Opel Zafira OPC 2.0 Turbo 16V (1999) | Impresiones de conducción
El Zafira OPC me ha sorprendido por la excelente capacidad que tiene para rodar rápido por todo tipo de carreteras, y por lo fácil que es para el conductor aprovechar su potencial, que es mucho.
He conducido el coche por carreteras con curvas rápidas, por un puerto de montaña y las impresiones han sido muy positivas. Es un coche con el que se disfruta de la conducción de estilo rápido, a lo que ayuda la excelente puesta a punto del chasis y el enérgico empuje de su motor turbo
Tiene una suspensión más dura que la de la mayor parte de los monovolúmenes a excepción del Mercedes Clase A (no he llevado el Mercedes A 210 Evolution). Amortigua mejor las irregularidades que provocan un movimiento lento de la suspensión, que aquellas que dan un movimiento rápido a la rueda (asfalto rizado), donde transmite vibraciones al interior. En cualquier caso, esta suspensión normalmente no me ha parecido incómoda, pero 45 minutos al volante son pocos para afirmarlo con seguridad. La ventaja de tener una suspensión de este tipo es que no tiene las inclinaciones ni los cabeceos típicos de los monovolúmenes circulando por zonas de curvas.
El Zafira OPC se inclina y cabecea poco. Entra en las curvas con poco subviraje, algo que sorprende en un coche de 1.560 kg y con un centro de gravedad tan alto.
Los asientos tienen una sujeción lateral suficiente, que mejoraría si no tuviera los laterales y la parte superior de los hombros tapizados en cuero. La banqueta de estos asientos se puede extender unos centímetros, para que las personas más altas puedan apoyar bien las piernas.
La palanca de cambios queda un poco baja, incluso con la banqueta en la posición más baja (Javier Moltó comentó lo mismo en la prueba del Zafira 2.0 Dti). El acabado de aluminio pulido de la palanca tampoco le da mucho agarre.
Tiene control de estabilidad de serie, pero pocas veces entra en funcionamiento en conducción normal o rápida. También tiene control de tracción que sí funciona más a menudo, si se circula rápido, a la salida de las curvas más cerradas.