El Maserati GT2 Stradale es un deportivo de tracción trasera que no es híbrido ni eléctrico: su motor de gasolina desarrolla 640 CV. Según Maserati «combina una profunda transferencia tecnológica de las prestaciones más puras, típicas de un coche de carreras (el Maserati GT2), con las cualidades intrínsecas del MC20».
Comparado con el MC20, además de tener 10 CV más, pesa 60 kilogramos menos. Su aceleración de 0 a 100 km/h, en 2,8 s, es una décima de segundo menor. Alcanza una velocidad máxima de 324 km/h.
Al ser un modelo derivado del MC20, muchos de sus componentes son los mismos, como el motor y el chasis de fibra de carbono. El frontal tiene un diseño nuevo (el capó deriva del GT2) y hay piezas que han sido modificadas, como el alerón ajustable (cuya superficie es mayor) o el difusor de aire trasero (que es más grande).
El motor Nettuno de seis cilindros en V desarrolla 10 CV más por los trabajos realizados en la electrónica y el escape. Los 640 CV de potencia máxima se obtienen a 7500 rpm, mientras que el par máximo es de 720 Nm. Este motor —de 2992 cm³, sobrealimentado— tiene un sistema de inyección doble —directa e indirecta— con doble bujía. El depósito de combustible tiene 60 litros de capacidad (el de un Lamborghini Huracán es de 80 litros).
Para quien quiera extraer el máximo provecho del GT2 Stradale, Maserati ofrece dos paquetes. Uno es el llamado Performance, que incluye neumáticos semi-slick Michelin, frenos carbocerámicos Brembo nuevos, diferencial electrónico y ajustes específicos para el ABS y los controles de tracción y estabilidad; también un programa de conducción adicional, el Corsa Evo, que tiene cuatro niveles de ajuste para los dispositivos de control anteriores. El otro paquete es el Performance Plus, que añade cinturones de cuatro puntos de anclaje y un extintor.
La suspensión —que hereda la geometría del GT2 de carreras— tiene dos niveles de firmeza seleccionables por el conductor. Para facilitar el uso del GT2 Stradale en ciudad, el eje delantero se puede elevar 35 mm para disminuir el riesgo de rozar en rampas de garaje. También hay sensores de aparcamiento y cámara trasera.
Los trabajos en la aerodinámica han logrado un incremento de la fuerza vertical a altas velocidades: 500 kg a 280 km/h (que se reparten en la proporción de 130 kg en el eje delantero y 370 kg en el trasero), una diferencia notable respecto a los 145 kg (35 y 110 kg) del MC20.
La fibra de carbono —que permite reducir peso— se emplea principalmente en el chasis y la carrocería, además de elementos como el alerón trasero y los asientos. Opcionalmente hay una lista de piezas que también pueden estar hechas de este material, entre ellas: el capó, el paragolpes delantero, los faldones laterales, las salidas de aire de las aletas delanteras y las entradas de las traseras, las levas del volante o la cubierta del cuadro de instrumentos. Las llantas de 20” monotuerca son forjadas y ahorran 19 kg comparadas con las llantas básicas del MC20.
La carrocería (que mide 4,669 m de longitud, 1,965 m de anchura y 1,222 m de altura) puede ir pintada de cuatro colores —Nero Essenza, Blu Infinito, Gloss Giallo Genio y Matte Bianco Audace— y también en uno de los siete de la serie de personalización Maserati Fuoriserie — Grigio Lamiera Matte, Digital Mint Matte, Nero Cometa Textured, Powder Nude Textured, Blu Corse, Azzurro Astro Matte y Military Teal Matte— . Para las pinzas de freno los colores posibles son cinco: negro, amarillo, azul, plata y rojo.
Los asientos, diseñados por Sabelt, están tapizados de Alcantara (color Blu Elettrico), material que también se emplea para recubrir otras zonas del habitáculo o parte del volante. Los hay de dos tallas (para el conductor; el de serie es la grande) y tienen anclajes para los arneses (de tres o cuatro puntos). Estos asientos, denominados Racing, se pueden reemplazar por unos Sport, que son más amplios y cómodos.
El volante tiene el aro más fino que el del MC20, para filtrar menos las sensaciones, y tiene algún mando menos. En el segmento superior hay una hilera de ledes que se iluminan en secuencia (blancos, azules y rojos) indicando al conductor el momento adecuado del paso de marchas si está utilizando el cambio automático de doble embrague y ocho relaciones de forma manual mediante las levas.