MG3 (2024) - Rápido, frugal y amplio, es el coche urbano que pone contra las cuerdas a los mejores híbridos de la categoría | Impresiones del interior
La distribución de mandos, ruletas, pantallas y demás elementos de control del salpicadero del MG3 son muy parecidos a los del MG4, un turismo de proporciones similares pero que se mueve mediante energía eléctrica. Y lo mismo ocurre con la calidad percibida, que en general es inferior a la de los modelos contra los que compite. En el MG3 apenas hay superficies acolchadas (solo una moldura que recorre transversalmente el salpicadero, que lleva un pespunte en color rojo) o con un tratamiento superficial sofisticado; lo que más abunda es el plástico duro y de aspecto algo basto.
Tampoco es que los ajustes entre las distintas piezas sean especialmente firmes y precisos (consola central y otros elementos ceden con relativa facilidad a la presión con los dedos), aunque en marcha no se perciben ruidos molestos por este motivo. Tanto el Opel Corsa Hybrid como el Toyota Yaris son dos ejemplos de coches con un interior sencillo pero que, en cambio, se sienten de más calidad por la robustez que presentan todas las piezas y los ajustes entre las mismas. Un Renault Clio E-Tech es mucho mejor que todos los modelos citados tanto en uso de materiales como en acabados o ajustes.
Otro detalle que reduce de manera considerable la sensación de calidad del habitáculo del MG3 son las pantallas utilizadas para la instrumentación (7") y el sistema multimedia (10,25"). Cumplen, sin más, pero no son especialmente rápidas en su funcionamiento, los menús no son intuitivos (con el tiempo y el uso el asunto mejora, pero inicialmente puede costar) y la resolución es justa. La más grande (imagen) tiene otro problema adicional al que cuesta costumbrarse, especialmente con el coche en marcha: la fuente utilizada para algunos mensajes es demasiado pequeña y el área que se ha de pulsar para activar/desactivar funciones es igualmente muy reducida, obligando a apartar la vista de la carretera durante más tiempo del deseable.
Pero también tiene detalles bien pensados. Por ejemplo, en las plazas posteriores hay unas salidas de aire y una toma USB entre los dos asientos delanteros (imagen), un plafón de luz y asideros en el techo. Son elementos básicos, pero que no están disponibles en todas sus alternativas (las salidas de aire en prácticamente ninguno y el plafón solo en Clio, Corsa y 208). También son útiles las cámaras perimetrales de la versión más costosa —no tanto por su resolución (que no es mala), sino por la cantidad de vistas que ofrece (imagen)— y la amplia superficie acristalada, que hace que el habitáculo sea más luminoso que el de sus rivales y que la visibilidad hacia el exterior sea mejor (algo especialmente valioso en un coche de planteamiento urbano).
Con todo, con sus luces y sus sombras, el MG3 es un coche que deja un buen sabor de boca en este sentido. No es lujoso, no hay adornos llamativos ni elementos superfluos, pero es agradable de utilizar y cumple correctamente, sobre todo si tenemos en cuenta que su precio de partida es claramente más bajo que el de sus alternativas. Es decir, se trata de un coche con una buena relación entre lo que se paga y lo que se recibe a cambio.
Espacio interior y maletero
El habitáculo del MG3 es amplio, más que el de los modelos citados anteriormente como alternativas. En las plazas posteriores, por ejemplo, hay 68 centímetros de espacio para las piernas, 132 cm de anchura entre puertas y 93 cm de altura libre al techo. Son unos datos muy similares a los del Toyota Yaris (aunque siempre con uno o dos cm por encima) y claramente mejores que los que ofrecen los Clio y Corsa, especialmente en sentido longitudinal (hay diferencias de hasta 4 cm, que es bastante teniendo en cuenta que el tamaño de sus carrocerías es muy parecido). En estas plazas pueden viajar cómodamente dos adultos de estatura superior a la media (hasta 185 cm o un pelín más); tres, como es habitual, irán muy apretados, incluso si son niños. Mediciones del interior.
Con las plazas delanteras pasa algo parecido, no hemos medido unas cotas de récord, pero en general son mejores que las de sus rivales y permiten que personas de muy diversa envergadura se puedan acomodar sin demasiados problemas. Y sería mejor en este sentido si el volante tuviera ajuste en profundidad, un elemento con el que sí cuentan todas sus alternativas y que puede ser clave de cara a obtener una postura de conducción idónea (yo no he tenido problemas al respecto, pero puede que no sea así en todos los casos).
El maletero del MG3 tiene solo 241 litros de capacidad, un dato que, al menos en la teoría, es inferior al de todas las alternativas que hemos ido citando (Renault Clio, Opel Corsa, Toyota Yaris y Peugeot 208). Y digo en teoría porque, según nuestras mediciones (largo x ancho x alto mínimos), las diferencias con respecto a todos ellos son mínimas (en algunas cotas es mejor por uno o dos cm y en otras lo contrario).
Sea como fuere, es un espacio de carga en el que cabe el equipaje de cuatro adultos para un fin de semana sin demasiados problemas y que tiene los accesorios habituales en vehículos de este tamaño: un plafón de iluminación (da una luz muy tenue, apenas sirve para ver nada), ganchos en cada uno de los extremos del piso y una percha en la pared derecha. Bajo el piso, en el hueco de la rueda de repuesto (que no lleva, pero podría), hay una pieza de polipropileno expandido con un hueco para dejar objetos, el kit de reparación de ruedas en caso de pinchazo y poco más.
Un detalle a mejorar es que el respaldo de los asientos posteriores se abate en una sola pieza (imagen), una solución poco útil de cara al transporte de objetos grandes (inutiliza las plazas traseras).