El Mercedes-AMG GLE 53 HYBRID 4MATIC+ es la versión híbrida enchufable dentro de la gama deportiva del GLE. Tiene una potencia total de 544 caballos y una autonomía máxima de 86 y 87 kilómetros (carrocería SUV y Coupé respectivamente; ficha comparativa). Por potencia, se queda entre las otras dos versiones del Mercedes-AMG GLE: el 53 (435 CV) y el 63 (612 CV), si bien ninguno de estos son híbridos enchufables.
La variante con carrocería SUV cuesta 122 349 € y la Coupé, 7700 euros más (ficha comparativa). Son muy pocas las alternativas a la venta en nuestro mercado que tengan unas características similares, siendo las principales los Porsche Cayenne S E-Hybrid (y su variante Coupé) y Land Rover Range Rover Sport P550e (listado de SUV entre 4,9 y 5,0 con un sistema de impulsión híbrido enchufable de entre 500 y 600 CV).
El motor de combustión interna es uno de 3,0 litros de cilindrada con seis cilindros en línea que va sobrealimentado por un turbocompresor. Es esencialmente el mismo que tiene el GLE 53, pero para usarlo en el GLE 53 HYBRID 4MATIC+, Mercedes-AMG ha hecho dos modificaciones: ha incrementado su potencia en 14 caballos y ha eliminado el compresor eléctrico ya que, según la marca, esta tarea la realiza el motor eléctrico de tracción, que tiene 136 caballos de potencia.
La batería tiene una capacidad de 31,2 kWh y se puede cargar en corriente alterna a un máximo de 11 kW y en continua a un máximo de 60 kW si se paga la opción correspondiente. Con este último cargador, es posible recargar la batería del 10 al 80 % en 20 minutos.
La velocidad máxima en modo eléctrico es de 140 kilómetros por hora, que llega a 250 km/h si se hace uso de toda la potencia del sistema híbrido. La aceleración desde parado hasta 100 kilómetros por hora la completa en 4,7 segundos.
La suspensión AMG Ride Control es de muelles neumáticos, al igual que en el resto de la gama Mercedes-AMG GLE, aunque desarrollada especialmente para conseguir un «aislamiento acústico para una conducción puramente eléctrica en combinación con un carácter muy deportivo típico de AMG». Otra diferencia es que las barras estabilizadoras son tradicionales (no activas). Mercedes-AMG también ha calibrado específicamente el control de estabilidad, la dirección y el reparto de la potencia del sistema de tracción total (AMG Performance 4MATIC+). Hay dos programas de conducción «Smoothness» e «Individual», especialmente desarrollados para estas versiones y se añaden a los habituales Comfort, Sport y Sport+. También existe un programa denominado Battery Hold que sirve para conservar la carga de la batería a un determinado nivel.