A pesar de situarse en una categoría de lujo, el nuevo Land Rover sigue siendo un auténtico todo terreno, plenamente adaptado para superar grandes obstáculos fuera del asfalto. Tiene un eficaz sistema de tracción total, suspensión de altura variable con amplio recorrido, y buenos ángulos de ataque, salida y ventral (más información) .
Lo que lo diferencia de otros modelos es el nuevo sistema denominado «Terrain Response». Ofrece la posibilidad de seleccionar cinco programas diferentes, en función del tipo de terreno por el que se circule. Cada uno de ellos adapta el funcionamiento del motor, la suspensión, la transmisión, el control de estabilidad (DSC) y el cambio automático (si lo tiene) a cada programa (más información) .
De esta forma, el conductor no tiene que preocuparse de si tiene que bloquear algún diferencial, desconectar el control de tracción, conectar el control de descenso en pendientes (HDC) o elevar la suspensión neumática al «nivel fuera de carretera» ya que el sistema lo hace automáticamente.
Gracias a este sistema, no hace falta ser un experto en todo terreno para superar obstáculos realmente complicados, puesto que el programa se encarga automáticamente de realizar los ajustes necesarios para que el coche supere la zona con eficacia. Lo cierto es que hay que tener mucha sensibilidad para apreciar las diferencias entre los distintos programas y, salvo situaciones extremas, con cualquiera de ellos se puede pasar por casi cualquier sitio.
Al margen de lo que pueda hacer automáticamente el Terrain Response, el conductor puede seleccionar de forma manual e independiente la altura de la suspensión, la reductora y el control de descenso en pendientes (HDC) mediante los correspondientes mandos situados junto a la ruedecilla del TR (imagen).
La selección de la reductora es realmente cómoda (más información) y el factor de reducción es 2,93 a 1, lo que permite acortar muchísimo las marchas para sortear zonas trialeras con éxito. Aunque dicha reductora es más que suficiente para abordar fuertes pendientes, el Discovery 3 lleva también un control de descenso en pendientes (HDC) que puede resultar muy útil en numerosas situaciones (más información) .
La suspensión neumática de altura variable tiene un funcionamiento sobresaliente fuera del asfalto. Además de permitir incrementar la altura libre de la carrocería al suelo, ofrece un recorrido impresionante, tanto delante (210 mm) como detrás (325 mm), lo que facilita el contacto de las ruedas con el suelo para mejorar la motricidad en exigentes cruces de ejes.
En el «nivel fuera de carretera», la altura mínima de la carrocería al suelo se queda en 240 mm, que no es mucho comparado con algunos todo terreno con suspensión neumática, como el Volkswagen Touareg (300 mm) o el propio Range Rover (281 mm). Sí lo es frente a otros todo terreno como el Mitsubishi Montero (208 mm), Nissan Patrol (213 mm) o Toyota Land Cruiser (211 mm).
El escape se queda a tan solo 224 mm del suelo en la parte trasera, por lo que resulta fácil arrastrarlo si se circula por roderas profundas. Esto hace más conveniente, si cabe, seleccionar el nivel de suspensión elevado cuando se circula por el campo, puesto que dicho escape está a tan sólo 180 mm del suelo en el «nivel de carretera» y queda más expuesto a posibles golpes.
Durante la prueba hemos atravesado roderas profundas sin problemas; los escapes han tocado el suelo, pero han demostrado que resisten un trato duro.
Si el ángulo de ataque y ventral resultan destacables con el nivel de suspensión más elevado, el ángulo de salida parece mejorable. Con la rueda de repuesto, situada exteriormente bajo el maletero, se queda en 28,1 grados, un valor escaso en un verdadero todo terreno. De hecho, en terreno trialero no resulta difícil tocar el suelo con la rueda de repuesto al salir de una zona exigente, pudiendo llegar a dañarla si el firme es muy duro. Dicho valor se incrementa hasta 29,6 grados si se lleva una rueda de repuesto de emergencia (más estrecha).
Su sistema de tracción es un ejemplo de buen funcionamiento, incluso en zonas de máxima exigencia. Esto se debe, en parte, a cómo funciona la suspensión neumática del Discovery 3. Cuando el amortiguador de una de las ruedas se comprime a tope, la suspensión neumática envía una mayor presión a la rueda contraria para que su recorrido se extienda al máximo. Gracias a esto, es difícil dejar alguna rueda en el aire.
Llegado dicho extremo, en cuanto los sensores detectan que una rueda gira sin agarre, el control electrónico de tracción (ETC) se encarga de frenar automáticamente las ruedas que patinen, actuando así a modo de autoblocante en cada eje.
Dicho sistema tiene un funcionamiento muy eficaz en el Discovery 3 y aporta la capacidad de avance necesaria en la mayor parte de las situaciones. Tan sólo en zonas muy exigentes son precisos los bloqueos mecánicos que también tiene en el diferencial central y trasero (este último es opcional). Se activan al seleccionar cualquiera de los programas para conducción todo terreno del Terrain Response.
Los bloqueos se producen automáticamente y de forma extraordinariamente suave; puede bloquear cualquiera de ellos de forma independiente o al mismo tiempo. Para aquellos que pretendan disfrutar a fondo de las cualidades de este Land Rover nos parece muy recomendable la opción del bloqueo del diferencial trasero. No obstante, aquellos que no se quieran complicar demasiado cuentan ya con todo lo necesario para sortear zonas realmente exigentes sin problemas.
La única limitación en cuanto a capacidad de avance viene impuesta por los neumáticos de tipo mixto que lleva de serie (Good Year Wrangler HP).
Aparte de la sencillez de manejo del Terrain Response y todos los mandos relacionados con la conducción todo terreno, el Discovery 3 tiene una pantalla de «información 4x4» que, mediante unos dibujos en el monitor del navegador, nos indica múltiples aspectos en tiempo real: el nivel de la suspensión, la posición de las ruedas respecto al suelo, el giro de la dirección, el tipo de cambio seleccionado (largas o reductora), la marcha engranada, el programa escogido del Terrain Response, los diferenciales que están bloqueados en cada momento y si está seleccionado el HDC.
Por ejemplo, cuando se gira el volante, podemos ver cómo se desactiva el bloqueo de los diferenciales para no dañar las transmisiones, mientras que se bloquean automáticamente en cuanto se pierde motricidad (el central, el trasero o ambos a la vez, según sea necesario).
En zonas deslizantes o roderas embarradas también se puede tener el volante girado sin querer, pero las indicaciones de la pantalla permiten conocer el grado de giro de la dirección. También parece muy útil conocer la posición de la suspensión y de cada una de las ruedas respecto al suelo, para entender mejor donde podemos peder agarre. La pantalla de «información 4x4» forma parte del sistema de navegación Premium que se ofrece de serie con el equipamiento HSE.