El nuevo representante de Kia en el segmento de los monovolúmenes compactos se llama Carens. Está realizado sobre la base del Kia Shuma y con él comparte la plataforma y el motor 1.8 16V de 109 CV. Su comercialización en España es inmediata y está disponible con dos niveles de acabado: RS y LS.
El Kia Carens RS tiene un precio de 2.265.000 pesetas y su equipamiento de serie incluye airbag del conductor, aire acondicionado, cierre centralizado y elevalunas eléctricos en las cuatro puertas. El Carens LS cuesta 180.000 pesetas más (2.445.000) y se diferencia en que tiene de serie paragolpes pintados en color metalizado, parrilla delantera cromada, limpia-luneta trasera, lunas tintadas, airbag del pasajero, cuentarrevoluciones, asiento del conductor regulable en altura, cubre maletero enrollable y retrovisores con regulación eléctrica. Opcionalmente para el LS hay antibloqueo de frenos (125.000 ptas.), llantas de aleación ligera (75.000) y unos adornos que imitan a madera en el salpicadero (20.000).
Con una carrocería de 4,439 m de longitud, 1,709 de anchura y 1,603 de altura, el Kia Carens puede albergar a cinco pasajeros con amplitud y un maletero cuyo volumen es 1.010 litros con los asientos traseros abatidos. Atras hay un asiento único (en lugar de individuales para cada plaza) con dos inconvenientes: uno, el contorno de su respaldo lo hace incómodo para los pasajeros laterales si se acomodan tres adultos; otro, se puede abatir el respaldo (dividido en dos porciones de diferente tamaño) pero no la banqueta. Esto impide que el maletero, una vez abatido el respaldo, tenga un fondo plano tan amplio como el de Opel Zafira, Renault Scénic o Citroën Picasso, que tienen una capacidad de maletero de 1.700 a 2.000 litros extrayendo los asientos.
El motor 1.8 16V desarrolla una potencia de 109 CV que mueve los 1.264 kg del Carens con agilidad; la velocidad máxima es 185 km/h y el consumo medio de 8,5 litros/100 km. En nuestra primera toma de contacto me ha parecido suficientemente potente, aunque ruidoso y falto de fuerza a bajo régimen; sólo a partir de 4.000 rpm se nota más la potencia. Esto obliga a pisar mucho el acelerador si queremos mantener un ritmo ligero cuando se viaja a plena carga, algo que repercute negativamente en el consumo. A lo largo de 2001 se espera una versión Diesel.
Un aspecto mejorable es la calidad de terminación, con unos recubrimientos de plástico que -en la unidad que probamos- crujían de vez en cuando. Esto es lo que, en definitiva, permite a Kia ofrecer un monovolumen de 4,4 metros, bien equipado y con 109 CV por menos de 2,5 millones de pesetas (sus rivales con motor y equipamiento similar, cuestan entre 2,8 y 3,1 millones de pesetas).
En carretera me ha sorprendido por su buena estabilidad y una agilidad destacable en zonas con curvas a pesar de la suavidad de las suspensiones y de su tamaño. La frenada es eficaz y ha aguantado bien el trato exigente que le hemos impuesto (recomendamos equipar el ABS opcional). El manejo del cambio de cinco marchas es agradable y hay disponible una caja de cambios automática de 4 velocidades bajo pedido.