Consumo
El Jeep Avenger tiene un consumo normal en ciudad y alto en autopista. En ciudad ronda los 16 o 17 kWh/100 km si se conduce con normalidad y sin renunciar a «lujos» como el climatizador. En este entorno, la autonomía es de alrededor de 300 kilómetros (la batería tiene una capacidad útil de 50,8 kWh).
En autopista lo habitual es estar por encima de 21 kWh/100 km. En la prueba de consumo de km77 (descripción), gastó 21,1 kWh/100 km, una décima menos que un Peugeot e-2008 (21,2 kWh/100 km). Un CUPRA Born y un Kia e-Niro, ambos con 204 CV, obtuvieron un resultado un poco mejor: 20,8 y 20,7 kWh/100 km respectivamente. En esta prueba vamos solos y con el climatizador desconectado. Con más personas a bordo y el climatizador conectado es fácil sobrepasar los 22 kWh/100 km, siempre yendo a la velocidad máxima de la vía, 120 km/h la mayor parte del tiempo. De esta manera, con una carga completa, no se pueden hacer más de 240 km, por lo que en un viaje largo por autopista conviene planificar paradas cada 200 km y dejar esos teóricos 40 km como reserva por si el cargador falla.
El indicador de autonomía de la instrumentación es demasiado optimista. Cuando se carga la batería al 100 % siempre muestra valores cercanos a 400 km, parece que no tiene en cuenta el consumo medio hasta ese momento. Es mejor no fiarse de él.
Tampoco es de utilidad es sistema de navegación que incorpora el equipo multimedia. Además de ser lento realizando los cálculos, como hemos comentado en las impresiones del interior, no te avisa si has introducido un destino que queda fuera del rango de la autonomía en ese momento y, por lo tanto, tampoco te hace una programación de paradas en cargadores. A todo esto se suma que su base de datos de estaciones de recarga está desfasada. Lo mejor en este caso es utilizar el teléfono móvil y las aplicaciones que más nos gusten relacionadas con este tema.
Recarga
Se puede cargar con corriente alterna a un máximo de 11 kW y con continua, de 100 kW. Todas las recargas las hemos hecho con este último tipo de corriente y hemos constatado que ese pico se alcanza y se mantiene hasta que la batería llega al 21 %. De ahí en adelante se produce un descenso escalonado tal y como se observa en el siguiente gráfico.
Para pasar del 10 al 80 % son necesarios unos 30 minutos. Con esa energía cargada en la batería podremos hacer unos 160 km de autopista antes de volver a estar al 10 %. Si queremos asegurarnos unos 200 km, hay cargar la batería al 95 %, lo que supone estar parado una hora.
El alto consumo en autopista y la lentitud de recarga hacen que el Jeep Avenger sea un eléctrico poco recomendable para hacer viajes largos. Sirve para trayectos medianos como un Madrid-Salamanca, un Córdoba-Marbella o un Burgos-San Sebastián, siempre y cuando salgamos con el 100 % y tengamos seguro un puesto de carga en el destino. Pero si nos metemos en el fregado de un viaje con más de una parada, conviene hacerlo con una muy buena planificación y paciencia.
Durante el proceso de carga la instrumentación muestra datos esenciales como el porcentaje de batería, la autonomía y el tiempo estimado hasta llegar al 100 % (que nunca cumple, porque siempre es más de lo que dice). No indica la potencia de carga en kW, sino que muestra la velocidad de carga en formato «km/h». Lo peor de esto no es que este sea un formato de más difícil interpretación que la potencia, sino que el contador está limitado a un máximo de 500 km/h. No importa que la potencia de carga sea 105, 90 o 77 kW, la instrumentación indicará invariablemente 500 km/h. Es solo cuando la potencia baja de 70 kW —cuando la batería está al 57 %— que baja de ese valor.
El puerto de carga está en la aleta trasera izquierda (lado del conductor), una ubicación óptima para utilizar los Supercargadores de Tesla y con la que nunca he tenido problemas en estaciones de otros proveedores.
A través del sistema multimedia es posible establecer una hora para iniciar la carga, pero no para finalizarla. Tampoco es posible limitar la potencia con corriente alterna, lo cual puede ser de utilidad para evitar el sobrecalentamiento de algunas instalaciones eléctricas.
Jeep ha desarrollado una aplicación para teléfonos Android y Apple con la que conectarse remotamente al vehículo para consultar datos como el estado de carga de la batería, la autonomía, las presiones de los neumáticos y si las puertas están abiertas o cerradas. Esa es la teoría. En la práctica el funcionamiento deja mucho que desear, entre otras causas, porque la información tarda mucho en actualizarse. Mucho quiere decir que, por ejemplo, te ubica el coche en un lugar en el que estuviste el día anterior. Es una aplicación con muy poca utilidad.