Livan es una marca de origen chino, encuadrada en la estructura del grupo Geely, paraguas que engloba la propiedad o amplia participación en varias marcas, como Lynk&Co, smart, Volvo o Polestar.
El Livan X3 Pro es un pequeño modelo, de cuatro metros de longitud y de 1,58 metros de altura, habilitado para cinco ocupantes, si bien por la anchura a la altura de los hombros de las plazas posteriores (128 centímetros) y por el espacio para las piernas (62 centímetros, con el asiento delantero situado a 100 cm del pedal del freno) no queda espacio para más de dos pasajeros en el asiento posterior.
El X3 Pro tiene un motor de gasolina de 103 caballos de potencia y un precio es de 16 995 €. Existen numerosos competidores para este coche, tanto por precio como por pretensión de coche pequeño destinado a una utilización mayormente urbana o de recorridos cortos (listado de modelos que miden entre 3,90 y 4,10 metros de longitud, que tienen entre 90 y 120 CV y que cuestan menos de 18 000 euros).
Uno de los problemas del Livan X3 Pro es su elevado consumo homologado (7,2 l/100km) y en consecuencia su elevada cifra de emisiones, que obligan a pagar un 9,75 % de impuesto de matriculación, a pesar de su pequeño tamaño. El Dacia Sandero de 91 CV paga un 0 % de impuesto de matriculación (tiene un consumo de 5,2 l/100 km) y el Citroën C3 de 101 caballos paga un 4,75 % (5,6 l/100 km). Ficha técnica comparativa de los tres modelos.
Sólo por este motivo, el X3 Pro se encarece 1264 € frente al Sandero y 650 € frente al Citroën. No son cantidades enormes, pero en una zona del mercado en la que el precio es un factor clave, pagar más impuestos a cambio de nada no favorece la competitividad.
En Livan nos aseguraron que a finales de 2025 llegaría una versión con menos equipamiento de este coche y que su precio sería claramente inferior. En concreto, a diferencia del X3 Pro no llevará asientos y volante forrados de piel sintética.
El motor es de cuatro cilindros de 1498 cm³ con de inyección indirecta, sin sobrealimentación. Va unido a un cambio de marchas manual de cinco relaciones. No existe la opción de un cambio automático.
Los asientos y el volante de piel no permiten camuflar un salpicadero de materiales baratos o un tacto de conducción poco satisfactorio. El balanceo de la carrocería es excesivo a poco que se fuerce la dirección y ese gran balanceo puede comprometer la estabilidad en cualquier situación apurada y en frenadas de emergencia.
El volumen del maletero (245 litros) también es inferior al de sus dos competidores mencionados anteriormente (310 y 328 litros, Citroën y Dacia respectivamente).