En este prototipo, Mercury (grupo Ford) emplea la tecnología híbrida con un motor Diesel.
El motor térmico es un seis cilindros en «V», de 2,7 l, con dos turbos de geometría variable, conducto común e inyectores piezoeléctricos. El bloque está hecho de una fundición CGI. Las culatas son de cuatro válvulas y están hechas en aluminio. Da 248 CV y un par máximo de 584 Nm. Este motor es una variación del que emplea el Jaguar S-Type 2.7D (207 CV y 435 Nm).
Por lo tanto, su par máximo es mayor que el de un Mercedes-Benz S 400 CDI (V8 de 4,0 l de cilindrada) o el de un BMW 535d (seis cilindros con doble turbo en serie); ambos dan 560 Nm. El Meta One también tiene más par motor que un Porsche 911 Turbo (560 Nm).
Esta hecho para que pueda consumir un combustible sintético desarrollado por BP, en cuya proceso de fabricación (método de Fischer-Tropsch) emplea elementos de biomasa, como madera, basura, restos de alimentos o grasas. Este combustible sintético se mezcla con gasóleo normal en hasta un 30 por ciento.
Según Graham Hoare director de desarrollo de sistemas de propulsión y tecnología avanzada de Ford «aplicando todo nuestro arsenal de tecnologías avanzadas para reducir las emisiones, hemos demostrado que es posible para los motores Diesel tener emisiones menores que muchos motores de gasolina que están actualmente en carretera». Este es el arsenal de tecnologías al que hace referencia.
El motor eléctrico es de corriente alterna y proprociona 35 kW (47,6 CV). Además de motor eléctrico, hace la función del de volante de inercia del motor térmico, de motor de arranque y de alternador. Está alimentado por una batería de níquel e hidruro metálico, con una tensión de 325 V.
El motor eléctrico hace de apoyo al térmico cuando son mayores las oportunidades de reducir las emisiones, como arrancar desde parado.
Tiene una caja de cambios automática de seis relaciones a la que se le ha sustituido el convertidor de par por dos embragues hidraúlicos. De esta manera, el coche puede estar propulsado por el motor eléctrico, por el térmico o por los dos a la vez.
El Meta One emplea la plataforma D3, diseñada para berlinas de gran tamaño y que permite la instalación de tracción delantera o total. La suspensión es independiente en las cuatro ruedas.
Otras curiosidades de este prototipo son el sistema de aviso de pérdida de la trayectoria (algo ya visto en coches de producción como los Citroën C4 y C5) y otro de frenada para reducir el efecto de un choque.
El de pérdida de trayectoria («LDW», Lane Departure Warning) utiliza una cámara colocada detrás del parabrisas que mide la distancia del centro del vehículo a las líneas laterales de la carretera. Si varía más de lo que el sistema considera conveniente, y el conductor no ha activado los intermitentes, un dispositivo vibratorio colocado en el asiento advierte al conductor. Este sistema funciona siempre que haya luz suficiente (bien solar, o bien la de los faros del coche) y con las líneas de la carretera en buen estado.
El sistema de frenado para minimizar los efectos de una colisión consta de un radar y una cámara. Cuando considera que, por la posición, dirección y velocidad de los coches que le preceden, se va a producir un golpe por alcance, inicia el frenado automáticamente. Es capaz de disminuir la velocidad en el momento del choque hasta en 8 km/h (según el estado de la calzada). Este sistema aún no es efectivo con niebla o lluvia intensa.
Este prototipo permite que el conductor configure según sus gustos el tamaño y la posición de las indicaciones que aparecen en el cuadro de instrumentos. Tiene un sistema de navegación en tiempo real, conexión «wi-fi» para utilizar un portátil en el coche, o la posibilidad de bajar video desde la red de satélites «Sirius».
Los faros delanteros emplean leds (también los pilotos posteriores) que se pueden activar por sectores, adecuándose a las necesidades en cada momento.