Mercedes-Benz SLS AMG (2010) | Impresiones del interior
Detalles de acabado
El Mercedes-Benz SLS AMG es de una calidad exquisita, salvo por pequeños detalles en el maletero. A diferencia de lo habitual en la mayor parte de los coches, el interior del SLS AMG tiene muchos recubrimientos de metal en lugar de plástico con imitación a metal. Tiene el acabado de las mejores berlinas de lujo, sin el aspecto recargado de algunas de ellas sino con uno más deportivo y con menos botones que manipular. Opcionalmente algunas partes pueden estar recubiertas de fibra de carbono (imagen), lo que le da un cierto aspecto de vehículo de competición, pero le resta elegancia.
Como homenaje a los modelos de Mercedes-Benz de los años 60 y 70, las salidas del sistema de climatización son redondas (de metal) y llevan los reguladores del flujo de aire en forma de cruz (imagen).
El volante es plano en su parte baja y lleva levas para subir y bajar de marcha. Además, tiene varios botones desde los que se puede manejar el equipo de sonido, el navegador y el teléfono. Los pedales son de metal con inserciones de goma.
El cuadro de instrumentos tiene dos grandes esferas de color plata con las agujas en rojo. El velocímetro está graduado hasta 360 km/h, a pesar de que el coche tiene limitada electrónicamente la velocidad máxima a 317 km/h. Entre ambas esferas se ubica una fila de siete diodos luminosos (imagen) que indica el momento óptimo para cambiar de marcha, si se utiliza el cambio en modo manual.
La instrumentación del SLS AMG da mucha información poco frecuente en otros coches; da la temperatura del aceite del motor grado a grado desde que se arranca el motor en frío (algo muy poco usual) y la del aceite de la caja de cambios. Para acceder a esa información hay que ir a un menú especial («AMG») de la pantalla de la instrumentación.
El navegador, el sistema de climatización y otros elementos se manejan a través de un mando redondo («COMAND APS») ubicado entre los asientos, justo por detrás de la palanca de cambios (imagen). Se accede a él con un poco de dificultad porque está un poco retrasado respecto al conductor. Su manejo es similar al de otros modelos de Mercedes-Benz. La información se visualiza a través de una pantalla de 7'' situada entre las dos salidas de aire centrales de la consola.
Puesto de conducción
El puesto de conducción no es muy adecuado para personas altas porque el techo queda más bien cerca. Anchura y espacio libre para las piernas hay más que de sobra. Ese problema se evitaría si los asientos pudieran ir más cerca del suelo. A los mandos del SLS AMG no se va tan cerca del suelo como en algunos cupés, si no que las piernas se llevan con una flexión apreciable en lugar de casi completamente estiradas.
Los asientos de serie me parecen muy buenos. Tienen un relleno duro de espuma. Algunos conductores pueden preferir asientos más blandos, pero yo creo que son adecuados en un coche de este tipo, en el que el conductor se debe mover poco para poder guiar el coche con precisión. Tienen regulaciones eléctricas y resaltes laterales en la zona lumbar que se pueden abrir o cerrar para adaptarse a personas anchas y estrechas. En opción puede tener unos asientos tipo «baquet» que la única regulación que tienen es su distancia respecto a los pedales.
El morro es tan largo y los asientos van tan retrasados (casi encima del eje trasero), que es muy difícil hacerse una idea de dónde empieza la carrocería. Su forma también dificulta la circulación en cruces estrechos, donde hay que meter más de medio coche en ellos para poder ver el tráfico que viene en sentido perpendicular.
El acceso al habitáculo es un poco complicado. Las dificultades empiezan nada más pulsar el botón de apertura del mando a distancia pues el tirador exterior de la puerta está ubicado en la parte baja de la puerta y hay que agacharse para manipularlo.
Cuando las puertas están abiertas, sus extremos inferiores quedan aproximadamente a 1,50 m del suelo, lo que significa que hay que entrar un poco agachado para no golpearse con ellas. Esa distancia al suelo también se vuelve en contra para cerrarlas, pues para llegar a los tiradores una persona de talla normal debe estirase y levantar el cuerpo del asiento.
Mercedes-Benz afirma que una ventaja de estas puertas es que necesitan menos espacio lateral para abrirse que unas convencionales y es cierto. Para poder abrir cualquiera de las dos puertas hacen falta 36,2 cm libres en sentido lateral.
Los asientos están separados del exterior por el umbral de la puerta que, además de ser ancho, va colocado a una altura elevada (imagen). Por su posición, para entrar y sobre todo para salir del interior, hay que apoyar ahí las piernas para conseguir el impulso necesario. Mercedes-Benz parece que lo ha tenido en cuenta y ha colocado unas pequeñas superficies acolchadas sobre los umbrales.
Al habitáculo le faltan sitios para guardar cosas, principalmente se echan en falta una bolsas en las puertas. Entre los asientos hay huecos con tapa para guardar objetos, pero sólo caben cosas más bien pequeñas, como una cartera y unas gafas de sol. La guantera tiene una capacidad de 3,7 l, que es muy poco; no cabe el libro de usuario en su correspondiente carpeta de piel.
El maletero tiene 176 l. Es suficiente para transportar dos o tres bolsas blandas (las maleteras duras se adaptan mal a sus irregulares formas). En el maletero es donde hemos encontrado detalles de acabado que no son propios de un coche de 200.000 €; el tapizado de nuestra unidad de pruebas, de calidad discutible, estaba suelto por algunos sitios.
Al menos en España, el SLS AMG tiene un kit de reparación que es suficiente para reparar pinchazos o pequeños cortes en los neumáticos (según el manual hasta 4 mm) y está previsto para circular hasta 80 km/h. En otros mercados trae una rueda deshinchada de medidas 175/50 R19 97 P.
Equipamiento
El equipamiento del SLS AMG es extenso tal y como viene de serie e incluye elementos opcionales que no son del todo frecuentes en vehículos de este tipo, como una cámara trasera de ayuda al aparcamiento. Opcionalmente puede completarse con un equipo de sonido desarrollado por Bang&Olufsen, unos frenos cerámicos desarrollados por AMG, un paquete de varias piezas de fibra de carbono tanto para el habitáculo como para el exterior (espejos retrovisores y capó) y diferentes tapicerías de cuero.