El Kia HabaNiro es un prototipo de cuatro plazas movido por dos motores eléctricos. En la nota de prensa Kia dice: «Algunos supondrán que el HabaNiro nunca llegará a producción, pero aconsejamos no apostar porque esto sea así». También dice que es un coche con nivel cinco de conducción autónoma, el más alto, aunque esto no es más que una quimera ya que todavía no está desarrollada la tecnología para llegar a ese nivel de automatización (reportaje sobre la conducción autónoma).
Mide 4,43 metros de longitud, 1,96 m de anchura y 1,60 m de altura. Es, por tanto, más grande que un Kia e-Niro (mide 4,38, 1,81 y 1,56 metros respectivamente). La batalla es 2,83 metros, 13 centímetros más que la del e-Niro. Es la misma de otro prototipo de reciente presentación, el Mercedes-Benz Concept GLB, aunque este tiene una carrocería 20 centímetros más larga.
No hay información sobre los motores eléctricos más allá de que uno mueve las ruedas del eje delantero y el otro las del trasero. Por lo tanto, este prototipo tiene tracción total. Tampoco hay datos sobre la batería. Kia se limita a decir que proporciona «más de 483 kilómetros» de autonomía y que tiene «tecnología avanzada de última generación».
Al interior del HabaNiro se accede a través de unas puertas que se abren hacia arriba. La parte del salpicadero que queda delante de los pasajeros es una superficie cóncava de metacrilato blanquecino que va de puerta a puerta. En ella se muestra diversos tipos de datos con los que se puede interactuar mediante el tacto. El volante se esconde cuando se activa el modo de conducción autónoma.
El sistema de proyección de información en el parabrisas puede utilizar toda la superficie de este. De esta manera, si está activo el modo de conducción autónoma se puede ver, por ejemplo, una película (y, por tanto, se deja de ver la carretera). En caso de haber una persona conduciendo, proyecta la información en el área habitual de estos sistemas.
Un sistema llamado R.E.A.D. (Real-time Emotion Adaptive Driving) detecta el estado de ánimo del conductor y adapta el ambiente del habitáculo a este para mejorar su experiencia a bordo. Lo hace cambiando ajustes en el sistema de ventilación (que expulsa al aire por unas rendijas que hay en el perímetro del habitáculo, creando una especie de cortina de aire) e iluminación interior (en el que se incluye el suelo, que también está iluminado).
No tiene retrovisor central, pero sí un sistema que controla el movimiento de los ojos del conductor. De manera que, por ejemplo, si detecta que este quiere ver qué sucede detrás, automáticamente proyecta en la franja superior del parabrisas la visión de la cámara trasera. También puede detectar si el conductor mira hacia un lado y proyectar en el pilar del parabrisas lo que este está ocultando.
Kia denomina al color rojo utilizado en algunas partes de la carrocería y del habitáculo «Rojo Lava». Las llantas son de 20 pulgadas y las dimensiones de los neumáticos son 265 milímetros de anchura y 50 % de perfil (132,5 mm).