Con eje rígido delante y detrás, y ballestas como elemento elástico en las ruedas posteriores, el Jeep Cherokee ofrece en carretera una estabilidad y un confort mejores de lo que a priori puede parecer. Aunque tira de morro en las curvas y esto resta precisión en el guiado de las ruedas directrices, sus reacciones son predecibles y fáciles de corregir, lo que aporta una buena estabilidad en líneas generales. Tanto las ballestas como el doble eje rígido no plantean problemas sobre suelo liso, pero rebotan más de lo deseable en pavimentos bacheados. El Cherokee no absorbe tan bien las irregularidades del piso como otros todo terreno más modernos, como por ejemplo el Toyota Land Cruiser.
En el campo también se mueve con más agilidad de la esperada. En nuestra toma de contacto realizamos una competición «trialera» muy exigente en la cual km77.com obtuvo la victoria, haciendo equipo con La Gaceta del Motor, frente a otros once equipos de prensa especializada. Y el Cherokee respondió de forma eficaz. A través del mando situado junto a la palanca de cambios se pasa de propulsión trasera a tracción total y también se puede conectar la reductora. En zonas muy accidentadas, el Cherokee tiene dos limitaciones: un recorrido de suspensiones algo corto al realizar un cruce de ejes exigente (lo que deja alguna rueda en el aire con facilidad) y la ausencia de un diferencial bloqueable al 100 % (aunque tiene un diferencial autoblocante trasero que algo ayuda). A pesar de estas limitaciones, el Cherokee demostró que es capaz de salir de situaciones apuradas a poco que el conductor tenga cierta habilidad en conducción todo terreno.
Un aspecto que no me ha gustado es la dirección: resulta lenta y desmultiplicada (3,4 vueltas de volante) y tiene un diámetro de giro mejorable (más de 11 m entre paredes) que resta agilidad al maniobrar en ciudad y en el campo.
No he tenido ocasión de conducir las versiones con los motores de gasolina revisados ya que sólo había unidades turbodiésel en la presentación. El motor 2.5 TD me ha parecido ruidoso y áspero en comparación a los modernos motores turbodiésel. No es especialmente elástico ni corre mucho, pero tampoco resulta excesivamente lento. Me ha gustado el accionamiento de la caja de cambios, suave y preciso.
También se nota cierta falta de evolución en el equipo de frenos, con discos ventilados delante yfrenos de tambor traseros. Los discos frontales de 280 mm de diámetro son algo justos para aguantar unas condiciones de uso exigentes en un coche de su peso. Por otro lado, el ABS sólo está disponible en los modelos con acabado Limited.