MINI Countryman (2021) - Prueba | Consumo y recarga
Consumo
MINI homologa para esta versión una autonomía en modo eléctrico de 51 kilómetros, aunque según nuestra experiencia, en condiciones de circulación reales es difícil siquiera acercarse a dicha cifra. Lo máximo que he conseguido recorrer han sido 42 kilómetros, y fue durante un trayecto por una vía de circunvalación limitada a 70 y 90 km/h (la M-30 de Madrid) en la que conduje con mucha suavidad, con el climatizador desconectado y con el modo de conducción Green seleccionado (el más orientado a la eficiencia).
Una cifra más realista, sin prescindir de elementos de confort y circulando al ritmo del resto del tráfico, es de entre 35 y 40 kilómetros. Y si se circula por vías rápidas de tipo autopista, lo normal es que no llegue ni a 30 kilómetros de autonomía utilizando energía eléctrica.
Como hemos detallado en el apartado de impresiones de conducción, el sistema híbrido del MINI Cooper SE Countryman ALL4 da prioridad al uso del motor de combustión cuando circula por encima de unos 80 km/h, reservando el eléctrico para momentos puntuales en los que se necesite una aceleración intensa. Debido a ello, cuando se circula por autopista con el modo Auto eDrive (es el que selecciona el coche nada más arrancar; modo híbrido), el nivel de carga de la batería tiene muy poco impacto en el consumo de carburante, algo que no suele ser habitual en modelos de este tipo.
Un buen ejemplo de ello lo observamos en nuestro recorrido de consumo, que como en otras ocasiones, lo realizamos dos veces: uno partiendo con la batería cargada (al 96 %) y otro con ella descargada (al 6 %; es difícil hacer que baje de ese nivel). En el primer caso (con carga), el consumo fue de 7,5 l/100 km de gasolina y 1,4 kWh/100 km de energía eléctrica, y utilizó un 29 % de carga de la batería (pasó del 96 al 67 %). En el segundo caso (sin carga), el consumo fue de 7,7 l/100 km y 0,0 kWh/100 km, y la batería no varió su estado de carga (6 % tanto al inicio como al fin).
El dato de consumo sin carga en la batería, de 7,7 l/100 km, está en la media frente al de sus competidores. Hay modelos de características similares que fueron más eficientes (el Ford Kuga 2.5 Duratech PHEV, con 5,6 l/100 km, o el BMW X1 xDrive25e, con 6,9 l/100 km) y otros que lo fueron menos (el Audi Q3 Sportback 45 TFSIe, con 8,9 l/100 km), o el Mitsubishi Eclipse Cross PHEV, con 8,1 l/100 km).
Con estas cifras, parece claro que el sistema híbrido de este MINI tiene un buen rendimiento general, a pesar de que su funcionamiento es opuesto al de la mayoría de sus rivales: el consumo de carburante puede ser nulo en ciudad y alrededores y es moderado en autopistas y vías rápidas.
Recarga
La batería del MINI Cooper SE Countryman ALL4 solo se puede cargar en corriente alterna y a una potencia máxima de 3,7 kW. Es una potencia baja, inferior a la de algunos de sus competidores (un Mercedes-Benz GLA 250 e o un Mitsubishi Eclipse Cross PHEV admiten hasta 22 kW), pero más que suficiente para que se pueda realizar una carga completa durante la noche o durante la jornada laboral.
Hemos hecho varias recargas completas a 3,4 kW, que es la potencia habitual contratada en los domicilios, y todas ellas han necesitado entre 3 horas y 45 minutos y 4 horas. Tomando el precio del kWh a 0,30 € (puede ser más o menos en función del contrato con la compañía eléctrica), cada una de esas recargas suponen un gasto aproximado de 3,15 € (la energía suministrada suele ser de entorno a 10,5 kWh). Considerando que la autonomía entre recargas puede llegar a ser de unos 40 kilómetros, el coste por cada 100 kilómetros asciende a 7,9 euros. O lo que es lo mismo, un 40 % menos (aproximadamente) que utilizando combustible (tomando como referencias un consumo medio de 7,5 l/100 km y un precio del litro de gasolina a 1,80 €/l).
La información que proporciona la instrumentación durante el proceso de carga es muy escasa. Solo muestra el tiempo estimado para finalizar la misma (que es un dato bastante fiable), el porcentaje del proceso y los kilómetros de autonomía en modo eléctrico que se han ido ganando.
La tapa que da acceso al conector de carga está en la aleta delantera izquierda. Tras ella, como suele ser habitual, hay un aro que, en función del color con el que se ilumine, tiene un significado u otro (imagen). También es posible programar la carga desde el sistema multimedia del coche o desde una aplicación móvil.