Los Mercedes-AMG GLE 63 4MATIC+ y GLE 63 S 4MATIC+ son las versiones de mayor potencia y con un enfoque más deportivo dentro de la gama GLE 2019. Tienen un motor de gasolina de 571 y 612 CV respectivamente, una caja de cambios automática de nueve relaciones y tracción total permanente.
El más potente de los dos, el GLE 63 S 4MATIC+, está a la venta desde 155 300 euros. Más adelante, sin fecha definida aún, Mercedes-AMG lanzará la otra versión a un precio más bajo. En comparación con las versiones más potentes de motor térmico del Audi Q8, el BMW X5 y el Porsche Cayenne, es el menos costoso de los cuatro —ficha técnica comparativa—, aunque están todos en una horquilla de precio de 10 000 euros de diferencia.
Por potencia, estas dos versiones se encuentran justo por encima del GLE 53 4MATIC+, otro GLE perteneciente a la división de vehículos deportivos Mercedes-AMG.
El motor es un V8 de 4,0 litros de cilindrada sobrealimentado mediante dos turbocompresores que, en función de la variante elegida, da más o menos potencia. La básica, denominada GLE 63 (a secas), desarrolla 571 CV entre 5750 y 6500 rpm y 750 Nm de par, mientras que la más potente, llamada GLE 63 S, tiene 612 CV en el mismo régimen de revoluciones y 850 Nm de par (ficha comparativa).
Un aspecto novedoso de este motor, que comparte con el GLS 63 4MATIC+, es la introducción de un sistema de hibridación ligero (o mild-hybrid) que funciona con una red eléctrica de 48 V. Dicho sistema incluye una pequeña batería de iones de litio y una máquina eléctrica de 22 CV que tiene cuatro funciones principales: arrancar el motor, mantener estable el régimen de ralentí, apoyar al motor de combustión en aceleraciones a medio régimen y recuperar energía en las deceleraciones. Gracias a ello, a los GLE 63 y GLE 63 S les corresponde la etiqueta medioambiental ECO de la DGT. Además, para reducir el consumo de combustible en la medida de lo posible, Mercedes-AMG también ha instalado un sistema de desconexión de la mitad de sus cilindros cuando la demanda de potencia es baja (concretamente los número 2, 3, 5 y 8) y uno de encendido y apagado automático del motor en las detenciones.
La caja de cambios es una automática a la que Mercedes-AMG denomina SPEEDSHIFT TCT 9. Tiene nueve relaciones y estructuralmente es igual que una de convertidor de par con engranajes planetarios, excepto porque en vez de un convertidor de par hay un embrague bañado en aceite controlado electrónicamente. La rapidez y la suavidad de cambio es distinta en función del modo de conducción elegido y admite manejo manual mediante unas levas que hay tras el aro del volante.
Según los datos oficiales, el GLE 63 es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,0 y el GLE 63 S en dos décimas menos (3,8 s), unas cifras similares a las de sus principales alternativas, que son el Audi RS Q8, los BMW X5 M y X6 M y el Porsche Cayenne Turbo. La velocidad máxima está limitada de manera electrónica, pero a 250 km/h en la variante de 571 CV y a 280 km/h en la de 612.
De serie, los GLE 63 y GLE 63 S incluyen una suspensión neumática con amortiguadores controlados electronicamente (AMG RIDE CONTROL+), un diferencial trasero capaz de distribuir la fuerza que llega a cada una de las ruedas del eje posterior y un sistema de barras estabilizadoras activas que modifica la resistencia a la torsión de las mismas gracias a unos pequeños motores eléctricos (funciona mediante la red de 48 V). El sistema de tracción total funciona mediante un embrague multidisco controlado electronicamente y el control de estabilidad tiene tres programas de funcionamiento: ESP On (conectado), ESP Handling (permite cierto deslizamiento de las ruedas antes de entrar en funcionamiento) y ESP Off (desconectado).
Como en otras versiones de la gama GLE, los GLE 63 y GLE 63 S tienen un selector de modos de conducción que modifica el funcionamiento del motor, la caja de cambios, la suspensión, el control de estabilidad, la dirección o el escape. A los habituales Confort, Sport, Sport+ y RACE (este último solo para la variante de mayor potencia), Mercedes-AMG ha añadido dos programas adicionales denominados Trail y Sand, destinados a un uso fuera del asfalto.
Las llantas de serie son de 20 pulgadas en caso de la variante de menor potencia (GLE 63) y de 21 pulgadas en la de mayor potencia (GLE 63 S), aunque opcionalmente se pueden pedir de hasta 22 pulgadas. El sistema de frenos es exactamente igual en las dos variantes y consta de discos delanteros de 400 mm mordidos por pinzas fijas de seis pistones y discos traseros de 370 milímetros mordidos por pinzas flotantes de un solo pistón.
Al igual que en el resto de versiones de la gama GLE, los GLE 63 y GLE 63 S tienen el sistema multimedia MBUX, aunque con funciones específicas que muestran información sobre velocidad, frenada y aceleración lateral, tiempos por vuelta en circuito o temperatura del aceite del motor. La instrumentación es personalizable y tiene cuatro modos para mostrar la información: Modern Classic, Sporty, Discreet y Supersport.
Los sistemas de seguridad y ayuda a la conducción que pueden tener, bien de serie o bien de manera opcional, son sencillamente los mismos que el resto de la gama. Entre ellos hay programador de velocidad activo con capacidad para detener el vehículo y reanudar la marcha, un asistente de cambio de carril, uno de frenada de emergencia en ciudad con detección de peatones y ciclistas, una alerta por tráfico cruzado al circular marcha atrás con función de frenado o un sistema de reconocimiento de algunas señales de tráfico.
Los cambios de diseño más llamativos con respecto a otras versiones de la gama se dan por la instalación de unos parachoques y parrilla específicos, unas llantas con diseño exclusivo y cuatro salidas de escape trapezoidales. En el habitáculo son distintos los asientos delanteros (con más agarre lateral), el volante (con una pequeña marca en la parte superior) y los pedales (de metal), pero además hay varias placas identificativas que hacen alusión a la versión.