A partir de enero de 2005, Mercedes-Benz pondrá a la venta el CLS 55 AMG. Tiene un motor de ocho cilindros en V, 5,4 l de cilindrada, sobrealimentado por un compresor volumétrico.
Con 476 CV y 700 Nm, se convierte en el modelo más potente de la gama, por encima del CLS 500 (306 CV y 460 Nm). La velocidad máxima está limitada a 250 km/h y pasa de 0 a 100 km/h en 4,7 s.
La caja de cambios, al igual que en otras versiones AMG es automática de cinco velocidades «AMG Speedshift», con posibilidad de uso automático o manual. En este último caso se puede bloquear la relación más larga desde la palanca o desde unos botones que hay en el volante.
Tiene la suspensión semiactiva de aire «Airmatic DC» con amortiguación autoadaptativa. El sistema de freno está desarrollado por AMG y, según Merecedes-Benz, es de altas prestaciones, con discos ventilados y perforados para mejorar su resistencia.
Lleva llantas de 18" de diámetro, con garganta de 8,5" las delanteras y 9,5" las traseras. Los neumáticos también son de diferente medida, 255/40 y 285/35 respectivamente.
Exteriormente se distingue porque el paragolpes delantero es diferente a otras versiones de la gama, tiene las entradas de aire más grandes y los antinieblas son redondos. También son nuevos los faldones laterales y el paragolpes trasero.
Otros detalles que lo diferencian son las dos salidas de escape dobles de forma oval, la parrilla del radiador, que tiene tres tiras cromadas horizontales (las otras versiones llevan cuatro) y que sobre las aletas delanteras lleva unos anagramas «V8 Kompressor». En la tapa del maletero hay un alerón de pequeñas dimensiones que aumenta la carga sobre el eje trasero a altas velocidades.
Los asientos son de piel napa perforada (disponible en tres colores), con doble costura, y con piezas de Alcántara a la altura de los hombros. El cuadro de mandos tiene el velocímetro escalado hasta 320 km/h y los marcos de los relojes son cromados con el anagrama de AMG en su interior.