El McLaren 750S es un deportivo biplaza con motor colocado en posición central posterior y que pertenece a la gama «Super Series» de la marca. Viene a reemplazar al 720S, modelo que lleva en el mercado desde el año 2017 y con el que guarda un gran parecido estético (de hecho, es el vehículo que se ha tomado como base para su desarrollo).
McLaren ya admite pedidos, tanto de la versión con carrocería cerrada (Coupé) como de la descapotable (Spider). Lo que no sabemos, al menos por el momento, es su precio, pero probablemente sea superior a los 300 000 euros (el 720S Coupé ya estaba cerca de dicha cifra y el 720S Spider la superaba). Hay pocos modelos de características similares en el mercado (listado de vehículos de más de 700 CV), pero quizá el más parecido sea el Ferrari F8 Tributo. Otros coches de tamaño y planteamiento similar, como el Lamborghini Huracán, el Audi R8 o el Porsche 911, no son del todo comparables porque tienen motores de menor potencia.
Aunque a simple vista cueste disntiguir un 750S de un 720S, lo cierto es que los cambios son profundos y, sobre todo, muy numerosos (McLaren dice que hasta el 30 % de los componentes son nuevos o han sido renovados). Y además se dan en muchos ámbitos, como el motor, la suspensión, la aerodinámica o el equipamiento.
El motor es el mismo V8 biturbo de 4,0 litros del 720S (código interno M840T). No obstante, ha recibido varias modificaciones que le han permitido mejorar su rendimiento de manera notable: la presión de la sobrealimentación es más elevada, tiene una segunda bomba de combustible de alto caudal (solo para momentos puntuales), los pistones están aligerados (son los mismos que lleva el 765LT), la gestión electrónica ha sido revisada y el sistema de escape es nuevo. Gracias a ello, ahora desarrolla 751 CV de potencia y 800 Nm de par, es decir, 34 CV y 30 Nm más que en el 720S (ficha técnica comparativa).
La caja de cambios sigue siendo una automática de doble embrague con siete marchas, pero ahora tiene una relación de desmultiplicación final más corta que, junto con el aumento de potencia del motor, permite al 750S acelerar desde parado más rápido que el 720S. McLaren da las siguientes cifras: un 0 a 100 km/h en 2,8 segundos (2,9 s en 720S), un 0 a 200 km/h en 7,3 s (7,8 s en 720S) y un 0 a 300 km/h en 19,8 s (21,4 s en 720S). La velocidad máxima, en cambio, es un poco menor, de 332 km/h (341 km/h en el 720S).
McLaren dice haber trabajado de manera intensa para que la experiencia al volante del 750S sea más excitante, precisa y deportiva que en el 720S, y para ello ha hecho muchos cambios en el chasis y otros elementos que influyen directamente en la conducción: la suspensión (PCC III) tiene una geometría revisada y muelles un 3 % más blandos delante y un 4 % más firmes detrás, la vía delantera es 6 mm más ancha, los soportes del motor son diferentes y la dirección, que sigue siendo electro-hidráulica (una rareza hoy en día y que, en principio, aporta un mejor «tacto») tiene una nueva bomba de asistencia y una relación de desmultiplicación más alta (la hace más rápida, por tanto).
Los neumáticos de serie son unos Pirelli PZero Corsa de medidas 245/35 R19 delante y 305/30 R20 detrás, que se pueden sustituir por unos Pirelli PZero Trofeo-R de idénticas dimensiones acudiendo al listado de opciones (esta opción también incluye unos tornillos para las ruedas distintos, más ligeros). El sistema de frenos de serie sigue teniendo unos discos carbocerámicos en las cuatro ruedas, pero opcionalmente ahora también se puede pedir uno con mejor rendimiento que incluye un nuevo servofreno, una nueva bomba de vacío y un sistema de refrigeración mejorado (es similar al que la marca emplea en el Senna).
Otro aspecto en el que McLaren ha trabajado intensamente es en la reducción de peso con respecto al modelo al que sustituye. Para ello ha utilizado de manera masiva la fibra de carbono y otros materiales ligeros en muchos elementos de la carrocería y el habitáculo: las llantas son de aluminio forjado (-13,8 kilos en total), el parabrisas es de un vidrio más fino (-1,6 kg), el cuadro de instrumentos es nuevo (-1,8 kg), el sistema de escape es de acero inoxidable (-2,5 kg) y los asientos de competición opcionales tienen una nueva estructura de fibra de carbono, más fina (-17,5 kg). Gracias a ello, la masa en orden de marcha del 750S Coupé es de 1464 kilos y la del 750S Spider, de 1513 kilos (30 kilos menos que las versiones correspondientes del 720S; ficha comparativa). Por poner estas cifras en contexto, el Ferrari F8 Tributo con carrocería cupé pesa 46 kilos más que el 750S y el Porsche 911 Turbo S, que es 101 CV menos potente, pesa 251 kilos más (ficha comparativa).
Por fuera, el 750S tiene un aspecto muy parecido al de su predecesor, el 720S. No obstante, McLaren ha hecho varios cambios sutiles: los parachoques son distintos, las tomas de aire que rodean los faros son más estrechas, hay nuevas tomas de aire y rejillas de ventilación en los pasos de rueda traseros, el alerón posterior activo es de mayores dimensiones (tiene un 20 % más de superficie que el del 720S y, además, funciona más rápido) y el escape tiene una salida central en lugar de dos.
En el interior los cambios tampoco son muy llamativos, aunque igualmente los hay: las dos pantallas del salpicadero (instrumentación y multimedia) son nuevas, con mayor resolución y con menús de diseño «más moderno», y los pocos botones que hay para el manejo de las distintas funciones del coche han sido reorganizados (imagen del salpicadero del 750S e imagen del salpicadero del 720S). Además hay un nuevo mando junto a la pantalla del sistema multimedia que recibe el nombre de «McLaren Control Launcher» y que sirve para que el conductor pueda guardar una configuración específica de la aerodinámica, el motor y la transmisión.