El Niro Híbrido Enchufable ha mostrado una autonomía estimada de 58 km tras cada recarga de la batería hasta el 100% de su capacidad. Es una estimación muy optimista, ya que yo nunca he llegado a superar los 40 km, incluso circulando con suavidad y por el entorno urbano, que es el más favorable para el consumo en los coches eléctricos. A medida que se realizan los primeros kilómetros, el indicador de autonomía ya va mostrando un dato más realista, como en la primera imagen de esta composición: con un 41% de batería restante, quedan 16 km de autonomía.
Este coche puede ser, por tanto, muy aprovechable o no en función del uso que se le vaya a dar. Los usuarios que tengan un punto de recarga en el domicilio o en el trabajo y realicen una distancia diaria próxima a 40 km podrán sacar mucho partido a la batería y optimizar así la inversión que supone la diferencia de precio respecto al Niro Híbrido (casi 7000 euros a fecha de publicación de este artículo; ficha técnica comparativa). Por el contrario, este último es una alternativa más interesante para aquellos que no dispongan de punto de recarga propio o se alejen habitualmente (por arriba o por abajo) de la distancia diaria mencionada. Sobre este asundo ahondamos en el apartado Consumo y recarga.
El indicador de gasolina restante está en el lado derecho de la instrumentación y el de la energía eléctrica en el lado izquierdo (imagen). De este último, los tres cuartos superiores se muestran en color azul, y el último cuarto, en color blanco. A menos que se circule muy despacio, cuando se alcanza el último cuarto de energía disponible (el blanco), el motor térmico se pone en funcionamiento (siempre lo hace de forma sutil) y coche pasa a funcionar en modo híbrido. Además, ese momento suele coincidir con que el indicador de autonomía eléctrica pasa a mostrar 0.
A diferencia de otros híbridos enchufables, este Niro da preferencia al uso de la energía eléctrica si dispone de ella y no permite conservarla para ser utilizada en un momento posterior del viaje. Tampoco tiene un modo que permita recargar la batería utilizando el motor de combustión. En la parte baja de la consola central hay un botón (imagen) que permite elegir entre conducción eléctrica e híbrida.
Mientras el nivel de batería está por encima del 3%, el Niro Híbrido Enchufable mantiene las prestaciones máximas. Para acelerar entre 80 y 120 km/h ha necesitado 7,3 segundos, que curiosamente es menos tiempo del que necesitó para la misma maniobra un Niro Híbrido (7,6 segundos), a pesar de que las prestaciones oficiales de este son ligeramente mejores. En cualquier caso, son unas prestaciones normales; hay muchos coches similares más rápidos y otros más lentos. Tabla comparativa de prestaciones.
El Niro Híbrido Enchufable normalmente se mueve con agilidad suficiente para negociar todas las situaciones del tráfico, pero no da pie a muchas alegrías en carretera. Es un coche que resulta más rápido y satisfactorio, tanto en modo eléctrico como híbrido, a velocidades bajas, las propias la ciudad. En ese entorno sí que se percibe una inmediatez de respuesta agradable, propia de un coche eléctrico. En modo eléctrico, los 60 CV permiten alcanzar 120 km/h y circular sin muchos problemas en el entorno de esa velocidad, siempre y cuando no haya un repecho o se requiera más aceleración de la normal, ya que entonces interviene el motor térmico.
Es muy complicado hacer bajar a la batería del 3% si no se conduce durante un buen rato aprovechando la capacidad máxima de aceleración. A mí solo me ha pasado al medir las prestaciones y al subir un puerto de montaña con mucho desnivel a ritmo alegre. Eso sí, cuando la batería llega a ese nivel, las prestaciones son propias de un coche de 105 CV, que es la potencia que da el motor de combustión. La aceleración entre 80 y 120 km/h en esta situación se produce en unos 10,5 segundos, más o menos lo mismo que necesita un Kia Picanto (2017) de 84 CV.
El modo Sport se activa moviendo la palanca de cambios hacia la izquierda (imagen). El modo ECO, que es el que se activa por defecto y está diseñado para ahorrar combustible, obliga al conductor a hundir el pie en el acelerador para conseguir que el coche se mueva con algo de agilidad. Esto a mí me ha resultado muy incómodo porque, al presionar mucho el acelerador hay un cambio de respuesta repentino y el coche acelera entonces más de lo deseado. Con el modo Sport el pedal se vuelve más sensible desde la parte alta de su recorrido y permite dosificar mejor la respuesta de los motores.
Lo que menos me ha gustado del coche es lo ruidoso que se vuelve cuando se precisa aceleración en carretera. El motor de gasolina tiende a funcionar a un régimen altísimo y a demorar el cambio a la siguiente marcha como si no fuera capaz, en caso contrario, de mantener el nivel de prestaciones que se le demanda. No hace falta ir especialmente rápido para notarlo; sucede en muchas incorporaciones, al adelantar vehículos en vías de doble sentido o al subir puertos de montaña a velocidad de autovía.
Por lo demás, es un coche confortable para viajar, pues la suspensión tiene un ajuste que filtra bien los baches y no deja que la carrocería balancee en exceso en las curvas. No es destacable ni por confort ni por inmediatez de reacciones, pero el conjunto es equilibrado. La dirección es suave y poco informativa. Este modelo tiene otras virtudes que hacen que su utilización sea sencilla, como que la visibilidad hacia el exterior es buena y los botones que controlan los asistentes a la conducción y el sistema híbrido están bien a la vista y son fáciles de interiorizar.
El cambio, de seis relaciones, funciona con suavidad y suficiente rapidez. En el Niro Híbrido Enchufable 2019 va asociado, como novedad, a unas levas que hay tras el volante, que permiten modular la intensidad de la frenada regenerativa del motor eléctrico en modo Eco (hay tres niveles de retención, más uno estándar, que se muestran en un pequeño gráfico en la instrumentación). En modo Sport, permite cambiar de marcha (esto también se puede realizar moviendo hacia adelante y hacia atrás la palanca de cambios).
El Niro Híbrido Enchufable no ha frenado bien con las Michelin Energy Saver 205/60 R16 92H. Ha necesitado 56,7 metros, un resultado mediocre que contrasta, de nuevo, con los excelentes 50,1 metros que necesitó el Niro Hibrido con las Michelin Pilot Sport 4 225/45 R18.