MINI Countryman (2021) - Prueba | Información general

Esta es una actualización pequeña del Countryman que MINI lanzó al mercado a finales del 2016, no una nueva generación. Los cambios afectan levemente a su apariencia y al equipamiento; la gama de motores es la misma, aunque con pequeños cambios de cara a reducir las emisiones de partículas contaminantes. Hay versiones de 102 a 306 caballos —manuales y automáticas— y algunas con tracción total (ALL4, en palabras de MINI), como es el caso de la híbrida enchufable.

Esta, llamada Cooper SE, es la que hemos probado en profundidad. Nos ha gustado por el rendimiento del sistema híbrido, que da unas buenas prestaciones y un consumo moderado, incluso sin carga en la batería. La autonomía en modo eléctrico, en cambio, no es demasiado elevada, de unos 40 kilómetros en condiciones de circulación reales (MINI ha homologado 51 km). Hay datos pormenorizados en el apartado de consumo y recarga.

Alternativas, precios y seguro

Hay muchísimos SUV de su tamaño (listado de SUV de entre 4,3 y 4,5 metros de longitud) y cada vez los hay más con una versión híbrida enchufable (listado). De los que son Diesel o de gasolina, los hay desde 15 400 € (el SsangYong Tivoli); el Countryman, con un precio de partida de 29 600 euros es de los más costosos. De los híbridos, hay varios semejantes por potencia: el CUPRA Formentor 1.4 e-HYBRID de 204 CV (desde 39 260 €), el Opel Grandland PHEV de 224 CV (desde 40 550 €), el Peugeot 3008 Hybrid de 224 CV (desde 43 000 €), el Audi Q3 45 TFSIe de 245 CV (desde 47 700 €) o el BMW X1 xDrive25e de 220 CV (desde 47 900 €). El precio del MINI Countryman híbrido enchufable, 42 900 euros, se sitúa en un punto intermedio.

El precio de una póliza a todo riesgo sin franquicia para un MINI Cooper SE Countryman ALL4 es de 588 euros y la ofrece la compañía Reale. Ese precio lo hemos obtenido utilizando el comparador de Arpem, un comparador especializado en pólizas de automóviles. 

Diferencias respecto al Countryman 2016

Dinámicamente es idéntico al modelo al que reemplaza, algo lógico teniendo en cuenta que MINI no ha hecho cambios en este apartado. Es un modelo mucho más ágil y preciso que la mayoría de coches contra los que compite. La suspensión, si bien es firme, por norma general procura un buen nivel de confort a los pasajeros. El aislamiento acústico quizá sea el aspecto menos conseguido, aunque dista de ser malo. En las impresiones de conducción damos muchos más detalles sobre estos y otros aspectos.

Para diferenciar este MINI Countryman del modelo de 2017 hay que fijarse en la parrilla, los dos paragolpes, en los pilotos y en las nuevas llantas. Los faros —que son siempre de ledes; opcionalmente con alumbrado matricial— tienen la misma forma, pero cambia el diseño de su interior.

El aspecto original puede modificarse si se adquiere algunos de los paquetes de equipamiento opcionales, como el John Cooper Works, el ALL4, el Northwood o el Untamed (fichas técnicas y de equipamiento). Entre las posibilidades de personalización está cambiar el color de las carcasas de los retrovisores (pueden ser blancas, negras o plateadas en vez del color de la carrocería), o equiparlo con la opción Exterior Negro piano (marcos de faros y pilotos, manillas de las puertas y otros elementos son de este color en vez de cromados).

El cuadro de instrumentos de agujas ahora se puede reemplazar por una pantalla que apenas admite personalización y no da más información. Es más llamativa, de eso no hay duda, pero no aporta mucho más. De serie, todas las versiones tienen el volante tapizado de cuero y la regulación en altura del asiento del pasajero. Entre otros elementos de equipamiento posibles hay dos sistemas multimedia además del estándar —Connected Media y Connected Navigation, sin y con navegador—, cargador inalámbrico para un teléfono o proyección de información (sobre una lámina).

El interior del Countryman no destaca por la cota de anchura (es su mayor limitación) y se encuentra en un término medio en cuanto a espacio longitudinal y altura libre al techo (mediciones del interior). La variante híbrida enchufable tiene una banqueta posterior fija (en otras versiones puede ser móvil) que además va situada tres centímetros más alta debido a la presencia de la batería de alta tensión y al motor eléctrico. Para su longitud exterior, tiene un maletero muy capaz, con un volumen de 450 litros (405 en la híbrida enchufable), que son 100 más que los del Fiat 500X o el Jeep Renegade. Quien busque un coche de este tamaño con mucho maletero, debería optar por el Škoda Karoq (521 litros) o el SEAT Ateca (510 l). Sobre estos aspectos, hay información plenamente vigente en las impresiones del interior del Countryman Cooper SE 2017.

Gama

MINI mantiene la gama de motores de tres y cuatro cilindros —excepto el del Cooper SD, versión que ya no estará disponible—, pero con cambios para cumplir con la normativa de emisiones Euro 6d. Todos tienen filtro de partículas y los Diesel, además, un catalizador que requiere de la inyección de urea (Adblue). Para mejorar la gestión térmica de los motores de gasolina, el colector de escape va integrado con la culata (así se mejora su refrigeración) y hay una nueva válvula para regular la refrigeración del bloque sobre el que apoya el cigüeñal. MINI también ha aumentado la presión de inyección de 200 a 350 bares.

Cooper SE Countryman ALL4 es el nombre de la versión híbrida enchufable. Sigue teniendo un motor de gasolina de tres cilindros y un motor eléctrico, pero ahora la potencia conjunta es de 220 CV en vez de 224. La batería tiene una capacidad bruta de 10 kWh (8,8 netos) mientras que la autonomía eléctrica pasa de 46 a 51 kilómetros.

Esta versión tiene un cambio automático de seis relaciones de tipo convertidor de par. Es uno de los dos de este tipo que hay en la gama, porque también existe otro con ocho (es el que tiene el resto de versiones; también de convertidor de par). En la siguiente tabla aparecen todas las combinaciones de motor, cambio y tipo de tracción: