Peugeot 206 3p XS 75 (1998) | Un interior con aspectos buenos y malos

01/01/2002 |Enrique Calle

Para dos personas, el 206 es una opción recomendable. Si van a montar habitualmente cuatro, los hay mejores porque las plazas traseras están poco aprovechadas y falta anchura. En este sentido, son preferibles al 206 (de más a menos) el Toyota Yaris, el Fiat Punto, el Opel Corsa y el Renault Clio.

En las plazas delanteras es muy bueno. Las cotas que medimos en km77 son amplias y la sensación de espacio es grande porque el parabrisas, los montantes delanteros y el techo quedan lejos. Además el conductor (y acompañante) pueden mover las rodillas sin que sea fácil que dé en la consola central o en las puertas (algo que ocurre en muchos modelos de este tamaño).

El aspecto de los plásticos interiores es algo basto, muy distintos a los de coches como el Punto o el Clio, o a los que tiene un 307 (más moderno).

Los asientos de esta versión son cómodos. Sujetan el cuerpo convenientemente, salvo en la zona más alta de la espalda, pero en ningún momento me han resultado incómodos.

Como ocurre en muchos coches pequeños (salvo excepciones como el Mini), el volante está muy tendido. Si nos colocamos bien frente al volante los pedales quedan cerca y si nos colocamos bien frente a los pedales, el volante queda lejos.

Tiene muchos huecos para dejar objetos de diferente tamaño. En las puertas tiene dos bolsas independientes para dejar cosas más bien grandes, pero una de ellas no se puede utilizar con las puertas cerradas porque la boca queda pegada al lateral del asiento delantero. La guantera es mucho más grande de lo normal y, aún metiendo la documentación y el libro de instrucciones del coche en su correspondiente carpeta, la mayor parte del espacio queda libre. En su tapa hay dos portavasos que no sujetan bien los recipientes.

Justo enfrente del acompañante hay una hendidura de gran tamaño en el salpicadero que me ha parecido muy útil. Los pasajeros de las plazas posteriores tienen cuatro huecos en las plazas traseras: uno en el centro del coche, dos en los laterales a la altura de la banqueta y unas bolsas en los respaldos de los asientos delanteros.

El acceso a las plazas posteriores es bueno porque se desplaza todo el asiento hacia delante unos centímetros. Para hacerlo hay que utilizar una palanca que puede ser algo incómoda por lo baja que queda. Esta misma palanca sirve para regular la inclinación del respaldo, mediante un sistema de puntos fijos.

Las luces son un punto desfavorable. El haz en luz de cruce no es ni intenso, ni largo, ni uniforme. Las luces largas anulan las de cruce, y tampoco tienen mucha capacidad para iluminar bien.

La rueda de repuesto está por debajo del piso del maletero, con lo cual es más sucio y complicado sacarla de ahí en caso de pinchazo; eso sin contar el deterioro que sufre por las temperatura, o las condiciones químicas del ambiente (o los ladrones). Lo bueno que tiene la rueda de respuesto es que es de medidas originales.

Aún con la rueda fuera del habitáculo, el volumen del maletero no es grande (245 litros). El maletero tiene una correa para sujetar objetos que no sean demasiado pesados, de serlo, es fácil levantar la moqueta que recubre el lateral, puesto que la correa está ahí fijada (y no en la chapa).