El Opel Mokka-e o Mokka Electric es la versión eléctrica del Opel Mokka, un crossover de 4,15 metros de longitud. Inicialmente solo estuvo disponible una versión de 136 caballos con una autonomía homologada de 335 kilómetros, pero en diciembre de 2022 Opel anuncia la llegada de otra versión con 156 caballos y una batería más capaz con la que puede recorrer hasta 406 kilómetros entre recargas. Listado de versiones y precios del Opel Mokka eléctrico.
La batería es el elemento que más influye en la diferencia de autonomía entre versiones (la de 156 CV tiene 50,8 kWh de capacidad bruta y la de 136 CV, 46 kWh), pero también hay otros que mejoran la eficiencia general del sistema eléctrico en menor medida: cambios en la gestión electrónica y el uso de una bomba de calor para caldear el habitáculo, en lugar resistencias (es un sistema mucho más eficiente). El resultado de estos cambios es una ligera reducción del consumo energético, que pasa de los 15,8 kWh/100 km de la versión de 136 CV a los 15,2 kWh/100 km de la de 156 CV (ficha comparativa).
Curiosamente, y a pesar de la diferencia de potencia, la aceleración de 0 a 100 km/h es mejor en la versión de 136 CV que en la de 156 CV (9,0 s frente a 10,0 s). La velocidad máxima, en cambio, es idéntica: 150 km/h. Tampoco hay diferencias en las potencias de recarga entre las dos versiones. Con corriente alterna admiten hasta 11 kW y con corriente continua, hasta 100 kW (de 0 a 80 % en 30 minutos).
Entre ambas hay 3630 euros de diferencia (39 622 y 44 462 euros; ficha comparativa de las dos versiones eléctricas del Mokka). El Mokka-e de 136 CV cuesta más que sus alternativas, como es el caso del Hyundai Kona eléctrico (136 CV, 305 kilómetros y 37 800 €) o del Peugeot e-2008, que tiene el mismo sistema de impulsión del Opel (136 CV, 336 km y 38 320 €): la diferencia es muy grande con el más asequible de todos, el MG ZS (177 CV, 320 km y 32 480 €); ficha técnica comparativa. En el caso de la versión de 156 CV, el Mokka-e es mucho más caro que el Jeep Avenger y que el DS 3 E-TENSE, los tres con el mismo sistema eléctrico (ficha comparativa).
Impresiones de conducción del Mokka-e de 136 CV
La conducción del Mokka-e, como la de cualquier otro coche eléctrico, sobresale por la suavidad de funcionamiento del motor. No vibra y apenas suena. Curiosamente, la respuesta de este al acelerador no siempre es inmediata. La es cuando llevamos el pedal pisado y lo hundimos más para ganar velocidad. Pero si no lo estamos tocando y volvemos a él, la respuesta se demora un instante, como si fuera un motor de combustión de poca cilindrada con turbo. Esto es así en cualquiera de los tres modos de conducción disponibles: Normal, Eco y Sport.
Entre estos tres modos hay diferencias importantes. En Eco, el rendimiento del motor queda limitado a 82 CV y 180 Nm de par, en Normal a 109 CV y 220 Nm, mientras que en Sport no hay limitaciones y el motor da 136 CV y 260 Nm. En todo caso, si se pisa a fondo el acelerador, el Mokka e acelera con la máxima rapidez que pueda en ese momento. Los modos de conducción también afectan a la asistencia de la dirección, pero no a la suspensión, porque los amortiguadores son de dureza fija.
Como en los Mokka con motor de combustión, la suspensión me parece más confortable en ciudad que en autopista porque gestiona mejor los baches que le llegan a poca velocidad que aquellos que mueven las ruedas con rapidez. No obstante, en el Mokka e me ha dado la sensación de que este contraste es menos acusado y que resulta, en términos generales, ligeramente más cómodo que el Mokka.
Con el aislamiento acústico del habitáculo ocurre lo mismo que en el Mokka. En ciudad, a baja velocidad, se viaja bien (en el Mokka e incluso mejor porque no hay un motor de combustión metiendo ruido). Pero en autopista, a alta velocidad, se escucha un silbido procedente de alguna parte del frontal del vehículo que puede llegar a molestar.
Sobre el consumo de energía no puedo dar cifras bien fundamentadas porque el coche lo he probado poco. En un tramo de autopista de 15 km, a 120 km/h constantes, la media estuvo en torno a 23 kWh/100 km. En un recorrido de ciudad de unos 6 km, con poco tráfico y pocas paradas, me quedé en 10 kWh/100 km. En todos los casos, con el climatizador conectado en modo automático a 21 ºC y una temperatura exterior de unos 17 ºC. La prueba del Peugeot e-208, que es idéntico por motor y batería, puede resultar útil para hacerse una mejor idea del consumo y la autonomía.
Algunos componentes del sistema de impulsión, como el cargador embarcado, se hayan debajo del maletero. Esa es la razón por la que este tiene un volumen de 310 litros y no de 350 como los Mokka de combustión. Sus dos principales alternativas, el e-2008 y el Kona eléctrico, tienen mayor capacidad, 405 y 332 litros respectivamente (también ambos son más largos que el Mokka e, sobre todo el e-2008; ficha comparativa).
La batería de las dos versiones es de iones de litio, está ubicada debajo del piso del habitáculo y no resta espacio para los pasajeros (mediciones del interior). No obstante, su presencia sí se nota porque la parte del suelo del coche donde están anclados los asientos (los delanteros y los traseros) es un poco más voluminosa y no deja recoger los pies hacia atrás como en los Mokka con motor de combustión.
Equipamiento y otros detalles
Los datos de la instrumentación siempre se consultan en una pantalla, de 7 o 12 pulgadas según el nivel de equipamiento, mientras que la pantalla central es de 7 o 10 pulgadas. La información que muestran ambas es la misma que en los Mokka de combustión, excepto por un par de menús específicos con algunos datos del funcionamiento del sistema de impulsión. El equipo multimedia es compatible con Apple CarPlay y Android Auto.
Los niveles de equipamiento son los mismos que en cualquier otro Mokka —Edition, Business Elegance, GS Line y Ultimate— y los elementos disponibles, también. Algunos de ellos son faros de ledes matriciales, zona de recarga inalámbrica para teléfonos móviles, programador de velocidad activo, sistema de mantenimiento automático en el carril y masaje para el asiento del conductor.
Como es común en los coches eléctricos, existe una aplicación para teléfonos móviles, llamada myOpel, desde la que se pueden consultar datos del vehículo —como cuál es la autonomía y dónde está estacionado— realizar algunas acciones en remoto —como encender la calefacción o abrir las puertas—.