Es el Porsche de calle más rápido, al menos hasta que llegue el Carrera GT. Está basado en el 911 Turbo, pero con un motor más potente, cambios en la suspensión y con tracción trasera en vez de total. El precio de este coche será 32.000.000 de pesetas.
Tiene 462 CV de potencia, es decir, 42 CV más que el 911 turbo. Las suspensiones y la aerodinámica también han sido revisadas. La carrocería del GT2 está 2 mm más cerca del suelo que la del Turbo, y tiene neumáticos más anchos: 235/40 R18 con llantas 8,5 x 18 para el eje delantero y 315/30 R18 con llantas 12 X 18 para el tren trasero (cada neumático trasero cuesta poco menos de 150.000 pesetas).
Pesa 1.515 kg (según norma UE), 100 menos que el Turbo porque Porsche ha eliminado la tracción total y ha puesto frenos cerámicos. Gracias al incremento de potencia y reducción de peso mejora ligeramente la aceleración de 0-100 km/h (4,1 frente a 4,2 segundos del turbo), la velocidad punta pasa de 305 a 315 km/h. El incremento de aceleración no es grande en términos absolutos, en parte a causa de la pérdida de motricidad que implica tener tracción sólo en un eje.
Frenar un Porsche a una velocidad cercana a 300 km/h nunca ha sido un problema y menos lo va a ser ahora puesto que Porsche ha incorporado al GT2 frenos cerámicos, como se puede apreciar por las pinzas amarillas. Este equipo de frenos (que pesan la mitad que unos de hierro equivalentes) tiene una duración aproximada de 300.000 km y cuestan 1.600.000 de pesetas, a cambio se recibe una resistencia al calentamiento extrema.
El aspecto del GT2 cambia con relación al Turbo; el alerón trasero es más voluminoso, tiene ajuste manual, no cambia su incidencia automáticamente, y los neumáticos son más anchos. El paragolpes delantero es diferente y, entre éste y el capó, hay una pequeña toma de aire.