El Mercedes-Benz Vision One-Eleven es un prototipo con un diseño inspirado en la serie experimental de automóviles C111 de los años 60 y 70. Desde el punto de vista técnico, lo más destacable es el uso de motores de flujo axial y una batería de alto rendimiento con celdas cilíndricas. Además, tiene conducción autónoma completa.
En el exterior hay muchos guiños a los prototipos C111, como la silueta general de la carrocería, la forma de los faros antiniebla, el color naranja de la carrocería y la apertura de las puertas al estilo alas de gaviota (con accionamiento eléctrico). Mide 1,17 metros de altura, 5 centímetros más que un C111/II.
El Vision One-Eleven está movido por dos motores eléctricos de flujo axial, uno para cada rueda trasera, desarrollados por YASA, una compañía británica especializada en este tipo de tecnología que fue adquirida por Mercedes-Benz en 2021. Los motores de flujo axial se diferencian de los de flujo radial (los que llevan la práctica totalidad de los coches eléctricos en la actualidad) por el hecho de que el flujo magnético efectivo discurre en paralelo al eje de rotación del motor. Una de las ventajas de estos motores es su mayor densidad de potencia, es decir, que son capaces de producir la misma potencia que un motor de flujo radial, pero siendo más ligeros y pequeños. En concreto, Mercedes-Benz dice que su volumen y masa es un tercio del que necesitaría un motor radial para conseguir el mismo rendimiento (imagen e imagen).
A día de hoy, al menos en Europa, no hay ningún coche eléctrico que utilice motores axiales como fuente principal de movimiento. Los que tienen un motor de este tipo son híbridos de altas prestaciones, como el Ferrari SF90, el Ferrari 296 GTB y el McLaren Artura. Estos motores se inventaron prácticamente a la par que los de flujo radial (en realidad unos años antes, a principios del siglo XIX), pero su implantación ha sido menos extensa por el reto tecnológico que suponía fabricar con mucha precisión los discos (estator y rotor) para que estuvieran lo más cerca posible sin que chocarán mientras giraban y que a su vez no se alejaran tanto como para que la interacción de los campos magnéticos perdiera fuerza.
Sobre la batería, Mercedes-Benz dice que está compuesta por multitud de celdas cilindricas con una novedosa composición química inspirada en la tecnología empleada en Formula 1 y que cuenta con refrigeración líquida. No da más detalles.
El Mercedes-Benz Vision One-Eleven es un deportivo con conducción autónoma completa. Por ese motivo, el interior tiene dos estados: conducción manual y conducción autónoma. En conducción manual la posición del conductor es parecida a la de un Formula 1: muy tumbado con las rodillas y los pies claramente por encima de la cadera. En la posición de conducción autónoma, el asiento adquiere una posición más natural y relajada.
El salpicadero tiene un diseño muy simple, en el que los elementos que más llaman la atención son un display digital que lo recorre en toda su anchura (hace de instrumentación; imagen), un volante rectangular con cuatro mandos giratorios (imagen) y una pantalla central.