Las versiones del Mazda 5 con motor Diesel se comenzarán a vender en España en octubre. Tienen un motor de 2,0 l de cilindrada, con 110 ó 143 CV. Estos motores están fabricados por Mazda, y son iguales que los que tiene la nueva gama del Mazda6 (con ligeras modificaciones en el caso del de 110 CV).
El menos potente estará a la venta únicamente con la terminación «Active» por 24.150 €. La versión de 143 CV está en combinación con el nivel de equipamiento «Active+» y «Sportive», por 25.350 y 25.900 € respectivamente. El equipamiento «Active» y «Active+» son idénticos, cambia su nombre en función del motor al que van asociados.
Todos los Mazda5 que se vendan en España tienen de serie control de estabilidad, llantas de aleación de 16 pulgadas con neumáticos 205/55, limpiaparabrisas automático, radio con lector de discos y mandos en el volante y climatizador. Los «Sportive» tienen, además de todo lo anterior, acceso y arranque sin llaves («tarjeta inteligente»), control de la velocidad de crucero, neumáticos 205/55 R17 con llantas de aleación de aluminio y cristales traseros tintados. Opcionalmente pueden tener faros de xenón, un pack que consta de faros de xenón y DVD, y otro pack que consta de lo anterior más navegador, cámara de visión trasera y servidor de música HDD, que puede almacenar hasta 3.000 canciones.
El Mazda5 es un monovolumen de 4.555 mm de largo (lo más cercano por tamaño es un Renault Grand Scénic con 4.493 mm), está homologado para siete ocupantes y tiene dos puertas correderas laterales para acceder a la segunda y tercera fila de asientos.
Sólo es cómodo para seis, dado que la plaza central de la segunda fila de asientos es pequeña y con un diseño poco ergonómico.
Las dos plazas de la tercera fila de asientos son más espaciosas que las de otros monovolúmenes de siete plazas, como el Zafira, el Grand Scénic o el Volkswagen Touran (cualquiera de estos monovolúmenes son más pequeños que el Mazda 5). Sin ser excepcionales, en estas plazas pueden viajar con cierta comodidad personas de talla normal (más información de cómo es su interior).
Las dos versiones del Mazda 5 con motor Diesel son silenciosas y suaves (casi no hay vibraciones en el volante, pedales o cambio de marcha). Estas versiones están unidas a una caja de cambios manual de seis velocidades, en lugar de la caja de cinco marchas que tienen las dos de gasolina.
Cuando conduje las versiones de gasolina, me gustaron por la respuesta de su motor y porque eran silenciosas, salvo a alta velocidad (a causa de los desarrollos de transmisión, el motor gira relativamente alto de vueltas). Los Diesel se pueden hacer notar un poco más en el interior en recorridos a baja velocidad (principalmente en ciudad), pero una vez lanzados, el silencio de marcha me parece muy bien conseguido (la sexta marcha es de desahogo).
Las dos versiones Diesel (de 110 y 143 CV) tienen básicamente el mismo motor. Únicamente son distintos algunos ajustes de la inyección y del turbocompresor. La impresión que da al conducirlos es que por prestaciones son prácticamente idénticos hasta un régimen medio; la potencia extra del más potente se aprecia sólo a alto régimen.
La versión de 110 CV mueve con soltura la carrocería del Mazda 5. Para un uso normal, por carreteras relativamente fáciles, en donde no haya que adelantar en poco espacio, el resultado del menos potente es completamente satisfactorio.
El Mazda 5 no tiene ninguna suspensión distinta en la lista de opciones (sí la tienen, por ejemplo, el Zafira o el Touran). Con la que tiene de serie el resultado es muy bueno: es muy cómodo, y al mismo tiempo, la carrocería no tiene movimientos amplios en exceso (balancea poco). Sin ser particularmente ágil (como lo puede ser un Focus C-Max), responde bien a las indicaciones del volante (quizá algo mejor que un Zafira) y se puede conducir con precisión.
Los Mazda 5 Diesel son unos 130 kilos que las versiones de gasolina. Por estabilidad, no encuentro diferencias evidentes entre ellas. Todos los Mazda 5 tienen el mismo equipo de frenos (los delanteros son ventilados y tienen 300 mm de diámetro y los traseros son macizos de 302 mm de diámetro).
El precio de tarifa del Mazda5 2.0 CRTD 110 CV Active es algo más caro un Opel Zafira Enjoy 1.9 CDTi 16v 150 CV (es más potente que el Mazda y su precio de tarifa es 950 € más barato, pero esta diferencia queda compensada si se iguala en equipamiento de estos dos).
Un Ford Focus C-Max Trend 2.0 TDCi cuesta menos, pero es algo menos potente (136 CV), más corto y sólo tiene cinco plazas ( tabla comparativa de precios).
Las prestaciones que obtiene el Mazda5 con el motor de 143 CV son similares a las de modelos como el Opel Zafira 1.9 CDTi (150 CV) o el Volkswagen Touran 2.0 TDi (140 CV). Las de la versión menos potente también son normales para un vehículo de sus características (tabla de prestaciones de ambas versiones). Los dos tienen una caja de cambios manual de seis velocidades; las versiones de gasolina sólo tienen cinco marchas.
Mazda espera para este monovolúmen que el 77% de las ventas sean de las versiones Diesel.