.
Según los datos oficiales, todos los 911 Carrera GTS son ligeramente más rápidos que las versiones equivalentes del 911 Carrera S en la aceleración de 0 a 100 km/h y alcanzan más de 300 km/h de velocidad máxima. La mejora de prestaciones con respecto al Carrera S no supone un incremento del consumo homologado de combustible (desde 8,7 l/100 km en el cupé, desde 8,9 l/100 km en el descapotable y desde 9,2 l/100 km en el Targa).
Los últimos modelos de Porsche son coches fáciles de conducir rápido (hasta cierto límite) y que hacen gozar al conductor por cómo se «comunica» el coche con él. Efectivos y divertidos. Y encima cómodos. Las versiones GTS no se salen de ese guion aunque tienen un enfoque un poco más deportivo. En carretera abierta, es difícil buscarle las «cosquillas» porque sus cualidades están por encima de lo que marca como límite el sentido común: frena, entra en las curvas y tracciona muy bien; la dirección es precisa, el cambio automático PDK sabe siempre lo que debe hacer y el motor, cuando se acelera a fondo, responde enérgicamente, mayor conforme avanza la aguja del cuentarrevoluciones. Más información en las impresiones de conducción.