El motor JTD del Grupo Fiat es uno de los primeros que ha llevado conducto común (un invento de Fiat aplicado al Diesel). Este sistema permite tener más control sobre la inyección que cualquier otro de los que existen actualmente. Ahora bien, por muy bueno que sea el sistema de inyección, solo es una parte del motor; muy importante, pero solo una parte. El rendimiento esta determinado por muchos factores. Sobre este motor hay prevista una versión con turbocompresor de geometría variable (la estrenará el Alfa Romeo 147) y, más adelante, una evolución del sistema de alimentación -llamada Multijet- que mejora el proceso de inyección.
Su respuesta es buena a bajo régimen y no sale mal de los semáforos incluso con el aire acondicionado puesto (no se puede decir lo mismo de todos los Diesel). Lo que sí tiene es un régimen muy limitado por arriba; merece muy poco la pena estirar el motor por encima de 4.000 rpm, salvo cuando haga falta la máxima aceleración.
El Lybra tiene la aceleración que cabe esperar de uno de estos Diesel. Es decir, puede ser muy rápido allí donde se puede mantener una velocidad constante y alta. No lo es tanto cuando hay que acelerar con frecuencia desde baja velocidad. No es tan rápido como otros Diesel de potencia mayor o semejante, como los que llevan el motor TDi de Audi, o el Laguna DCi: Está más bien al nivel de modelos como Peugeot 406 HDi 110 e incluso Opel Vectra DTi 100. El Alfa Romeo 156 también es más rápido.
En consumo está dentro de lo normal y aún algo por debajo. Las diferencia absolutas entre coches que gastan tan poco no son importantes en la mayoría de los casos. Puede tener un coche por kilómetro más alto que un motor Audi y más bajo que un Citroën Peugeot, pero siempre por décimas de peseta cada kilómetro.