El Mercedes-Benz Clase CLS Shooting Brake es cómodo de suspensión, aunque creo que no tanto como un Clase E (nos referimos al modelo que todavía se vende; aún no hemos probado el nuevo). El motivo puede ser el mayor tamaño y menor perfil de las ruedas del CLS Shooting Brake. La versión que hemos probado en profundidad y a la que se refiere la mayor parte de este texto es la 350 CDI BlueEFFICIENCY.
Las ruedas de serie de este Mercedes-Benz —las que traía nuestra unidad de pruebas— son de distinta medida delante y detrás: 255/40 R18 en el eje delantero y 285/35 R18 en el trasero. Quizá debido a esas ruedas tan anchas el CLS sea un poco más sensible al estado del piso que un Clase E con unas más estrechas (especialmente en carreteras de cemento rayado o muy ondulado) y quizá algo menos cómodo, pero la diferencia debe ser pequeña. Opcionalmente, los dos modelos se pueden llevar las mismas; es posible que a igualdad de configuración las diferencias sean todavía más reducidas, pero es algo que no puedo afirmar.
El CLS Shooting Brake 350 CDI BlueEfficiency es uno de los pocos modelos del mercado que, en opción, puede llevar unas ruedas más estrechas que las de serie (245/45 R17 las cuatro). Con ellas, el consumo de carburante desciende lo suficiente (en el recorrido de homologación) para que el coche esté gravado por un impuesto de matriculación más bajo.
Aun aceptando esa posible pérdida de precisión en algunas superficies respecto al un Clase E, lo cierto es que el CLS Shooting Brake transmite mucha sensación de control y confianza a alta velocidad en vías rápidas (algo que por otra parte es habitual en muchos modelos de Mercedes-Benz). También tiene reacciones muy seguras cuando el conductor comete un error de apreciación y tiene que rectificar bruscamente. Un ejemplo claro de lo bien que reacciona es que cuando hay que frenar repentinamente en plena curva, se descoloca muy poco.
Existen varias configuraciones posibles para la suspensión. De serie, la mayor parte de los CLS Shooting Brake (salvo los AMG) tienen lo que Mercedes-Benz denomina «tren de rodaje de confort» y opcionalmente pueden llevar el «tren de rodaje deportivo». La tercera opción es la suspensión neumática para los dos ejes «Airmatic DC». Esta última ofrece alguna ventaja frente a cualquiera de las dos suspensiones anteriores: se puede elegir a voluntad entre dos ajustes de dureza (mediante un botón en la consola) y permite elevar la carrocería si se circula a poca velocidad (función muy útil para quien, por ejemplo, aparque en garajes con pendientes muy pronunciadas).
Nuestra unidad de pruebas tenía esta suspensión «Airmatic DC» y lo cierto es que con ella el CLS va muy bien. El ajuste más duro permite que la carrocería no se mueva mucho en las frenadas o apoyos en las curvas pero a la vez no resulta en absoluto incómoda (de hecho, en ocasiones, he olvidado conectado este ajuste más duro y solo lo he advertido —después de muchos kilómetros— cuando he reparado en el testigo correspondiente).
Con la suspensión ajustada en el modo más duro y una vez que el conductor se acostumbra al tacto de la dirección (a mi juicio no informa demasiado de lo que ocurre entre ruedas y asfalto), el CLS Shooting Brake ofrece gran precisión y permite circular a un ritmo realmente rápido. No es ágil como un deportivo en las curvas más lentas, pero en las medias o rápidas sorprende el ritmo que se puede llegar a sostener. Con la suspensión en el modo más blando la carrocería se mueve claramente más y el coche da menos sensación de precisión, en curvas.
La versión que hemos probado era de tracción al eje posterior. Me ha parecido que su motricidad es buena, al menos cuando el firme es suficientemente adherente. Sobre firmes deslizantes, obviamente, no tanto. Quien habitualmente conduzca por vías muy deslizantes, especialmente nevadas, deberá tener muy en cuenta las versiones de tracción total. Una opción más barata para este uso es tener un segundo juego de ruedas de invierno. No obstante, durante la prueba me he enfrentado a una circunstancia en donde creo que hubiera sido mejor llevar tracción total que neumáticos de invierno. Era la subida a un puerto de montaña con curvas muy largas de tercera o cuarta marcha, que algunas de ellas se cierran en su parte final. El firme estaba húmedo en las zonas de sombra, pero no helado pues la temperatura era de unos 5 grados. En una de las curvas, a la que entré con decisión y comenzé a acelerar con intensidad relativamente pronto, el coche se descolocó sensiblemente (porque las ruedas posteriores patinaron un poco) hasta que el control de estabilidad comenzó a funcionar. En ese caso, unos neumáticos de invierno no hubieran podido hacer mucho (ni hacía mucho frío, ni había hielo), pero estoy casi seguro que el mismo CLS con tracción total hubiera seguido avanzando sin descolocarse (o casi).
EL CLS Shooting Brake gira muy bien (es algo generalizado en todas las berlinas de tracción trasera de Mercedes-Benz) por lo que las maniobras habituales para aparcar o para circular por calles muy estrechas se realizan con relativa facilidad para las dimensiones exteriores del coche.
Motor V6 Diesel de 265 CV
La unidad que hemos probado no ha gastado especialmente poco carburante. En toda la prueba he recorrido unos 1100 kilómetros por todo tipo de carreteras —la mayor parte fuera de la ciudad y a veces aprovechando toda la capacidad de aceleración— y el consumo medio ha sido 9,5 l/100 km.
En el recorrido de referencia que usamos en km77.com (que es un tramo de ida y vuelta por autovía, en total 143 km, con fuertes pendientes y buscando una velocidad media real de 120 km/h) el consumo ha sido 7,6 l/100 km. Es un buen valor para un coche que puede acelerar tanto y que desplaza tanto peso, pero queda algo alejado del que obtuvimos con el CLS con el mismo motor y anchura de neumáticos (7,1 l/100 km). Entre los motivos que pueden justificar esa diferencia de consumo están que el CLS Shooting Brake tiene desarrollos de transmisión más cortos, su carrocería ofrece más resistencia aerodinámica y es más pesado (casi 100 kg). Este CLS Shooting Brake 350 CDI tiene arranque y parada automática del motor durante las detenciones, algo que no tenía el CLS 350 CDI y que puede derivar en un consumo menor, pero solo en ciudad.
Las versiones de mayor potencia del CLS Shooting Brake tienen un depósito de carburante de 80 litros, frente a los 60 de la versión de cuatro cilindros. Estos 80 litros parecen bastante aproximados a la realidad: conseguí poner 79,29 litros cuando la autonomía era inferior a 50 km. Digo «inferior» sin dar un dato más preciso porque en este coche cuando la autonomía disponible baja de 50 km deja de aparecer el kilometraje restante.
Según nuestras mediciones, este CLS Shooting Brake ha acelerado lo mismo que el CLS con el mismo motor, algo difícil de explicar porque es casi 100 kg más pesado. Al margen de lo anterior, el tiempo empleado en acelerar de 80 a 120 km/h ha sido de 4,5 segundos, un dato muy bueno si lo comparamos con el que hemos obtenido con coches semejantes (tabla comparativa de prestaciones) y convierte a este coche en un modelo muy rápido.
Lo que transmite el CLS 350 CDI al acelerar a fondo es un empuje intenso pero a la vez constante, sin brusquedades, a lo que ayuda el suave cambio de velocidades. Es automático de siete marchas y funciona de forma excelente: por una parte apenas deja sentir los cambios entre marchas y, por otra, es suficientemente rápido. Tiene dos programas que se accionan desde una tecla en el salpicadero («normal» y «deportivo»). El programa deportivo no hace al coche más rápido (lo he comprobado en una aceleración a fondo en las cuatro primeras marchas), pero sí tiene tendencia a utilizar marchas más cortas, algo que viene muy bien en bajadas prolongadas o en conducción por curvas.
Para quien no necesite tanta aceleración como da el CLS con el motor de seis cilindros y 265 caballos, quizá el 250 CDI (cuatro cilindros, 204 caballos) sea completamente satisfactorio. Lo que no tiene este motor Diesel es la suavidad de funcionamiento del Diesel V6, especialmente al ralentí, pero una vez que el coche echa a rodar a las velocidades habituales fuera de la ciudad, el sonido del motor y sus ligeras vibraciones prácticamente no se sienten. Además, su consumo será más bajo.
También hemos podido conducir brevemente el CLS Shooting Brake de gasolina y 306 caballos y, curiosamente, nos ha parecido más lento que el Diesel de 265 CV. Quizá si se miden los tiempos de aceleración puede que el de mayor potencia se imponga, pero en una conducción normal y sin llevar el motor hasta su límite parece que el Diesel se mueve con mayor agilidad.