Mercedes-Benz Clase G (2012) | G 63 AMG y G 65 AMG
Las versiones G 63 AMG de 544 CV y G 65 AMG de 612 CV son las de mayor potencia de la gama Clase G. Por primera vez que hay dos versiones «AMG»; en el Clase G de 2008 había un G 55 AMG de 507 CV (ficha técnica).
Estas dos variantes se distinguen del resto de la gama porque la parrilla, los paragolpes y las llantas de aleación son de diferente diseño. Además, los pasos de ruedas son más anchos y hay unos anagramas —«V8 Biturbo» en el caso del G 63 AMG y «V12 Biturbo» en el caso del G 65 AMG— en las aletas delanteras (galería de imágenes). En el interior cambian la tapicería de los asientos, los guarnecidos de las puertas y la instrumentación (galería de imágenes).
El G 65 AMG tiene algunas pequeñas diferencias con respecto al G 63 AMG. Así, en el exterior cambian ligeramente la parrilla y las llantas —de 20 pulgadas, montadas en neumático 275/50 R20 y de color gris titanio con acabado brillante—, además de los anagramas de las aletas. En el interior, la pantalla de la instrumentación da la bienvenida cuando se conecta el contacto con una animación con el texto «AMG V12 Biturbo», la tapicería de piel es diferente —modelo «designo»— y la parte superior del panel de instrumentos está tapizado de cuero. Los asientos y los umbrales de las puertas llevan unos anagramas específicos.
El G63 AMG y el G 65 CMG tienen chasis deportivo «AMG» con una suspensión diferente a la del resto de la gama —más firme—. El sistema de frenos también es distinto. Está formado por unas pinzas de seis pistones y discos perforados de 375 milímetros en el eje delantero y unas pinzas de un solo pistón y discos perforados de 330 milímetros en el eje trasero. Las pinzas van pintadas de color rojo u, opcionalmente, de color plata. Las delanteras son las mismas que lleva el M 63 AMG.
G 63 AMG
El G 63 AMG lleva un motor de ocho cilindros en «V» y 5461 cm³. Da la potencia máxima (544 CV) a 5500 rpm. El par máximo es 760 Nm, constante entre 2000 y 5000 rpm. Es 37 CV más potente que el G 55 AMG de 2008 y da un par máximo 60 Nm superior.
El motor del G 63 AMG es de inyección directa y tiene sobrealimentación a través de dos turbocompresores. Lleva un sistema de parada y arranque automático («ECO start/stop») en las detenciones, como semáforos y atascos, para que el consumo sea bajo. Gasta 13,8 l/100 km, es decir 2,1 l/100 km menos que el G 55 AMG de 507 CV (2008).
Tiene una caja de cambios automática de siete velocidades («AMG SPEEDSHIFT PLUS 7G-TRONIC»). Tiene una función que simula la acción de un doble embrague para que las reducciones sean más suaves. Se puede elegir entre tres modos diferentes: «Controlled Efficiency» («C»), «Sport» («S») y «Manual» («M»). En el primero de ellos el dispositivo «ECO start/stop» está activado, mientras que en los otros dos no. Además, en el programa «C», para que el consumo sea bajo, el paso de una relación a otra se sucede lo antes posible, con el motor a bajas vueltas, y se inicia la marcha en segunda velocidad.
El G 63 AMG acelera de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos y alcanza 210 km/h —la velocidad máxima está autolimitada electrónicamente—. Son unas cifras casi idénticas a las del G 55 AMG (507 CV) de 2008: 5,5 segundos y 210 km/h, respectivamente.
G 65 AMG
El G 65 AMG tiene un motor V12 de 612 CV, sobrealimentado a través de dos turbocompresores. Es de 5980 cm³. Da la potencia máxima entre 4300 y 5600 Nm y el par máximo (1000 Nm) entre 2300 y 4300 Nm. Como el G 63 AMG, tiene cambio automático de siete velocidades («AMG SPEEDSHIFT PLUS 7G-TRONIC»).
Consume 17,0 l/100 km. Son 3,2 l/100 km más que el G 63 AMG, aunque tiene 68 CV más —612 frente a 544 CV—. Acelera de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 230 km/h —limitada electrónicamente—. Es 0,1 segundos más rápido que el G 63 AMG y 20 km/h más veloz.