El Mercedes-Benz EQV es un monovolumen de propulsión eléctrica que deriva del Clase V con capacidad para transportar hasta ocho pasajeros.
Hay dos versiones: EQV 250 y EQV 300. Ambas llevan el mismo motor de 204 CV. Se diferencian por el tamaño de la batería, que es de 60 y 90 kWh respectivamente (capacidad útil). De tal manera que el EQV 250 tiene una autonomía homologada WTLP de 231 kilómetros y el EQV 300 de 355 kilómetros.
Además, hay dos variantes de carrocería: Corta y larga (5,14 y 5,37 metros de longitud). La versión más asequible está en venta por 74 356 € (precios de toda la gama).
En la actualidad, el modelo más parecido en el mercado es el Opel Zafira-e, que tambien puede llevar ocho pasajeros. El Opel es menos potente (136 CV), tiene una autonomía de 260 km y es mucho más barato (está en venta por 52 708 euros; todos los precios).
El EQV es mucho más agradable de utilizar por la ciudad y sus alrededores que un Clase V con motor de combustión. La aceleración que hace falta en cada momento se puede dosificar con precisión tanto en las maniobras (por ejemplo, es muy fácil aparcar en cuesta) como a velocidades más elevadas. Un punto negativo del EQV para un uso urbano es que gira poco (necesita un círculo de 12,9 m de diámetro para dar una vuelta completa y el Clase V uno de 11,8). Hay cuatro modos de conducción que dan prioridad a las prestaciones o al ahorro energético.
En los modos de conducción C y S la potencia es suficiente para mover el vehículo con agilidad cuando hay que incorporarse a una vía rápida o adelantar a un vehículo más lento. El EQV alcanza con facilidad su velocidad máxima, que es de 140 km/h (opcionalmente el límite se puede elevar hasta 160 km/h). En los modos E+ y E la potencia que da el motor eléctrico es menor y, además, se limita el funcionamiento de la climatización para consumir menos. A continuación hay un resumen de los distintos modos:
• C. Estándar. La potencia máxima es de 204 CV y las prestaciones de calefacción y del aire acondicionado son altas.
• E. La potencia máxima es 136 CV (204 CV con kick-down) y ofrece un rendimiento aceptable de la calefacción y aire acondicionado.
• E +. Configurado para conseguir la máxima autonomía. La potencia máxima es de 109 CV (204 CV con kick-down). La eficacia de la calefacción y el aire acondicionado se reducen considerablemente.
• S. Programa deportivo. Ofrece 204 CV, una rápida respuesta del pedal del acelerador y un funcionamiento potente calefacción y aire acondicionado.
He conducido un EQV 300 por un carretera prácticamente llana a 100 km/h constantes con el modo de conducción E+ y una temperatura exterior de 24 grados centígrados. En ese recorrido el consumo que indicaba el ordenador fue 20 kWh/100 km. En ciudad con tráfico particularmente denso por obras (en ocasiones pasaban minutos enteros sin poder apenas avanzar) el gasto fue 28 kWh/100 km en el mismo modo de conducción que en el caso anterior. El consumo medio en el ensayo WLTP es de 28 kWh/100 km (muy alto en términos absolutos y mayor que el de un Audi e-tron S; 27 kWh/100 km). En este listado aparecen todos los vehículos eléctricos ordenados de mayor a menor consumo.
Hay cinco niveles de retención del motor eléctrico (D Auto, D+, D, D- y D--) que se controlan desde las palancas que hay detrás del volante. El modo de D+ me ha parecido el más adecuado para carreteras rápidas como puede ser una autovía, pues el vehículo pierde velocidad con mucha lentitud cuando se levanta el pie del acelerador. En el D Auto, el EQV varía la retención automáticamente en base a los datos proporcionados por la cámara frontal o el sistema de navegación.
El motor está delante y funciona con una tensión nominal de 365 V. La tracción es mediante las ruedas delanteras, algo que lo diferencia de los Clase V con el motor de combustión, que también lo tienen colocado por delante del habitáculo, pero la tracción es a través las ruedas traseras o de las cuatro.
La batería está debajo del habitáculo, ocupando el espacio que hay entre ambos ejes de ruedas. Según Mercedes-Benz, no hay merma de espacio interior del vehículo (no hemos tenido oportunidad de medirlo, pero efectivamente no parece que haya pérdida). Como sobresale ligeramente por la parte inferior y para evitar que quede muy expuesta a posibles golpes, Mercedes-Benz ha elevado la suspensión 2 centímetros en comparación a un Clase V.
La batería del EQV 250 tiene una capacidad total de 66 kWh y la del EQV 300 de 100 kWh, de los que son utilizables 60 y 90 kWh respectivamente. Ambas se pueden cargar a un máximo de 11 kW con corriente alterna. Con corriente continua la potencia pico de recarga es 80 y 110 kW respectivamente.
Hay un circuito de líquido para el control de su temperatura. Ese líquido puede refrigerar la batería (y usar el calor para calentar el habitáculo) o calentarla, mediante una resistencia eléctrica. La toma de recarga está en la parte izquierda del paragolpes delantero, lo que segun Mercedes-Benz responde a razones técnicas. El EQV tiene la portezuela de acceso al depósito de carburante que llevan los Clase V. Ello se debe, según el fabricante a que «se monta en la misma línea de producción, compartiendo carrocería y muchos otros elementos. Mantener la portezuela del combustible solo obedece a no disponer de piezas de carrocería alternativas y reducir la complejidad durante el proceso de fabricación».
Debido al incremento de peso que supone la batería (un EQV de carrocería larga pesa 2635 kg, mientras que un Clase V 250 d de 190 caballos pesa 2152 kg), Mercedes-Benz ha reforzado la suspensión trasera para que la masa máxima autorizada pueda llegar a 3500 kg (3000 en el Clase V).
El EQV tiene el sistema multimedia MBUX. Se interactúa con él a través de una pantalla táctil de 10 pulgadas (imagen; es de 10,3 u 11,6 en otros modelos de la marca) y también mediante uno de los sistemas de reconocimiento de órdenes vocales más avanzado en la actualidad. La instrumentación es convencional, con agujas físicas y una pantalla multifunción entremedias. La diferencia con respecto a otro Clase V está en que en el indicador de la derecha es un vatímetro (imagen) en vez de un cuentarrevoluciones (imagen).
El EQV se distingue de cualquier otro Clase V, entre otras cosas, por el puerto de carga que hay en el parachoques delantero (en el lado del conductor, imagen), por la línea cromada que rodea la parrilla (imagen) y por las insignias EQV que hay a cada lado de la carrocería. Las llantas tienen un diseño específico y son de 18 pulgadas (imagen). En el interior también hay diferencias sutiles. Más allá del sistema multimedia y la instrumentación, los cercos decorativos que rodean los mandos de la consola tienen un tono rosado en vez de plateado.
Mercedes-Benz avanzó muchos de los detalles del EQV a principios de 2019 con el prototipo Concept EQV. La producción del EQV se lleva a cabo en la misma planta donde Mercedes-Benz fabrica el Clase V y el Vito, ubicada en Vitoria (España). Este modelo tiene cuatro años de mantenimiento incluidos en el precio; la garantía de la batería es de 8 años o 160.000 km.