Mazda6 Sedán (2013) | Impresiones del interior

06/11/2013 |Pablo David González y Javier Moltó

A pesar de la forma de la carrocería de la berlina, con una bajada pronunciada del techo en la zona posterior, el espacio para la cabeza en los asientos posteriores es suficiente por lo menos para personas de alrededor de 1,85 metros de estatura. Lo que no resulta tan cómodo para los altos es la entrada y salida a esta zona, porque el marco está bajo y requiere agachar la cabeza más de lo habitual para no golpearla.

Salvo el comentado detalle, el resto de elementos facilita mucho la entrada a los asientos posterior. Hay un generoso espacio entre el pilar central y el asiento para introducir los pies con facilidad. Además, el ángulo máximo de apertura de la puerta se acerca mucho a los 90 grados, por lo que el hueco para entrar y salir es amplio.

Si el espacio para la cabeza es bueno, también lo es el destinado a las piernas. Según nuestros datos hay 75 centímetros, lo que le sitúa entre los primeros en esta cota. No obstante, hay modelos con una carrocería más corta que son todavía más amplios en esta medición. Algunos de ellos son el Škoda Superb (4,83 metros y 85 cm), el KIA Optima (4,85 metros y 78 cm) y el Hyundai i40 (4,74 metros y 76 centímetros). Tabla comparativa de mediciones del interior.

La segunda fila es la más ancha de todas las que hemos medido en berlinas de similar tamaño (141 centímetros entre puertas). A pesar de ello, la persona que ocupe la plaza central irá más incómoda porque, además de tener un asiento más duro que los de los laterales, tendrá que dejar entre sus piernas un voluminoso túnel central. Según Mazda, la construcción del coche permitiría crear una versión con tracción total, pero no está previsto que llegue a hacerse.

Los asientos delanteros tienen los habituales ajustes en sentido longitudinal e inclinación del respaldo (los recorridos de estos ajustes son amplios). El del conductor tiene además regulación en altura y se puede colocar muy bajo. Por sus formas y dureza de mullido resultan cómodos y dan una buena sujeción al cuerpo. La altura de los resposacabezas se puede variar, no así su inclinación (esto también es aplicables a los asientos traseros).

El volante —con ajuste en altura y profundidad— queda un poco alejado del conductor en su posición más cercana si se intenta ir con las piernas estiradas. Hay varios botones en cada uno de los radios del volante. Son grandes y fáciles de manejar. Con los del lado izquierdo se maneja el ordenador de viaje, algunas funciones del equipo de sonido y el teléfono. Con los del derecho se gestiona el programador de velocidad (imagen).

A la izquierda del volante hay un grupo de seis botones con los que conectar o desconectar diversas funciones (imagen; de izquierda a derecha y de arriba abajo: control de estabilidad, control de presión de neumáticos, Stop&Start, detección de objetos en el ángulo muerto, cambio automático entre luces cortas y largas y alerta por cambio involuntario de carril).

En la consola central hay tres huecos de buen tamaño para dejar objetos a mano. Uno está delante de la palanca del cambio y tiene una toma de corriente de 12 voltios (imagen), el otro queda a la izquierda del freno de mano y tiene la forma para meter dos botellas (imagen), y el tercero se encuentra debajo del resposabrazos y dentro hay una entrada para dispositivos USB y AUX y otra toma de corriente de 12 voltios (imagen). Los huecos de las puertas son pequeños y tienen forma para llevar colocada en posición casi vertical una botella (imagen de la puerta delantera y de la trasera). Hay un cajetín situado delante de la rodilla izquierda del conductor que, en caso de pedir el navegador GPS, queda inutilizado porque ahí se sitúa el lector de tarjetas SD con los mapas (imagen). En el plafón del techo hay un espacio para dejar gafas (imagen). La guantera es grande (imagen).

Los mandos del sistema de climatización están colocados en la parte baja del salpicadero. No parece la posición idónea para su colocación pero, al tener botones grandes y bien diferenciados, su manejo apenas distrae. Además, los números y la información que muestra la pantalla digital que hay justo encima se ven bien.

En la parte superior de la consola hay una pantalla táctil de 5,8 pulgadas. Se ve bien bajo diferentes condiciones de luz y la utilización de los diferentes menús es sencilla gracias a que las indicaciones son claras y precisas y a que responde con rapidez al tacto. Además del tacto, hay otras tres posibilidades para manejar el sistema multimedia: con los botones que hay alrededor de la pantalla, con un mando giratorio (y los botones que hay a su alrededor, imagen) ubicado detrás de la palanca del cambio o con los mandos que hay en el volante.

El aspecto de calidad interior es muy bueno por la solidez que transmite. Mazda utiliza recubrimientos blandos en la parte superior del salpicadero y duros en la inferior con buen aspecto. En cambio, la pieza decorativa de madera que puede tener no parece madera, sino plástico. Con la tapicería de cuero es posible elegir una combinación bicolor (imagen).

La buena calidad y presentación del habitáculo no tiene su equivalencia en algunas otras partes del vehículo. Entre ellas está el capó, que es pesado y no tiene amortiguador, ha de sujetarse con una varilla. También hay que mencionar al sistema de apertura de la tapa del maletero, que es mediante unos mueles y unas varillas, en vez de unos amortiguadores que es lo común en los coches de este tamaño y precio. Los muelles están ocultos a la vista, pero las varillas están completamente expuestas y agachando la cabeza y mirando a la cara superior del espacio de carga, se ve como atraviesan el maletero de un lado a otro. Este detalle puede ser molesto para cargar ciertos objetos porque se enganchen o choquen con estas varillas. En cuanto a los muelles, el problema es que no frenan bien el movimiento de la tapa al llegar al final del recorrido y rebota. El último coche moderno que recuerde haber conducido con un sistema similar es el Dacia Logan.

El maletero tiene un volumen de 489 litros, un buen tamaño en términos absolutos, pero no en relación a las dimensiones de la carrocería (4,87 metros de longitud). Hay varios turismos de cuatro puertas más pequeños por fuera con un maletero mayor, entre ellos, el Volkswagen Passat (565 litros), el Chevrolet Malibú (545 l), el Toyota Avensis (509 l), el Hyundai i40 (505 l) y el Opel Insignia (500 l). Un Peugeot 508 (473 l), un Honda Accord (467 l) y un Citroën C5 (439 l) tiene un maletero más pequeño.

El maletero es muy profundo (113 centímetros), incluso demasiado para personas de estatura media a las que les costará llegar al fondo para recuperar algún objeto colocado junto al respaldo de los asientos, por lo que puede haber ocasiones en las que haya que plegar el respaldo del asiento y acceder por el habitáculo. Para abatir el respaldo de los asientos traseros (en proporción 1/3 y 2/3) hay dos tiradores en el maletero que liberan los respaldos de su anclaje (imagen), pero no los tumba automáticamente, sino que hay que terminar el movimiento a mano. La superficie de carga resultante es plana y hay espacio para meter dos bicicletas de montaña de talla adulta con holgura.