Opel Speedster (2001) | No resulta fácil ni entrar ni salir
La primera dificultad que se encuentra cualquier conductor para conducir el Speedster llega mucho antes de poner el motor en marcha. Abrir la portezuela es fácil pero traspasarla no, máxime si el techo está colocado.
Lo habitual, para introducirse en los coches de circular por la calle, es introducir un pie dentro del coche, sentarse y luego introducir el otro pie. En un Speedster resulta difícil hacer ésto, salvo que la persona que suba y baje sea campeona del mundo en elasticidad o que se siente primero en el ancho montante y luego en el asiento (probablemente la mejor solución).
La forma de subirse es diferente si el techo está colocado o si no lo está. En el primer caso, no queda más remedio que sentarse primero (entre el asiento y el montante lateral) dejando las dos piernas fuera del coche. Una vez que hemos introducido todo el tronco dentro del coche (con cuidado para no golpearnos la cabeza) metemos las piernas a continuación. Para salir, operación inversa. Primero fuera las piernas y a continuación el tronco.
Sin techo, la operación resulta más sencilla. Puede uno subirse de pie al interior del coche, incluso pisando el asiento como en los fórmulas, y sentarse a continuación. O subir de la forma tradicional, primero un pie, luego el cuerpo sentado sobre el montante lateral, el otro pie dentro y luego colocarse lo mejor posible en el asiento. No trato de decir que haga falta ser un atleta para subirse al coche (yo me subí). Sólo constatar que es el coche de más difícil acceso de todos los que me he subido nunca (los de competición aparte). Para salir del coche es imprescindible llevar el asiento a la posición más retrasada, para facilitar la maniobra de salida y la futura operación de entrada.
El copiloto se ahorra la operación de mover el asiento porque es fijo. Para apoyar los pies (no hay ningún otro lugar de sujeción, salvo el asiento y el cinturón), el reposapies tiene una escaleta para acercarlo o alejarlo del asiento. No se mueve con facilidad, pero sí es efectivo. Y conviene que el pasajero vaya bien sujeto, porque el Speedster invita a conducir y se mueve bastante.