La suspensión del Vectra GTS, menos flexible que la del cuatro puertas, lo hace claramente más dinámico y estable. Sus reacciones son más ágiles, el eje delantero entra con mayor precisión y disminuyen en gran medida los movimientos de balanceo y cabeceo.
El Vectra GTS 3.0 V6 CDTi se muestra por lo tanto muy estable en cualquier tipo de carretera y transmite una elevada sensación de seguridad al conductor.
El control de estabilidad (ESP Plus) actúa con eficacia en caso de llegar a un posible (aunque poco probable) sobreviraje y permite realizar una conducción de estilo deportivo sin que el conductor aprecie limitaciones en las posibilidades dinámicas del coche, incluso en los apoyos más fuertes.
En el salpicadero lleva un botón con el cual podemos desconectar dicho sistema de seguridad, algo que me parece poco recomendable en cualquier caso.
Su dirección electrohidráulica, con 2,75 vueltas de volante entre topes, aporta una elevada precisión de guiado de las ruedas delanteras y su asistencia variable en función de la velocidad ofrece un tacto que me ha parecido agradable en todo momento.
El elevado peso de esta versión turbodiésel 3.0 V6 CDTi (1.613 kg) ha llevado a los ingenieros de Opel a incrementar el diámetro de sus discos ventilados delanteros hasta 314 mm (302 mm en el Vectra GTS 3.2 V6 de 211 CV), aspecto que ha permitido mantener una respuesta correcta frente al uso exigente.
Tienen un buen tacto y permiten dosificar la frenada con facilidad. Las mediciones de frenada, sin ser espectaculares, se mantienen dentro de unos valores buenos (55 m desde 120 km/h).
El motor 3.0 V6 CDTi destaca por su buena respuesta entre 1.750 rpm y 4.500 rpm, aunque puede estirar hasta 4.750 rpm (zona roja del cuentavueltas) en caso necesario y su régimen máximo lo alcanza a 5.000 rpm.
Al ralentí traquetea ligeramente, pero en marcha tiene un bonito sonido que recuerda más al emitido por un motor V6 que el característico de un motor Diesel. No es un motor ruidoso, pero a elevada velocidad se aprecia una sonoridad mejorable a causa de ruidos aerodinámicos provenientes de la carrocería y que no parecen provocados por los espejos retrovisores.
Su bajo coeficiente aerodinámico (Cx 0,28) contribuye a obtener una elevada velocidad máxima, que en nuestra unidad de pruebas llego hasta 229 km/h (238 km/h en el velocímetro). El error del velocímetro es prácticamente despreciable.
El cambio manual de seis velocidades tiene unos desarrollos muy bien adaptados a las características del motor y permite aprovechar al máximo sus posibilidades, tanto en aceleración como en recuperación. Comparado con otros rivales similares, el Vectra GTS V6 CDTi no es el más rápido en recuperaciones, pero su buena respuesta en cualquier marcha hace su conducción muy agradable, sin necesidad de recurrir a una marcha más corta para sentir una buena aceleración. El accionamiento del cambio me ha parecido rápido, suave y preciso, incluso en condiciones de uso muy exigentes.
La presentación interior está bien cuidada y los distintos elementos están acabados en plásticos de buen tacto y con un buen ajuste. En algunos materiales no está al nivel de modelos como el Audi A4, BMW Serie 3, Mercedes Clase C o Volvo S60, pero en ciertos detalles utiliza revestimientos de mejor calidad aparente que en un Ford Mondeo, Mazda6 o Nissan Primera, por poner algunos ejemplos.
El puesto de conducción es muy agradable en líneas generales y todos los mandos se accionan con facilidad. Precisamente, me ha gustado el buen tacto de sus mandos, especialmente los de luces, intermitentes y limpiaparabrisas situados tras el volante, de manejo muy suave y agradable. También me ha llamado la atención la potencia de sus faros halógenos de doble parábola (los faros de xenón son opcionales), que permiten una buena visibilidad en conducción nocturna.