Todas las versiones de la Clase S llevan ahora de serie la suspensión «Airmatic» con gestión electrónica, que combina la suspensión neumática con el sistema de suspensión adaptativa (ADS). El muelle neumático de la suspensión «Airmatic» permite variar la altura de la suspensión y, en fracciones de segundo, modifica automáticamente la fuerza de amortiguación de ambos ejes en tres fases (más o menos flexible) en función de la carga, el estado de la calzada y el estilo de conducción realizado. También se puede seleccionar uno de los tres reglajes disponibles mediante un botón situado en el salpicadero.
Para los renovados Clase S se ha afinado su funcionamiento, por ejemplo, la reducción del nivel de la carrocería en función de la velocidad se adapta con mayor precisión al estilo de conducción realizado:
En la modalidad «Confort», el nivel de carrocería desciende automáticamente 10 mm a partir de 120 km/h y otros 10 mm cuando se supera 160 km/h. Los umbrales de velocidad en los cuales recupera su altura están en torno a 75 y 60 km/h.
En la modalidad «Sport» (seleccionada mediante el botón situado en el salpicadero), los primeros 10 mm se bajan a 110 km/h y los siguientes 10 mm a 150 km/h, volviendo a recuperar su altura original a 70 y 55 km/h respectivamente.
Además de rebajar la altura de la carrocería, la suspensión «Airmatic» también permite subir la altura del vehículo 25 mm mediante otro botón específico situado en el salpicadero, algo práctico a la hora de transitar por caminos bacheados o llevar cadenas para nieve.
De serie en el S 600 y opcionalmente en el S 430, S 500 y S 400 CDI, se ofrece el sistema de suspension activa denominado «ABC» (Active Body Control). Dicho sistema es lo más sofisticado en sistemas de suspensión que tiene Mercedes-Benz en la actualidad y uno de los más evolucionados entre los utilizados por coches de calle. Estrenado inicialmente en los cupé CL, la suspensión «ABC» también se utiliza en los descapotables SL y en los Clase S. Al igual que el efectivo «Airmatic DC» que utilizan los nuevos Clase E, la suspensión «ABC» permite variar el reglaje de amortiguadores y muelles, aunque de una forma más efectiva: mientras que el «Airmatic DC» está limitado a tres reglajes preestablecidos, el «ABC» modifica el reglaje de forma activa, ajustando la flexibilidad requerida con más precisión. Según me ha comentado un ingeniero Mercedes, el sistema «ABC» es muy costoso y, por eso, sólo se aplica en los modelos más caros de la marca.
El sistema «ABC» recibe algunas mejoras en los Clase S: ahora puede detectar la carga real que soporta el vehículo y utilizar este valor para calcular los parámetros de regulación activa de las suspensiones. Para garantizar el control tan exacto de la carga, cada una de las berlinas que llevan «ABC» se pesa antes de abandonar la línea de montaje y su peso en vacío se memoriza en la unidad de control y se toma como base para el cálculo del reglaje preciso.
La regulación activa de la suspensión se realiza mediante actuadores hidráulicos instalados en conjuntos telescópicos que integran amortiguadores convencionales de gas y muelles helicoidales. Con dichos elementos y la gestión electrónica se consigue incrementar el confort al mismo nivel que la estabilidad. Una cualidad a destacar de la suspensión «ABC» es que reduce de forma eficaz el balanceo (en curvas) y cabeceo (en aceleración y frenada) de la carrocería.
Mediante un botón situado en el salpicadero, el conductor puede seleccionar también unas características de suspensión confortable o deportiva, al igual que otro mando le permite incrementar la altura de la carrocería.