El Mercedes-Benz SLS AMG E-CELL es un prototipo eléctrico basado en el SLS AMG. Adelanta cómo será un futuro modelo de producción, del que inicialmente sólo se producirá una pequeña serie.
Está propulsado por cuatro motores eléctricos (síncronos) que en total dan 392 kW (533 CV). Se alimentan de la energía almacenada en una batería de iones de litio. Cada uno se encarga de mover una de las ruedas. Están situados en el chasis (imagen) y van unidos a las ruedas por palieres. Al tener tracción a las cuatro ruedas, la suspensión delantera es completamente distinta a la del SLS AMG con motor de combustión, que es de tracción trasera.
El SLS AMG E-CELL me parece más fácil de conducir en algunas circunstancias que el mismo modelo con motor de combustión. Aparentemente es posible pisar mucho el acelerador a la salida de las curvas lentas sin perder motricidad y por lo tanto sin que la trayectoria cambie con brusquedad — lo he conducido muy poco como para poder asegurarlo sin ninguna duda—. Con el modelo de motor de combustión hay que tener mucho más cuidado con los excesos de aceleración en curva porque tiene que pasar toda la potencia al suelo solo con dos ruedas y es más fácil que éstas patinen.
El SLS AMG E-CELL no tiene cambio de marchas, pero curiosamente lleva dos levas tras el volante como algunos modelos de cambio automático. Sirven para elegir, en cuatro niveles, la retención que da el motor eléctrico durante las fases de deceleración.
A mayor retención, más se recargan la batería y menos metros recorre el coche con su inercia. En todo caso, y como en todos los coches eléctricos, la carga de la batería en fases de deceleración es muy pequeña comparada con la que se obtiene conectándola a la red eléctrica.
El accionamiento de estas palancas también sirve para simular el funcionamiento de un coche con cambio de marchas. Así, si durante una deceleración se acciona la izquierda el coche da pequeños tirones acompañados de un incremento de la retención. En momentos de aceleración, el accionamiento de estas palancas no tiene ningún efecto.
Desde el exterior, el sonido que genera el funcionamiento del SLS AMG E-CELL es sorprendentemente bajo en comparación al de cualquier vehículo deportivo equivalente. Desde dentro también me lo pareció. No tiene, ni por asomo, el sonido ensordecedor del SLS AMG bajo una aceleración intensa.
Lo único que se oye es el ruido proveniente de los elementos de transmisión y de los motores eléctricos, mayor que el de cualquier otro coche eléctrico que haya conducido hasta el momento, todos ellos mucho menos potentes y ninguno con cuatro motores. Por el momento, Mercedes-Benz no ha añadido ningún sonido adicional a sus coches eléctricos, por ejemplo mediante un altavoz, pero está trabajando sobre ello y asegura que no será similar al de un coche con motor tradicional.
Carrocería y habitáculo
Este prototipo se distingue exteriormente porque tiene faros de diodos luminosos para todas las funciones y una parrilla distinta. Todas las piezas cromadas de la carrocería del SLS AMG (imagen) han sido sustituidas por otras en color negro mate. La carrocería va pintada en color «AMG lumilectric magno».
Otros cambios en la carrocería tienen como finalidad mejorar la aerodinámica. Ese es el caso de las entradas de aire laterales en el capó y la del faldón delantero, que es de mayor tamaño. Para regular la masa y la velocidad del aire que pasa por debajo de la carrocería, hay una moldura extensible en el paragolpes delantero que se desplaza hacia el suelo en un recorrido de 7 cm cuando el coche circula a una velocidad superior a 120 km/h —funciona a la vez que el alerón de la parte posterior de la carrocería—. En la parte trasera de la carrocería hay un difusor para crear un cierto efecto de succión. La posición del faldón delantero y del alerón trasero se puede regular manualmente desde un botón que hay en el salpicadero.
En el interior hay otras diferencias; por ejemplo, la instrumentación tiene un aspecto distinto y da información sobre la velocidad, estado de carga de la batería y autonomía. La consola lleva una pantalla táctil de 10” desde la que se controla el sistema de audio y climatización y que da información precisa sobre el funcionamiento y el suministro de energía a los cuatro motores. El habitáculo va recubierto de napa en colores blanco y negro.
Información técnica
Los motores del SLS AMG E-CELL pueden funcionar hasta 12.000 rpm. Dan un par máximo de 880 Nm. El SLS AMG E-CELL es capaz de llegar desde parado hasta 100 km/h en sólo 4,0 segundos; es decir, un poco más de lo que necesita el SLS AMG (3,8 s), que tiene un motor de gasolina con 571 CV.
La batería es de iones de litio. Tiene una capacidad energética de 48 kWh y suministra la corriente a una tensión de 400 V. Está dividida en tres partes: bajo el habitáculo, a lo largo del túnel central que deja la carrocería entre los dos ejes y detrás de los asientos. Según Mercedes-Benz, esa disposición garantiza un óptimo reparto de pesos y un centro de gravedad bajo. Está compuesta por 324 celdas y acepta una potencia máxima de recarga de 480 kW. Por el momento el fabricante no ha especificado la distancia que el SLS AMG E-CELL puede recorrer con la energía almacenada en su batería.
Los cuatro motores eléctricos y otros componentes electrónicos van refrigerados por dos circuitos de líquido. La batería va refrigerada por otro circuito independiente. Adicionalmente hay un sistema de calefacción que, cuando hace frío en el exterior, aumenta la temperatura de la batería hasta su nivel óptimo de funcionamiento.
Lleva una unidad de control que transforma la corriente continua de la batería en alterna trifásica. Esta batería alimenta los cuatro motores y el resto de aparatos eléctricos del coche.
El bastidor, fabricado de aluminio, es similar al del SLS AMG con motor de combustión. El único cambio estructural importante está en el eje delantero, porque Mercedes-Benz lo ha tenido que adaptar al sistema de tracción en las cuatro ruedas —lleva suspensión independiente de paralelogramo deformable con ligeros cambios en los amortiguadores—. Mercedes-Benz también ha cambiado la calibración electrónica del antibloqueo de frenos y del control de estabilidad. Los discos de freno son de material cerámico —de 402 mm de diámetro los delanteros y 360 mm los traseros, respectivamente—. Éstos son opcionales en el SLS AMG de gasolina. Lleva ruedas delanteras de medidas 265/35 R 19 y traseras 295/30 R 20.