El habitáculo es similar al del resto de versiones (impresiones del interior del MINI Countryman) por lo que en esta información solo hablamos de aquellas cosas que lo diferencian.
Debido a la presencia del motor eléctrico y de la batería del sistema híbrido en la parte posterior de la carrocería, los asientos de esta parte del coche van más elevados que en las versiones no híbridas del MINI Countryman. Según MINI, se pierden 3 cm de altura libre (nosotros hemos medido 2 cm menos respecto a una unidad normal con techo de cristal). Pese a ello, dos adultos de algo más de 1,85 m tienen espacio para viajar aunque el acceso no es cómodo porque hay que doblar mucho el tronco para pasar la cabeza sin golpearse con el marco de la puerta.
El espacio longitudinal para las piernas no cambia (74 cm) pero se pierde la posibilidad de tener el sistema opcional de regulación longitudinal del resto de la gama. El del Countryman es un habitáculo estrecho en el que no se pueden llevar a tres niños si dos de ellos usan sillas con Isofix (imagen).
El maletero pierde 45 litros de capacidad (405 en vez de 450 l). Es más de lo que ofrece un Jeep Renegade (351 l) y menos que un Mercedes-Benz GLA. El volumen que se pierde corresponde al hueco que hay bajo el piso, cuyas dimensiones aproximadas en esta versión son 19 cm de altura, 24 cm de profundidad y 90 cm de anchura. No hay ningún espacio dedicado para almacenar el cable de recarga (que va en una bolsa de tamaño tan ajustado que no siempre es fácil colocarlo dentro para poder cerrarla). Nuestra unidad tenía un accesorio que va guardado en el doble fondo y que sirve, tras extenderlo, para sentarse sobre el borde del maletero (imagen).
También hay alguna diferencia decorativa (botón de puesta en marcha; imagen) y un mando nuevo que se usa para gestionar los distintos modos de funcionamiento del sistema híbrido. En general es un coche en el que no resulta rápido sentirse cómodo a los mandos (imagen). No por la posición de los mismos, sino porque los botones tienen un diseño particular y el símbolo para identificar su función es pequeño; y también porque hay cosas que, sin ser imprescindibles, resultan complicadas si no se ha estudiado el manual de uso. Por ejemplo, el aro exterior de la pantalla central se ilumina en distintos colores (imágenes) según lo que se haga (cambiar la temperatura del climatizador o el volumen de la radio) y lo que se haya configurado (carga de la batería o revoluciones del motor).
La información se muestra al conductor mediante un pequeño cuadro de instrumentos (imagen) y, opcionalmente, también con un sistema de información proyectada. Está bien resuelto pero este elemento y algún otro (como el sistema manos libres) son más propios de coches de precio menor que de los de uno de más de 35 000 €: la información se proyecta sobre una lámina de plástico (imagen) en vez de sobre el parabrisas y en las manillas hay que pulsar un botón de goma para abrir y cerrar, un sistema superado hace tiempo por manillas en las que basta acariciarlas para que accionen el cierre.
Estos y otros muchos detalles se pueden apreciar en las 62 imágenes de la galería de interior.