Es un descapotable de dos plazas con techo de lona que se caracteriza por su pequeño tamaño, peso contenido y ser tracción trasera. Esta disponible con dos motores, ambos de gasolina. Un 1.8 de 126 CV y un 2.0 de 160 CV. Nosotros hemos probado este último con el nivel de equipamiento «Sportive», que es el intermedio que hay con este motor. El «Active +» es el más asequible y cuesta 27.400 €.
No es fácil encontrar una alternativa a este MX-5 2.0. Con motores menos potentes están el Opel Tigra 1.8i y el Peugeot 206 Coupé Cabrio 2.0, que tienen un techo rígido plegable y son considerablemente más baratos. Los que tienen una potencia similar, como el Audi TT Roadster 1.8 T 150 CV, el BMW Z4 2.2i, el Mercedes-Benz SLK 200 K o el Morgan Plus 4 2.0 l, cuestan más (tabla comparativa de precio y equipamiento). El Volkswagen New Beetle Cabriolet 1.8 Turbo tiene un precio parecido y cuatro plazas, pero no es tan deportivo.
Entre la versión «Active +» y «Sportive» hay 3.000 € de diferencia. Puede ser interesante pagar ese dinero porque a cambio tendremos una caja de cambios de seis velocidades (en vez de cinco), una suspensión deportiva con amortiguadores Bilstein, faros de xenón y antinieblas, tapicería de cuero, calefacción en los asientos y un sistema de sonido Bose con cargador de seis discos.
La capota es de lona, con una luneta de cristal. Se pone y se quita de forma manual; estas operaciones son sencillas y se llevan a cabo en poco tiempo. No hay posibilidad de un mecanismo automático.
El habitáculo, aunque más grande que antes, sigue sin ser amplio. El interior tiene mejor aspecto que el de la generación anterior, puesto que los materiales empleados y los ajustes están más cuidados.
Con la suspensión de esta versión (no he llevado un Active +), el MX-5 es un coche ágil y preciso además de muy estable. Es más duro de suspensión que la versión anterior y más seguro, puesto que ahora lleva control de estabilidad.
Según nuestras mediciones, no ha sido especialmente rápido, a pesar de la buena relación entre peso y potencia. Puede resultar satisfactorio para quien no busque mucha aceleración, pero que permita circular a un ritmo ágil. Es un motor agradable de usar porque es progresivo en la entrega de potencia y permite circular en marchas largas a baja velocidad, sin que dé tirones.
El cambio de seis marchas es uno de los elementos destacables del coche. Tiene unos recorridos cortos, tanto en sentido longitudinal como transversal, es rápido y preciso.