El LF-A Roadster es el segundo prototipo que Lexus muestra con la misma base: un deportivo de dos plazas con motor delantero y tracción trasera. El anterior tenía carrocería de cupé; éste la tiene de roadster.
Las dimensiones continúan siendo las mismas: 4,46 m de largo, 1,89 m de anchura y 1,22 m de altura; la distancia entre ejes es de 2,60 m. Es por tanto, más largo, ancho y bajo que un Porsche 911 Carrera Cabriolet y muy similar al Viper.
Tiene un motor de 10 cilindros en «V» de unos 5,0 l de cilindrada que da algo más de 500 CV (Lexus no ha precisado con mayor exactitud ninguno de los dos datos). Con él, el LF-A Roadster alcanza una velocidad máxima superior a 320 km/h.
Mecánicamente, lo más peculiar de este prototipo es que, a pesar de que el motor va colocado delante, los radiadores están situados en la parte trasera. La entrada de aire está en la parte superior de las ruedas traseras y la salida junto a los pilotos.
También está colocada en la parte posterior del coche la transmisión (la caja de cambios es automática). De este modo, la distribución de masas está más equilibrada entre los dos ejes.
Los neumáticos son de distinta medida delante y detrás: 265/35R20 y 305/30R20 respectivamente. Los frenos son de disco ventilado en los dos ejes, de seis pistones los delanteros y de cuatro los traseros.
La carrocería es similar al cupé con los cambios lógicos debidos a la configuración de roadster. No tiene retrovisores sino unas pequeñas videocámaras. La salida de escape es triple y hay un alerón retráctil de grandes dimensiones en el vértice posterior.
El interior tampoco cambia: como materiales de recubrimiento predominan la fibra de carbono y el cuero. El cuadro de instrumentos es una pantalla multimedia donde el velocímetro y el tacómetro son concéntricos; también hay indicadores de presión y temperatura del aceite (además del de gasolina y la temperatura del motor). Los mandos de las luces, los intermitentes y del limpiaparabrisas tienen un diseño peculiar.