El Mercedes-Benz CLC SportCoupé es un cupé de cuatro plazas y portón. Es una actualización del Sportcoupé que Mercedes-Benz presentó en el año 2000. Por lo tanto, está derivado del anterior Clase C.
Está a la venta desde 30.550 € del CLC 200 CDI, hasta 41.700 € que cuesta el CLC 350 (todos los precios). El CLC es de mayor tamaño que un BMW Serie 1 o un Audi A3 y es más pequeño que un BMW Serie 3 Coupé o un Audi A5. Por precio, se parece mucho más a los segundos.
Lo que cuesta el CLC SportCoupé puede estar justificado porque tiene ciertas cualidades sobresalientes, como su calidad de acabado o el elevado nivel de seguridad activa.
Hay cupés más ágiles en curvas, pero no hay ningún otro cupé que vaya mejor ni que transmita mayor sensación de aplomo, de control y sea tan fácil de conducir en carretera rápida. De hecho, para un uso así, el CLC me parece un coche sobresaliente y superior a todos sus competidores.
En general, el CLC SportCoupé no tiene unos motores tan eficientes en el uso de combustible como BMW o Audi. En km77.com hemos probado en profundidad el CLC 220 CDI (150 CV) con cambio automáticos, si bien sus prestaciones son correctas, para obtenerlas necesita una cantidad de combustible mayor que la de otros vehículos similares. Aunque no acelera mucho, lo que sí hace bien es mantener una velocidad elevada con gran facilidad, una vez que va lanzado. Esa es una de las claves por las que se viaja tan bien en el CLC.
Para quien dé valor a la relación entre precio y equipamiento, el CLC SportCoupé puede defraudar porque tiene pocas cosas de serie para su precio. La lista de opciones sí es extensa y puede tener casi todo lo deseable en un coche de este tipo.
El CLC SportCoupé tiene silueta de cupé. A pesar del estilo de su carrocería, no es demasiado pequeño para cuatro ocupantes. El mayor inconveniente en las plazas traseras es que falla un poco por la altura disponible al techo para personas de más de 1,70 m. Los asientos delanteros tienen un sistema que favorece que el acceso a las plazas posteriores sea cómodo.
Tiene una longitud de 4.452 mm. Es por lo tanto claramente de menor tamaño que el BMW Serie 3 Coupé (4.580 mm), pero es superior al BMW Serie 1 Coupé . El Alfa Romeo GT sí tiene una longitud parecida a la del CLC (4.489 mm).
Gama de motores
La gama de motores del CLC SportCoupé es muy parecida a la del Sportcoupé, modelo al que reemplaza. Hay motores Diesel y de gasolina de entre 122 y 272 CV de potencia, de cuatro y de seis cilindros. Todos los motores de cuatro cilindros están sobrealimentados: de estos, los de gasolina llevan compresor y los Diesel turbocompresor. Los de seis cilindros (CLC 230 y CLC 350) son atmosféricos.
La mayor diferencia en la gama de motores del CLC SportCoupé respecto al anterior Sportcoupé está en la versión 200 K, que da 184 CV en el primero y 163 en el segundo. Para que dé más potencia Mercedes-Benz ha cambiado el compresor, los pistones y la gestión electrónica.
Con este motor de 184 CV, el CLC gasta 7,8 l/100 km (con cambio manual), acelera hasta 100 km/h en 8,6 segundos y alcanza 235 km/h de velocidad máxima. Es decir corre más y gasta menos que el anterior 200 k Sportcoupé de 163 CV. Gasta más combustible que el BMW 320 Coupé de 170 CV y que un Audi A5 1.8 TFSI de 170 CV, pero mucho menos que un Alfa Romeo Brera de 185 CV (tabla comparativa).
También hay algunos cambios en el motor Diesel menos potente (200 CDI) para que gaste menos combustible que el anterior Sportcoupé.
De momento Mercedes-Benz no ha dicho si va a montar en el CLC la nueva gama de motores Diesel que ha estrenado el Clase C 250 BlueEfficiency. Sí ha confirmado que los montarán otros muchos vehículos de esta marca.
Todos los motores del CLC SportCoupé llevan de serie una caja de cambios de seis velocidades. Opcionalmente, pueden tener una automática de cinco marchas, salvo el CLC 350 que puede llevar una automática de siete marchas («7G-Tronic») que hemos probado en otros modelos de Mercedes-Benz y resulta muy satisfactoria. Si el cambio automático va en combinación con el «paquete deportivo», hay unas levas en el volante para cambiar de marcha.