El Mercedes-Benz Clase A E-CELL es una versión eléctrica del Clase A. Estará disponible a lo largo de 2011 únicamente con carrocería de cinco puertas.
Inicialmente sólo se fabricarán 500 unidades. Se entregarán a clientes seleccionados por Mercedes-Benz, bajo la modalidad de renting, en algunos países de Europa como Alemania, España, Francia y Holanda. La producción comenzó a principios del otoño de 2010. Lleva un motor eléctrico que normalmente da 50 kW (68 CV), pero durante unos instantes puede dar una potencia máxima de 70 kW (95 CV).
El Clase A E-CELL acelera de 0 a 100 km/h en 14 segundos y alcanza una velocidad máxima de 150 km/h. Es más rápido que un Mitsubishi i-MiEV (130 km/h) o que un Nissan LEAF (144 km/h) —el primero es más pequeño y el segundo más grande que el Clase A E-CELL—.
El Clase A E-Cell resulta adecuado para circular por ciudad y alrededores pues llega hasta unos 90 km/h con facilidad. Como ocurre en los coches con motor eléctrico, el empuje es constante, sin brusquedades y en ausencia de ruido. No hemos tenido la oportunidad de conducirlo a más velocidad.
Con la carga de sus baterías puede recorrer 255 km según las condiciones de la medición «NEDC». Es una distancia mucho mayor que la que puede recorrer el i-MiEV (130 km) y el LEAF (160 km), aunque Mitsubishi y Nissan no especifican qué norma utilizan para el cálculo. El Clase A tiene mucha autonomía porque lleva baterías muy grandes (y pesadas); como consecuencia, tardan mucho tiempo en cargarse completamente.
La batería está compuesta por dos piezas que en conjunto tienen una capacidad de 36 kWh. Van ubicadas debajo del habitáculo. Mercedes-Benz asegura que esta situación contribuye a mejorar la seguridad, porque las baterías están situadas fuera de zonas de deformación de la carrocería del vehículo. Ahí tampoco restan espacio para los ocupantes ni en el maletero (que es lo que ocurre en un Renault Fluence). Sobresalen un poco por debajo de la carrocería; para evitar que rocen con el suelo el Clase A E-CELL es más alto que cualquier otro Clase A.
Las baterías del Clase A E-CELL se recargan conectando el coche a una toma eléctrica, que puede ser doméstica (230 V) o trifásica (400 V). En el primer caso, tras ocho horas de carga se pueden recorrer unos 100 km (para una carga completa harían falta unas 20 horas). En el segundo, tres horas de recarga dan una autonomía similar. Cuando se conecta el coche para proceder a la recarga éste queda inmovilizado automáticamente, lo que evita el riesgo de iniciar la marcha con el cable enchufado a la toma de corriente.
Algunos componentes del sistema eléctrico son comunes con el Mercedes-Benz Clase B F-CELL y el smart fortwo electric drive. Igual que este último, podrá llevar el sistema «SmartCharge Comunication» que permite configurar los procesos de recarga, por ejemplo para aprovechar las tarifas de electricidad más económicas. Otra cosa interesante es que mientras se recarga la batería es posible programar la conexión de la calefacción o el aire acondicionado, para atemperar el habitáculo antes de que el conductor y los pasajeros accedan al interior. Tiene otra ventaja, y es que sirve para aumentar la autonomía dado que normalmente estos servicios eléctricos consumen mucha energía. También es posible disponer a través de internet información de la carga de las baterías y de la autonomía restante.
Según Mercedes-Benz, el Clase A E-CELL mantiene el mismo espacio interior que el resto de versiones del Clase A y según datos oficiales el maletero es igual que el del modelo de cinco puertas con motor térmico (435 litros), aunque realmente no es así porque en este coche el sitio que hay bajo el doble fondo está ocupado por los cables (imagen) para conectar la batería a la red.
El cuadro de instrumentos es específico para esta versión. Hay una pantalla entre los dos indicadores principales que informa sobre el estado de carga de la batería y la autonomía, además de funcionar como ordenador de viaje. El cuentarrevoluciones ha sido sustituido por un indicador de forma similar que muestra el flujo de energía (imagen). Hay tres colores que indican si se circula cargando la batería (verde), consumiendo poca energía (blanco) o mucha (rojo). Este indicador es muy útil porque ayuda al conductor a conducir aprovechando mejor la carga de las baterías.
Tiene un convertidor de corriente continua para cargar la batería auxiliar de 12 V que alimenta el sistema eléctrico del vehículo, que a su vez suministra energía a la calefacción y al aire acondicionado.
El Clase A E-CELL se fabrica en la planta que Mercedes-Benz tiene en Rastatt, en el estado de Baden-Wurttemberg (Alemania), en la misma cadena de montaje que cualquier otro Clase A. Allí también se producen el utilitario smart fortwo electric drive. El monovolumen o vehículo comercial Vito E-CELL se fabrica en Vitoria.