El Gallardo LP560-4 Spyder es la versión descapotable con techo plegable de lona del Gallardo cupé. Está en venta desde 214.561 € con cambio manual y desde 225.021 € con cambio automático «e-gear» (precio, equipamiento y ficha técnica).
Tiene el mismo motor que el Gallardo LP560-4, un diez cilindros en «V» de 5,2 litros colocado longitudinalmente en posición central trasera. Da 560 CV a 8.000 rpm. Con él, el Gallardo LP560-4 Spider acelera de 0 a 100 km/h en 4,0 s y alcanza una velocidad máxima de 324 km/h. La velocidad máxima es muy similar a la de la versión de techo fijo (325 km/h) mientras que la aceleración empeora tres décimas.
Hay descapotables con potencias comprendidas entre 500 y 600 CV más económicos como el Porsche 911 Turbo Cabriolet PDK ( 173.730 €) o el Audi R8 Spyder 5.2 FSI quattro R tronic (desde 175.100 €). Otros como el Aston Martin DBS Volante (desde 292.200 €) o el Bentley Azure T (desde 403.625 €) son más caros (listado comparativo ordenado por precio).
Está disponible con cambio manual de seis velocidades o uno con automatismos para el embrague y la selección de marchas. El consumo medio con el cambio manual es 14 l/100 km; con el automático 1 litro menos.
El cambio automático no tiene pedal de embrague. La caja es como una manual, con pares de engranajes, pero con un automatismo para la selección de las marchas. Este cambio automático se llama «e-gear» y tiene levas detrás del volante para cambiar de marcha. Respecto al que tienen otros Lamborghini, ha sido revisado para que sea más rápido (hasta un 40%) y pese menos.
La caja de cambios robotizada tiene cinco programas de funcionamiento: «Normal», «Sport», «Corsa», «Thrust Mode» y «Automático». La diferencia entre los tres primeros es el régimen al que se cambian las marchas y la velocidad con la que se efectúa el cambio. El «Thrust Mode» sirve para lograr la máxima aceleración saliendo desde parado.
Como en otros Gallardo, la tracción es permanente a las cuatro ruedas gracias a un elemento viscoso (con un reparto 30:70, delante/detrás). Entre las ruedas traseras hay un autoblocante mecánico trasero (tarado al 45%). Delante lleva un diferencial libre: lo que frena a la rueda que patina (cuando ocurra) es un sistema electrónico integrado en el control de estabilidad.
La suspensión sigue siendo de paralelogramo deformable (doble triángulo de aluminio) en todas las ruedas, si bien ahora tiene una nueva cinemática; además, en la trasera hay un brazo adicional. Los muelles y amortiguadores tienen un ajuste diferente.
Mide 4,34 m de longitud, 1,90 m de anchura y 1,18 de altura (2 cm más que el Gallardo de techo fijo). Pesa 1.640 kg, con un reparto 43:57 delante y detrás, respectivamente. El bastidor está hecho de aluminio. Tiene una estructura de piezas extruidas, unidas por otras piezas fundidas. Sobre esta estructura hay piezas estampadas, unidas por soldadura, por tornillos o por remaches. Los paragolpes son de termoplástico y están unidos al bastidor con tornillos.